El Sergas no prevé abrir a los usuarios la petición de citas presenciales con el médico de cabecera

Ángel Paniagua Pérez
Ángel Paniagua VIGO / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

Seguirá siendo el facultativo quien decida a quién ve en persona; aun así, Sanidade quiere incrementar las consultas cara a cara y llegar al 60 % en el último trimestre

09 sep 2021 . Actualizado a las 13:46 h.

La Xunta no prevé que en el corto plazo los gallegos puedan pedir citas presenciales con su médico de cabecera. «Serán os médicos os que decidan quen é atendido de forma telefónica ou presencial», dijo este jueves en la comisión de Sanidad del Parlamento la directora xeral de Planificación e Reforma Sanitaria, Estrella López-Pardo, a la que la Consellería de Sanidade ha encomendado el futuro de la atención primaria. Actualmente, en los centros de salud no se puede pedir una cita cara a cara si se solicita a través de Internet o llamando. Siempre es telefónica y, tras ese primer contacto con el médico, este decide si el paciente debe acudir.

Aun así, la Xunta dice que quiere incrementar la presencialidad. El objetivo de llegar al menos al 60 % de las consultas con el médico de familia sigue vigente y, según López-Pardo, «as axendas xa están preparadas» para aumentar este mismo mes. Actualmente, el ciudadano sí puede solicitar directamente una consulta en persona, pero para ello tiene que acudir al mostrador del centro de salud y la disponibilidad de estas citas es limitada.

En los últimos meses la presencialidad se ha reducido. Hasta junio, era del 40 % de media, según dijo entonces López-Pardo en el Parlamento, pero este jueves reconoció que «a atención presencial veuse resentida neste período estival, en coincidencia coa primeira onda» de la pandemia de covid-19, cuando estuvo por debajo del 30 %. No aclaró en qué porcentaje había acabado el verano.

La oposición le pedía cambios urgentes en atención primaria. Julio Torrado, del PSOE, abrió la puerta a un acuerdo para la presencialidad, incluso si depende en exclusiva de los médicos, pero reprochó a Sanidade su manera de actuar: «Quitaron a capacidade de decidir ao usuario, pero non lla deron ao profesional», argumentó, «porque o volume de lista de espera impide citar a todo o mundo». Torrado pidió plazos y presupuesto concretos, pero no los obtuvo. «En moitos centros de saúde agárdanse semanas por unha cita telefónica, e noutros hai colas», diagnosticó Montse Prado, del BNG, que señaló que cada vez hay más personas que acuden a la sanidad privada.

En los centros de salud sí se puede pedir una cita presencial si se acude al mostrador y se hace cola. Pero hay un número de huecos reservados en la agenda de cada médico, que varía según la zona de Galicia. Es previsible que este número aumente y cubra al menos el 60 % de la agenda, como figura en lo que oficialmente se ha llamado agendas de calidad, el diseño que ha hecho el Sergas para el reparto del trabajo del día a día de cada médico de familia, cuya implantación está en marcha.

Hace meses también que la Xunta trabaja en implantar sistemas de filtrado en los centros de salud, para que cuando alguien solicite una consulta el personal administrativo le pregunte el motivo, de manera que pueda encaminarlo hacia profesionales que no sean el médico, si es posible, para reducir la sobrecargar. Por ejemplo, si fuese un problema con una receta, podría trasladarse al farmacéutico. Pero Sanidade no ha detallado cómo están estos planes.

Lo que sí destacó es que las demoras para las consultas con el médico de cabecera han bajado en los últimos quince días. Es lógico, ya que hasta ahora muchos profesionales estaban de vacaciones y en septiembre se han incorporado la mayoría, así que los tiempos de espera han bajado fruto del calendario. Estrella López-Pardo citó que la enorme mayoría de los centros de salud de las áreas de Ourense y A Coruña tienen tiempos de espera menores a dos días, y que en Santiago y Lugo son menores a cuatro días. De Vigo, Pontevedra y Ferrol no dio los datos en su comparecencia. El último fin de semana, La Voz de Galicia demostró cómo en muchos centros de salud la espera ronda las dos semanas, superadas en un caso en Ferrol.

Mir extraordinario y tasa de reposición

Estrella López-Pardo insistió en culpar también al Gobierno central del problema. Antes del verano, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, rescató su idea, ya lanzada dos años antes, de pedir al Ministerio de Sanidad que haga una convocatoria extraordinaria del mir exclusiva para medicina de familia. El Ejecutivo no contempla esta idea, que ya en su día rechazó por dudas jurídicas. Según el sergas, permitiría «solucionar as xubilacións masivas en todo o territorio». «¿Con que titores?», preguntó Julio Torrado, en defensa de su partido, «¿dóbranse as prazas mir?».

La otra cuestión es la tasa de reposición. La Xunta puede convocar ofertas públicas de empleo, pero estas están limitadas al número de trabajadores que se jubilan. Es así en todos los ámbitos, no solo en la sanidad. Lo que ocurre es que en un contexto de falta de médicos que nadie discute, el Sergas no puede reforzar los centros de salud y sacar plazas en propiedad, que serían más atractivas para los facultativos que ahora cubren interinidades o sustituciones y que, por esa temporalidad en los contratos, prefieren marcharse de Galicia. La tasa de reposición, según la directora, «imposibilita convocar miles de prazas que están en interinidade e pasarían a ser en propiedade».

La Xunta se esfuerza en trasladar que está haciendo reformas de calado y no solo a corto plazo. Esas reformas son, por ejemplo, la creación de planes locales de salud para que las funciones de cada servicio de atención primaria se repartan mejor entre todos sus miembros, así como la implantación del Plan Galego de Atención Primaria, que la Xunta dice que está cumpliendo al máximo. Pero solo hay una docena en marcha, y ni siquiera están implantados hoy la mayoría.

Aun así, hoy en la Cámara gallega la responsable de ese ámbito pidió al Ministerio de Sanidad que tome las riendas del asunto, porque este ámbito asistencial sufre una crisis en toda España y «para problemas comúns, solucións comúns».

El BNG solicitó a la directora de Reforma que incorpore psicólogos clínicos a los centros de salud, dados los estragos en salud mental que se están empezando a atisbar como consecuencia de la pandemia. López-Pardo se limitó a aseverar que contemplan dotar de nuevas categorías profesionales a atención primaria, pero no concretó más.