Los ingresos extraordinarios bajan de los 1.800 a los 895 millones, aunque la Xunta espera alcanzar en un año el nivel de riqueza precovid
03 ago 2021 . Actualizado a las 23:38 h.El último ejercicio anterior a la declaración de la pandemia, el del 2019, la economía gallega crecía un 1,8 % y la tasa de paro se situaba en el 11,7 %, justo un punto menos del 12,7 % que se espera lograr al cierre de este 2021. El Gobierno gallego estima que la comunidad tardará en torno a un año en recuperar el nivel de riqueza y actividad que tenía en la etapa precovid y para ello será fundamental el engranaje de los presupuestos autonómicos que están en fase de elaboración, y que para el año 2022 movilizarán un máximo de 11.571 millones de euros.
El pleno del Parlamento gallego aprobó este martes el techo de gasto propuesto por la Xunta y lo hizo solo con el apoyo de los votos del PP, pues los grupos de la oposición, BNG y PSdeG, denunciaron la falta de ambición de una previsión de gasto que, a su juicio, no contribuirá a acelerar el crecimiento ni a resolver problemas como la saturación que lastra la atención primaria.
No lo ve así el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, que defendió en la tribuna de O Hórreo que el contexto en el que se aprueba el actual techo de gasto «é moito máis positivo que o do ano pasado», con la previsión de lograr una elevada tasa de crecimiento del PIB tras la caída abrupta del 2020. Así, Facenda estima que la economía gallega crecerá este año un 5,5 % y un 6 % en el 2022, situando la tasa de desempleo en el 12,7 % al término de este ejercicio y en el 12,1 % a finales del próximo.
También subrayó Valeriano Martínez que la cifra del techo de gasto, que de exprimirse en su totalidad añadiría unos 8 millones de euros a los Presupostos de la Xunta en relación a este año, está basada en «previsións realistas» y en la inyección de 895 millones de euros de recursos extraordinarios, cifra muy menor a la de los 1.800 millones de ingresos adicionales incluidos en las cuentas de este año, procedentes de aportaciones extra del Estado (685 millones), de la UE (430 millones) y de la posibilidad de incurrir en un déficit público del 1,1 % del PIB (685 millones más), que en el 2022 bajará al 0,6 %, casi la mitad. Aun así, el responsable de Facenda cree que la orientación hacia «os investimentos produtivos» que tendrán los próximos presupuestos, permitirá alcanzar a mediados del 2022 los niveles de riqueza de la etapa precovid, «dous trimestres antes de que o faga a media España», esgrimió.
La portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, se ha mostrado especialmente crítica con la previsión de gasto, y acusó al presidente Alberto Núñez Feijoo de actuar en dirección contraria como un «kamikaze», anticipando recortes «cando toca elixir orzamentos expansivos». La contención del techo de gasto, en opinión de la líder del Bloque, «non vai permitir reforzar servizos públicos como a sanidade» ni cambiar el modelo asistencial de las residencias de mayores.
Similares tesis planteó Gonzalo Caballero, secretario xeral del PSdeG, que emplazó a la Xunta a abandonar la política «de gardar dos cartos no colchón» y apostar por inversiones públicas expansivas para acompañar la recuperación económica y la creación de empleo y bienestar social.