La batalla en el PSdeG se precipita ante el congreso que toca celebrar este año

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Caballero, en el centro, con José Tomé (a su derecha), presidente de la Diputación de Lugo, este miércoles
Caballero, en el centro, con José Tomé (a su derecha), presidente de la Diputación de Lugo, este miércoles

El número dos del partido lanza un ataque preventivo contra posibles aspirantes

18 ago 2021 . Actualizado a las 21:17 h.

Mediados de agosto, calma chicha en la política gallega, con la excepción del siempre bullicioso PSdeG-PSOE, que está llamado a renovar sus órganos de dirección antes de finales de año. Pese a que Galicia es la única federación socialista todavía sin fecha para celebrar su congreso, y pese a que el actual secretario xeral, Gonzalo Caballero, es también el único aspirante a revalidar el cargo, la batalla por el control del partido se acaba de precipitar con un ataque preventivo lanzado desde la dirección gallega —concretamente por el secretario de organización, José Antonio Quiroga— contra dos de los potenciales contrincantes: Valentín González Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña y secretario xeral del partido en dicha provincia, y José Ramón Gómez Besteiro, líder del PSdeG entre el 2013 y el 2016.

Quiroga, que también preside la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, aludió a Besteiro y a Formoso en una tribuna de prensa como el pasado del partido «con arrecendo a rancias baronías», y al segundo lo acusa de estar «coaligado á empresa térmica do seu concello, unha das máis contaminantes de Europa», en alusión a la central térmica de Endesa en As Pontes.

Las reacciones contra esas manifestaciones del número dos del PSdeG no se hicieron esperar. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, miembro también de la ejecutiva de Gonzalo Caballero, calificaba de «desafortunadas» sus palabras en un comentario subido a Facebook. El eurodiputado gallego Nicolás González Casares asentía a ese comentario de Miñones, al igual que hicieron diputadas en el Congreso como Montse García Chavarría o representantes en la Cámara gallega, como Begoña Rodríguez Rumbo y Patricia Otero, que también es la secretaria xeral en la provincia de Lugo, o Tino Fernández, responsable del partido en Pontevedra.

Alcaldes como el de Ferrol, Ángel Mato, o el de Ames, Blas García, también reprobaron en comentarios públicos la opinión del jefe del aparato del partido. «Esto jamás sucedió en esta organización», decía el primero. «É un ataque preventivo por se algún deles decide presentar unha candidatura», señalaba el segundo. «Le hace más daño al PSdeG el secretario de organización que el propio PP, tiene que hacérselo mirar», añadía a su vez la congresista Natividad González Laso, mientras son varios los concejales en activo y cargos socialistas que pidieron el cese de Quiroga.

Del lado contrario, reaccionaban con comentarios como el del diputado autonómico Martín Seco, miembro de la dirección gallega, que manifestó que «ben lle iría» al partido si los que ahora «semellan indignados» se dedicaran a «falar ben do noso partido e do noso secretario xeral algunha vez».

Caballero evita el polémica

El propio Gonzalo Caballero esquivó la polémica este miércoles. En su acto celebrado en Monforte, manifestó que «o meu compromiso e a miña paixón é Galicia, dar resposta aos problemas dos galegos e galegas», informa Luis Díaz, y evitó pronunciarse sobre las valoraciones realizadas por su número dos.

También el alcalde monfortino y presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, esquivó la cuestión, arguyendo que no había leído el artículo de Quiroga, si bien dejó caer ante los periodistas que «calquera debate é lexítimo dentro do respecto entre compañeiros», esgrimió. Instantes más tarde, fuentes de la dirección del PSdeG ahondaban en lo ocurrido remarcando que José Quiroga «cumpre as normas do partido, e nas súas opinións non hai mentiras nin descualificacións contra ninguén», pues se valoraban «épocas pasadas».

En cambio, añade la dirección, sí han apreciado otros comportamientos «fóra das normas do partido», como «asesorar a Baltar, non cumprir coas aportacións económicas dos cargos públicos» en A Coruña o intentar «zancadillear» al secretario xeral. «Resulta un paradoxo que quen se queixa de que Quiroga faga públicas as súas análises se dedique a trasladar aos medios peticións de dimisións, incluso con insultos», concluían fuentes de la dirección.

Dos nuevas dimisiones elevan a cinco las renuncias en la ejecutiva gallega de personas cercanas a Gonzalo Caballero

La concejala ourensana Concha García Lozano, impulsora en su día del grupo Tercera Vía, el principal punto de apoyo de Gonzalo Caballero en la ciudad de As Burgas, presentó su dimisión este miércoles como miembro de la ejecutiva gallega, justo cuando se supo de la renuncia materializada por la exalcaldesa de Sarria, Pilar López Yáñez, en su día también afín a Caballero.

Ambas dejan la dirección del PSdeG difundiendo sendas cartas repletas de reproches hacia la dirección o el círculo de confianza del secretario general. La edila ourensana asegura en su escrito que «buena parte de todo lo ocurrido» en la crisis de gobernabilidad de su ciudad «ha sido responsabilidad de la dirección del partido», al que acusa de primar los intereses orgánicos a los de Ourense, privando de voz a la militancia, informa Miguel Ascón.

«Mis padres me enseñaron que se estorba donde no te quieren», dice a su vez la exalcaldesa de Sarria, que señala a «varios compañeros» de Caballero como causantes de su renuncia. «Más de una vez te advertí sobre esas personas (...) que no te van hacer llegar a buen puerto, y lo siento en el alma», concluye López Yáñez, deseándole suerte a Caballero.

Con estas dos dimisiones se elevan a cinco las bajas en la ejecutiva del PSdeG tras el revés en las elecciones autonómicas de hace un año. Las primeras en producirse fueron las del anterior secretario de sanidad, Juan Evaristo Rodríguez, de Cambre, y el de medio rural, Jaime González del Río, de Baralla, a los que siguió en julio la del secretario de militancia, Alberto Monedero. Todos ellos fueron apoyos de Caballero, ya que el cupo aportado por el grupo de Leiceaga tras el pacto del 2017 (José Miñones, Alberto Varela, Iván Puentes, Sandra González e Iván Castro) sigue activo e intacto.