Ole Müller deja Galicia y regresa a Alemania, pero sin su caravana robada

Manuel Arroyo Alves
M. Arroyo FERROL

GALICIA

Ole Müller, el martes por la mañana dejando la furgoneta que le prestaron tras el robo de su caravana
Ole Müller, el martes por la mañana dejando la furgoneta que le prestaron tras el robo de su caravana CESAR QUIAN

Sus padres lo recogieron hoy en A Coruña, donde devolvió el vehículo prestado. Sigue pendiente de saber qué pasó con su vehículo sustraído en Ferrol. «Volveré», dice convencido

31 ago 2021 . Actualizado a las 16:56 h.

Ole Müller se marcha agradecido. Vuelve a Alemania. Sin su autocaravana, pero con su inseparable Charlie, la perrita que desapareció durante las horas siguientes al robo de su casa móvil, la que usa todo el año. Iba dentro, pero, presuntamente, los ladrones la apearon del vehículo en As Somozas, a unos 40 kilómetros de la playa ferrolana de Esmelle, donde Ole se quedó con lo puesto mientras hacía surf.

La repercusión y alcance de la noticia en redes sociales hizo que, al menos en parte, la historia tuviese un final feliz con el reencuentro del can y su dueño esa misma tarde. Aunque la caravana fue harina de otro costal. Convencido de que la recuperaría en los días siguientes, Ole encontró ayuda en unos compañeros que lo acogieron en su furgoneta, le prestaron dinero, ropa y comida.

La semana pasada, la empresa Yakart le facilitó una caravana gratuitamente durante 15 días. «Nosotros mismos somos autocaravanistas y sabemos lo que es vivir en ella», dice una de las responsables de la firma. Pese a estar en plena temporada alta y con la demanda de vehículos desbordada, «cuando nos enteramos de la noticia teníamos una en exposición y decidimos cedérsela». Claro que Ole, al que lo habían dejado con una tabla, una mano delante y otra detrás, carecía de cualquier documentación, por lo que tuvo que ser un alemán —que también se había ofrecido a ayudarle— el que firmó la cesión de la caravana durante dos semanas.Sin embargo, este martes la devolvió para retornar a Alemania, su país de origen y poner algo de orden en el desaguisado: «Me voy a casa, a ver si consigo todos mis documentos nuevos, tarjetas bancarias y todo esto».

Se despidió en Mesoiro (A Coruña), donde la empresa de caravanas tiene sede. Fueron sus padres quienes lo recogieron para poner fin a «esta pesadilla» en la que, por otra parte, surfeó la mayor ola de solidaridad que se había encontrado hasta la fecha: «Un millón de gracias a todas las personas que me ayudaron, especialmente a los españoles, ¡fueron tan rápidos con las redes sociales! Todos estaban ayudando y compartiendo, de lo contrario, no habría encontrado a Charlie así de rápido. Y, sin duda, un agradecimiento especial a Yakart, que me dieron la caravana totalmente gratis. ¡Es increíble que todavía haya gente tan amable y simpática!», enfatizó.

Como en ocasiones anteriores, Ole repite su leitmotiv: «Surfing is my life». Así que, una vez asimilado que «la caravana se ha ido» y que lo ocurrido «será la primera y la última vez», su prioridad es hacerse con «tablas y trajes de neopreno» tan pronto como complete los trámites con el seguro. «Pongo fin a la espera de mi autocaravana porque me estoy volviendo loco. Me marcho a Alemania, pero volveré», dice a La Voz.

Desde que desapareció su caravana —la tarde del 22 de agosto— la redes sociales se salpicaron con posts sobre su posible ubicación. Desde As Pontes a Tarragona. Nada. De momento. Así pues, planea: «Cuando me paguen, compraré un coche nuevo y volveré a España. Si todo esto lleva mucho tiempo y es invierno ya me iré al sur del país y me quedaré allí. ¡El surf es mi vida!».