Un único médico de guardia en el PAC de A Parda: «Hubo casi cien pacientes, algunos llegaron a esperar siete horas, otros se fueron al hospital»

Cristina Barral Diéguez
c. barral PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

López Rosell participando este lunes en una protesta de trabajadores de los PAC del área sanitaria pontevedresa
López Rosell participando este lunes en una protesta de trabajadores de los PAC del área sanitaria pontevedresa CAPOTILLO

Javier López Rosell tuvo que afrontar 17 horas como el único doctor de este punto de atencion continuada, cuando lo habitual es que haya tres

20 oct 2021 . Actualizado a las 12:44 h.

Javier López Rosell (A Coruña, 1990) es médico de familia en la sanidad pública. Tiene un contrato de continuidad y consulta en el centro de salud Virxe Peregrina de Pontevedra, con dos guardias al mes. El pasado viernes, cuando todavía estaba de vacaciones, recibió una notificación vía SMS para hacer una guardia obligatoria de 17 horas en el PAC de A Parda, también en la ciudad, el sábado, 16 de octubre. Tras hablar con personal le dijeron que ese día iba a faltar un médico de tarde.

—Su sorpresa fue que la ausencia afectaba a dos facultativos, no a uno.

—Sí, cuando llegué a las tres de la tarde me enteré de que iba a estar yo solo, y ya había 13 pacientes esperando que llevaban unas dos horas porque por la mañana también faltó otro médico. Como nadie me llamaba, llamé yo a la supervisora de guardia y me dijo que no se podía hacer nada.

—¿Cómo fue esa guardia de 17 horas en solitario, de 15 a 8 horas?

—Hubo personas que llegaron a esperar siete horas. Hubo casi cien pacientes aunque se fue gente al hospital Montecelo, con buen criterio, debido a la espera. Conmigo había dos enfermeras e intentamos priorizar, pero fui atendiendo como pude, sin cambiar mi forma de trabajar. Claro que se prolongaron las esperas, pero tratamos a pacientes y es una cosa muy seria.

—¿Cómo reaccionaron los pacientes? ¿Fue difícil?

—La mayoría de la gente lo entendió, los compañeros pusieron carteles donde se explicaba que solo había un médico en lugar de tres. El último paciente de la guardia lo vi a las 5.39 horas.

—¿Es la primera vez que le pasa algo así?

—Lo que más me indigna es el desprecio hacia mí y que nadie me llamara cuando lo comuniqué. Recibí la notificación de la guardia estando de vacaciones, además esas dos ausencias no eran imprevistas, una por jubilación y la otra no sé el motivo.

—Ayer participó en una concentración del personal de los PAC en Pontevedra. ¿Por qué?

—No podemos trabajar así y no se puede maltratar a los trabajadores. Los compañeros del PAC todavía están peor. A Parda cubre nueve ayuntamientos y menos mal que en esa guardia no hubo que salir a ningún domicilio porque hubiera quedado sin médico. Las formas son muy importantes. Dicen que no hay médicos, pero yo soy de los que hice la residencia aquí y me quedé. Pero cada vez entiendo más a los que se van a otras áreas sanitarias.