Familiares de las víctimas del triple crimen de Burgos: «Llevamos mucho tiempo buscando justicia»

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

GALICIA

Agos Iglesias

Especialistas de la Policía Judicial inspeccionan el coche de la familia asesinada después de 14 años aparcado en la comisaría

30 jul 2021 . Actualizado a las 08:56 h.

El coche de Salvador Barrio, el vecino de Burgos que el 7 de junio del 2004 fue brutalmente asesinado junto a su esposa, la ourensana Julia dos Ramos, y el hijo de ambos de solo 12 años, se custodia desde hace más de una década en la explanada de la comisaría de policía de Ourense. El automóvil, un Audi A6 de color blanco y matrícula de Burgos, fue incautado como prueba en el 2007, cuando Rodrigo, el hijo mayor de la familia y único superviviente, fue detenido como sospechoso del triple crimen. Era el coche que conducía entonces el chico y, pese a que días después de su arresto el joven quedó libre porque no se pudieron sostener los indicios que pesaban en su contra, el automóvil permaneció custodiado por si alguna vez era necesario volver a registrarlo. Ese momento llegó ayer.

Y es que diecisiete años después los investigadores hacen un nuevo intento para aclarar quién fue la persona que mató a cuchilladas y con gran ensañamiento -se constataron 99 puñaladas- a las tres víctimas tras irrumpir, sin forzar puertas ni ventanas, en la casa familiar de la capital burgalesa. Y para ello, especialistas de la Comisaría General de Policía Judicial se trasladaron ayer desde Madrid hasta la comisaría de Ourense dispuestos a realizar otra inspección en aquel Audi A6. Buscan restos biológicos que puedan aclarar el crimen. Durante estos años hubo dos sospechosos, y uno de ellos era un vecino de la familia que fue detenido por hacer pintadas insultantes en la tumba de Salvador. Este último, el burgalés Ángel R. P., está en prisión cumpliendo condena por el asesinato de una mujer en La Bureba y, por razones que por ahora no han trascendido, los agentes creen que el vehículo, que ha estado estacionado a la intemperie todo este tiempo, puede tener algo que lo vincule con el crimen.

Los familiares de Julia dos Ramos fueron los primeros en acoger a Rodrigo en la aldea de Queirugás, próxima a Verín, después del horrible crimen. El chico trasladó entonces su residencia a una casa anexa a la de sus allegados que tenía su madre, pero pronto las relaciones se volvieron complicadas entre ellos. Hasta el punto de que cuando Rodrigo Barrio fue arrestado, ellos se personaron como acusación particular. Su postura no ha cambiado, como explicó ayer Benito dos Ramos, que se muestra muy sorprendido por la nueva inspección del coche de su cuñado después de tanto tiempo.

«Queremos saber»

Recuerda Benito dos Ramos que precisamente las llaves de ese coche fueron una de las pruebas que en su día pesaron contra su sobrino. Del piso de los asesinados desapareció un juego que meses después apareció en posesión del joven. Nunca explicó cómo lo había conseguido. «Le hemos pillado en muchas mentiras sobre cosas importantes para la investigación, ¿cómo vamos a tragar con eso?», decía nervioso por este nuevo giro de un caso que no acaba de aclararse. «Llevamos mucho tiempo queriendo saber, buscando justicia, y quiero creer que la tendremos», insiste.

El triple crimen lleva desde el año 2018 bajo secreto de sumario. El abogado que ejerce la acusación particular, Adolfo Taboada, asegura que desde entonces sus clientes no han recibido notificación alguna de los actuales investigadores. Sabe, eso sí, que la comisaría ourensana hace ya tiempo que había pedido al juzgado liberar la plaza de aparcamiento que ocupaba el vetusto A6.