Brotes de covid en el Camino obligan a habilitar albergues de emergencia

l. lópez / x. m. palacios LUGO / LA VOZ

GALICIA

Peregrinos pasando ante el albergue municipal de Portomarín, utilizado para casos de aislamiento
Peregrinos pasando ante el albergue municipal de Portomarín, utilizado para casos de aislamiento ALBERTO LÓPEZ

Medio centenar de peregrinos tuvieron que dejar la ruta en Portomarín por un foco

11 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Dos albergues situados en el Camino Francés -uno en el municipio lucense de Samos, y otro en San Lázaro, ya en la entrada en Santiago de Compostela- son las instalaciones preparadas por la Xunta para atender a peregrinos que dan positivo en un brote de coronavirus. La situación derivada de las circunstancias sanitarias de la pandemia y el notable aumento de personas que recorren el Camino de Santiago han llevado a la Administración autonómica a tomar esa decisión.

Además, hay concellos que también están actuando por su cuenta. Es el caso de Portomarín, municipio lucense del Camino Francés en donde se habilitó una vieja escuela, situada en el centro de la localidad, para dar respuesta a situaciones de este tipo. Un caso descubierto esta semana en la localidad, con 52 peregrinos obligados a regresar a Madrid tras el positivo por covid de dos de ellos, ha destapado la importancia de contar con instalaciones habilitadas para las cuarentenas y el aislamiento en caso de contagio o de contacto estrecho con algún infectado. La postura de este ayuntamiento supone por ahora un caso aislado en el panorama autonómico.

El alcalde de Portomarín, Juan Serrano, explicó ayer que el lunes por la tarde había recibido un aviso de la gerencia del hospital de Lugo (HULA) en el que se le informaba de que había dos peregrinos de un grupo burbuja que habían dado positivo. Se trataba de un conjunto de 52 personas procedentes de Madrid que habían iniciado la etapa en Sarria.

Al llegar a Portomarín y presentar síntomas dos de los miembros de la expedición, acudieron al centro médico de la localidad, donde se les practicó una PCR, que resultó positiva. «Inmediatamente, foron realoxados no albergue de emerxencias municipal. Despois, os positivos marcharon nun coche de aluguer para Madrid e o resto, nun autobús, esa mesma noite», señaló el regidor.

El albergue de emergencias es una instalación con la que no cuentan todos los concellos. En el caso de Portomarín, hace años que se decidió desafectar y habilitar como albergue una antigua escuela «para os momentos de overbooking de peregrinos», dice Serrano (PP). Pero recientemente, con la llegada de la pandemia y de las excepcionales circunstancias que la acompañan, se decidió destinarlo a situaciones de emergencias, de modo que está acondicionado como albergue, pero no se utiliza salvo en casos muy concretos.

«Esta é a segunda vez que botamos man deste local. A primeira vez foi por unha familia dun pai e as súas dúas fillas, unha delas positivo por covid. Trátase de ofrecer unha solución rápida e segura para estes casos nos que se teñen que confinar, mentres non atopen outra alternativa. No caso da primeira familia, chegaron a pernoctar no albergue, mentres que no desta semana non foi necesario», precisó el regidor de Portomarín.

En Palas de Rei, último concello de la ruta jacobea en la provincia de Lugo, hay instalaciones que todavía no han sido utilizadas para ese fin pero que podrían cumplir esa función. El alcalde, el popular Pablo Taboada, explica que el albergue municipal, en las afueras del casco urbano, podría servir, ya que se trata de un edificio de dos plantas.

Incluso el pabellón municipal podría utilizarse en casos excepcionales, poniendo a algunas personas en una zona aislada. De todos modos, el regidor reconoció que se trataba de actuaciones previstas, pero que no se había dado hasta ahora una situación concreta en la que fuese necesario reaccionar.

Un seguro autonómico cubre gastos derivados de la infección y de la estancia

Las personas que dan positivo por covid-19 mientras recorren el Camino de Santiago en Galicia y las que deben aumentar la estancia en la comunidad por un contagio de coronavirus tienen a su disposición un seguro que cubre sus gastos. Se trata, según la Xunta, de una medida pionera.

En cuanto a los albergues de Samos y de Santiago de Compostela dispuestos para peregrinos con coronavirus, en sus instalaciones ya se alojaron personas que habían dado positivo o que hicieron cuarentena por ser contactos estrechos de infectados. Fuentes de la Consellería de Presidencia, Xustiza e Turismo recordaron ayer que la capacidad de los albergues está reducida al 30 % como consecuencia de la pandemia.

Mientras tanto, otros concellos carecen de instalaciones municipales para estas situaciones de emergencia, pero usan las de la Administración autonómica. En el caso de Triacastela, otro municipio lucense del Camino Francés, la alcaldesa, Ola Iglesias (PP), explica que no hay albergue municipal, por lo que tampoco se cuenta con otro para emergencias. «Portomarín ten albergue da Xunta e municipal, mentres que nós só temos o autonómico, polo que no caso de detectarse algún positivo, encárganse desde a Xunta de xestionar onde poden facer os confinamentos os peregrinos», dijo la regidora.

Por su parte, el alcalde de Pedrafita do Cebreiro, José Luis Raposo (PSOE), aseguró que no tenía información de la Xunta sobre cómo actuar en estos casos.