El kilómetro cuadrado más joven de Galicia

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela REDACCION

GALICIA

ANGEL MANSO

La media de edad en zonas del área metropolitana de las ciudades baja de los 30 años. Urbanizaciones en Ames o Pereiro de Aguiar son algunos de estos lugares

26 sep 2021 . Actualizado a las 00:39 h.

Hay una Galicia diminuta donde el tobogán demográfico es un problema ajeno. Son un puñado de kilómetros cuadrados entre los más de 29.500 que abarca la comunidad en su esquina peninsular. Los jóvenes son allí mayoría y la media de edad baja casi 20 años, un rasgo anómalo en uno de los territorios más envejecidos de Europa y con más muertes que nacimientos desde 1987.

El kilómetro cuadrado más joven está en el lugar, aparentemente, menos esperado. Son 26 personas en el fin de Galicia —o el inicio, según se mire—, en el inmenso municipio que es Negueira de Muñiz (Lugo) si se compara con sus 215 habitantes censados, convirtiéndolo en el menos poblado de la comunidad. Esos 26, afincados en el lugar de Ernes, tienen de media 28,4 años, según datos del Instituto Galego de Estatística. En el conjunto de la comunidad, el promedio está en 47,5. El caso de Ernes responde a las peculiaridades de un pueblo donde convergen desde hace décadas formas de entender de la vida alejadas del estrés urbano.

El resto de kilómetros cuadrados más jóvenes de la comunidad comparten asentarse en el entorno de las grandes ciudades, tanto en el área metropolitana como en las afueras del casco urbano, pero se diferencian en los niveles de renta de sus vecinos. Desde lo alto del monte de A Zapateira, donde A Coruña comparte frontera con Arteixo y Culleredo, se puede ver un crucero entrando al puerto, la playa de Santa Cristina (Oleiros), las chimeneas de la refinería y el barrio de Novo Mesoiro. De este último le separan menos de un kilómetro y unos 25.000 euros netos de renta media por hogar.

Abajo, en Novo Mesoiro, los edificios que se han ido construyendo desde el 2003 alcanzan las diez plantas. Junto a Navia, en Vigo, es el barrio más joven de Galicia: sus residentes no llegan, de media, a los 32 años, y el porcentaje de menores de 16 alcanza el 28 %. Arriba, en las urbanizaciones Breogán, Obradoiro o Ultreia se repiten las mismas cifras, pero el perfil económico es distinto. «Médicos del hospital, gente que trabaja en aseguradoras, funcionarios... Tenemos de todo, pero la mayoría son de clase media-alta», enumera un hostelero sobre su clientela. Las urbanizaciones están formadas por chalés o edificios de hasta tres plantas adosados. Abundan los toldos en los jardines y hay alguna piscina. A media tarde, apenas hay gente por las calles y sí varios adolescentes esperando al bus urbano para bajar a la ciudad. A diferencia de Novo Mesoiro, donde parejas que rondan la treintena encuentran allí su primera vivienda, quienes bajan la media de edad en estas urbanizaciones son esos jóvenes sentados en la marquesina.

Casi la mitad son niños

Al norte de Lugo hay un kilómetro cuadrado donde el 41,6 % de los vecinos son menores de 16 años. En A Campiña, a «siete minutos exactos» de la ciudad y comunicada por vías rápidas como la autovía A-6 o la carretera nacional N-640, reina la tranquilidad por su entorno de zonas verdes. Este conjunto de viviendas se empezó a construir hace unos 40 años y fue creciendo sin cesar. Las más modernas son una zona de chalés iguales, con un cierre independiente y sin estar aún ocupados en su totalidad. «Llevo solo cuatro días, pero me voy a acostumbrar rápido a la ausencia de sonidos de la ciudad por las noches», dice una de las últimas vecinas que se instaló en la parte nueva de la urbanización. Es aquí donde se concentra más gente joven, sobre todo en los adosados, más pequeños y de menor precio. Las razones de las familias o parejas para instalarse en A Campiña y no en otra urbanización es que hasta allí llega el transporte urbano y escolar. «Tenemos también una piscina comunitaria y pistas de tenis y baloncesto», añaden. Además, el recinto interior de los chalés está peatonalizado.

Niños jugando en el parque infantil de la urbanización Agro Do Muíño, este sábado
Niños jugando en el parque infantil de la urbanización Agro Do Muíño, este sábado XOAN A. SOLER

Las buenas conexiones

Agro do Muiño, en la parroquia de Ortoño (Ames), es otro de esos puntos jóvenes en Galicia. Se localiza una urbanización de 142 viviendas pareadas unifamiliares de construcción relativamente nueva, que disponen de 550 metros cuadrados de finca privada cada vivienda. Los últimos chalés se ocuparon hace 12 años, y la mayor parte de estas viviendas están ocupadas por familias con hijos pequeños. Blas García, alcalde de Ames y residente en esa urbanización, comenta que una de las razones que llevó a más familias a asentar en la urbanización fue «a proximidade a Bertamiráns, a so 15 minutos camiñando; e tamén a boa relación calidade-prezo das vivendas». El tráfico de la urbanización es exclusivamente el de los propios residentes, lo que permite que los niños y jóvenes puedan jugar en la calle, «algo que solo puede hacerse en sitios como este», apunta una de las residentes. Dispone de un colegio público con una de las matrículas más altas del entorno, escuela infantil, parque de juegos, un sendero y amplios espacios verdes. Aunque carece de comercios, la cercanía de Bertamiráns, una de las dos localidades más pobladas y comerciales de Ames, hace que esto no sea un problema.

Mudarse a la urbanización

En el lugar donde está hoy en día la Urbanización Monterrei, en O Pereiro de Aguiar (Ourense), no había nada hace poco más de quince años. A partir del 2005 comenzó la construcción de la primera promoción de chalés, así como de un colegio, el Miraflores. Después, la urbanización fue creciendo, en gran medida gracias a la proximidad de la capital ourensana. «Estás en el centro en cuatro o cinco minutos», explica Susan Ramos, vecina. Ella, que tiene un hijo de diez años, destaca la comodidad de tener el colegio tan a mano y explica que, desde que es concertado, se ha notado un bum. «Los niños que no viven aquí les preguntan a sus padres: ‘'¿Por qué no compramos una casa?''». El alcalde, Luis Menor, explica una población tan joven como la de esa urbanización (que ya es el segundo núcleo más importante del municipio) implica retos para la gestión municipal. Allí, por ejemplo, han ampliado y modernizado el parque infantil.

Con información de Uxía Carreira, Miguel Ascón y Marga Mosteiro

SANDRA ALONSO

Carlos Ferrás:  «A relación calidade prezo da vivenda é magnífica na periferia»

Carlos Ferrás é experto en demografía e profesor de Xeografía Humana na Universidade de Santiago.

—Por que baixa a idade media nas urbanizacións?

—Obedece a unha tendencia internacional. Coa pandemia se revalorizaron por evitar as aglomeracións e precisar zonas verdes. Pero non é algo homoxéneo: hai adosados con parcelas máis ou menos pequenas asociadas a un poder adquisitivo medio, pero logo hai urbanizacións de luxo con servizos privados.

—Os prezos da vivenda expulsan aos mozos aos arrabaldes?

—No prezo do metro cadrado construído, a relación calidade prezo na periferia é magnífica respecto á cidade. Polo mesmo prezo, unha parella de mozos ten unha oferta moi atractiva. Unha vivenda moderna, con aparcamento, illamento térmico e servizos, non pode competir en prezo coas novas urbanizacións colectivas ou pisos modernos na periferia.

—Queda excluídos dos centro das cidades, logo.

—Rehabilitar nos centros das cidades pode ser atractivo para persoas cun poder adquisitivo ou estado vital determinado. Por exemplo, en procesos de xentrificación que temos estudado: persoas coa vida resolta que regresan ao centro porque teñen capacidade económica para facelo.

—Vivir nas aforas contrasta co modelo de prescindir do coche particular.

—Non tería por que ser así, pero o servizo público de transporte en Galicia é deficitario. Se comparamos con outras cidades en España ou Europa, non están a altura. Non hai cercanías, hai poucas peatonalizacións e o parque de vivenda é moi disperso.

—Xorden novos núcleos urbanos onde estas urbanizacións?

—A oferta vai onde está a demanda, poden crearse dinámicas de desenvolvemento comercial e servizos a partir desas unidades de poboación, pero iso ten que estar ordenado e con planificación da suburbanización. Os concellos no son illas no deserto, deben coordinarse entre eles pola deslocalización de servizos, persoas e vivenda. Xa non sirve o mapa de municipios e provincias, senón o da comarcalización e as áreas metropolitanas.