Angel Gurría: «Cuando vivimos una pandemia no es el momento de preocuparse por la deuda. Hay que ganarle al virus»

Sofía Vázquez
Sofía Vázquez A TOXA / LA VOZ

GALICIA

Martina Miser

El ex secretario general de la OCDE considera que el problema más grave hoy en el mundo es la vacunación de los países pobres, la gran tarea hasta el 2023

30 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Gran conversador. Ángel Gurría (Tampico, México, 8 de mayo de 1959) fue hasta hace unos meses secretario general de la OCDE, cargo que ocupó durante 15 años. Cambió París por México, desde donde sigue trabajando, principalmente impartiendo conocimientos en instituciones académicas y dando conferencias por todo el mundo. No, no se ha jubilado.

-España tiene abierto un debate sobre la edad de jubilación. Hay quien deja su trabajo a los 52 pero hay quien aboga por ir más allá de los 67.

-La OCDE recomienda que fuéramos de los 65 a los 67 o 68. Pero sería mejor que la jubilación no se vinculase a un número, sino a la expectativa de vida. ¿Cuál es la expectativa de vida? A ella hay que adaptar la edad de jubilación. Yo empecé a trabajar a los 17 años, así que cuando tenía 52 ya llevaba más de 30 años de trabajo. Es cierto que ahora tengo 71 y sigo tan campante.

-Usted dijo que la deuda pública es una victoria de la sociedad frente al virus. ¿Cómo la pagará la próxima generación?

-Hay momentos en que los Gobiernos tienen que preocuparse del pago de la deuda, y otros en los que se tienen que preocupar de proteger a la población. En este momento, la pandemia exigía que la prioridad fuese la protección de la sociedad, tanto desde el punto de vista sanitario como económico y social. Se incrementaron las diferencias económicas y de género, y los más afectados fueron los más pobres. La pandemia desveló los problemas que ya teníamos como sociedad. En el corto plazo solo se podía aumentar el déficit y la deuda. Estamos hablando de una situación excepcional que dejará unas cicatrices muy profundas. Las heridas aún están en carne viva. La recuperación es desigual y desordenada. Estamos viendo en los precios de las materias primas las manifestaciones del desorden.

-Pero ¿cómo se pagará la deuda?

-De la forma tradicional. Uno se aprieta el cinturón y se sanean las finanzas públicas. Pero eso será después de atender a la pandemia. Cuando hay una pandemia no es el momento de preocuparse por la deuda. Hay que ganarle la batalla al virus. Porque el daño económico es tremendo.

-Acaba de abordar el tema de los precios de las materias primas. ¿Qué hay que hacer con los hogares vulnerables?

-Si el fenómeno persiste, si no es coyuntural, hay que apoyar a los más necesitados, a los consumos más bajos.

-¿Las presiones serán duraderas?

-Espero que no. Lo que le decía antes: no son las cicatrices, sino las heridas abiertas del covid.

-Los países en desarrollo, los más pobres están sin vacunar.

-Ese es el principal problema que tenemos hoy. Estos países no se pudieron poner en la fila para pagar las vacunas y además no tienen sistemas de aplicación suficientes. Esa es la gran tarea del año 2022 y 2023. Se solucionará con el multilateralismo y la generosidad inteligente.

-¿Cómo analiza las elecciones alemanas?

-Conozco bien al señor Scholz. Podría decir que es mi amigo. Obtuvo un mayor número de votos, y va a tener la primera oportunidad de formar gobierno. Espero que tenga éxito y que no tengamos una Alemania en la que las fuerzas políticas estén demasiado fragmentadas. Se necesita un liderazgo fuerte para que Alemania pueda seguir teniendo una gran influencia en Europa y en el mundo.