Jesús Vázquez, el profesor que no pudo soportar la última prueba de lealtad que le pedía el partido y que vuelve al aula

Miguel Ascón Belver
m. ascón OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Jesús Vázquez, alentado por Feijoo, en el 2015, en la presentación de su candidatura a la alcaldía de Ourense
Jesús Vázquez, alentado por Feijoo, en el 2015, en la presentación de su candidatura a la alcaldía de Ourense MIGUEL VILLAR

Perfil. El exconselleiro y exalcalde deja la política y regresa a sus clases en Empresariales en Ourense. Se va desencantado tras el pacto del PP con Jácome, su azote cuando era regidor

04 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Jesús Vázquez Abad (Núremberg, Alemania, 1967) no quiso hacer ruido en su adiós. Pese a que abandona la vida política claramente desencantado con el rumbo que ha tomado el PP en Ourense, ha preferido marcharse en silencio. En el año 2019, él no quería hacer alcalde a Gonzalo Pérez Jácome, porque antes había sido su azote como líder de la oposición. Pero acabó claudicando ante los intereses de su partido, que quería conservar la presidencia de la Diputación para José Manuel Baltar. La frase de despedida de Jácome lo deja claro: «Yo soy alcalde gracias a que ese señor ha sido leal».

Y su lealtad al PPdeG de Alberto Núñez Feijoo quedó demostrada desde el principio. Jesús Vázquez milita en el PP desde el 2004 y fue reclutado para encabezar la candidatura ourensana al Congreso en el 2008. Fue diputado, pero duró poco tiempo en el cargo porque el presidente de la Xunta lo nombró conselleiro en el 2009. Tuvo responsabilidades en Educación y en Cultura hasta que en el 2015 Feijoo le encargó ser candidato a la alcaldía de Ourense. Aunque había tenido que superar momentos complicados en el Gobierno autonómico -por el decreto sobre el gallego en la enseñanza, por ejemplo-, nada comparable a lo que le esperaba en el Concello.

Consiguió ser alcalde al primer intento, pero gobernar en minoría y con Jácome en la oposición se convirtió en una tarea imposible. Fue leal y aguantó. Y repitió como candidato en el 2019, aceptando la imposición como número dos de un empresario propuesto por Baltar que acabó dimitiendo a pocos días de las elecciones. Y cuando el partido le pidió hacer alcalde a Jácome pese a que Democracia Ourensana fue la tercera fuerza, Vázquez también fue leal. Pero la lealtad tiene un límite y tras la ruptura de la coalición con DO del 2020 no aceptaba una reconciliación que su partido acabó imponiendo otra vez.

Por eso se va. O vuelve, porque regresará a su puesto como profesor en la Facultad de Empresariales de Ourense, de la que llegó a ser decano. Podría seguir como senador, pero no quiere. «Perdemos un gran político, pero recuperamos un profesor universitario comprometido coa educación pública galega», se despedía ayer Feijoo.