Cae un grupo narcotraficante del norte peninsular que distribuía cocaína de los Charlines

La Voz

GALICIA

Material incautado en la operación Chaplin
Material incautado en la operación Chaplin Santi Otero || EFE

Hay ocho detenidos. Al frente estaba un histórico narco de Burgos que no operaba en Galicia, pero tenía contacto estrecho con el clan arousano

28 jul 2021 . Actualizado a las 16:35 h.

Agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil han detenido a ocho personas y han desarticulado una organización de narcotraficantes muy activa que operaba, principalmente, en el norte del país. El presunto cabecilla del entramado sería un histórico narco de Burgos, con un amplio historial delictivo, que mantenía estrechos contactos con los Charlines.

El burgalés habría recurrido al clan arousano para reconstruir su red de narcotráfico. Fueron esas reuniones celebradas en la localidad castellana entre miembros de los Charlines y varias personas de Burgos vinculadas al mundo del narcotráfico las que alertaron a la Policía Nacional y dieron inicio a las investigaciones, a principios del año pasado.

El conocido narco que presuntamente encabezaba la organización desarticulada regresó a su localidad natal tras varias detenciones, con el objetivo de reconstruir su red. Para ello, pactó una alianza con el conocido clan gallego, que le permitió distribuir en exclusiva su mercancía en Burgos. Además, el delincuente mantenía aún contactos con los principales narcotraficantes de la ciudad, así como contactos en Navarra y País Vasco donde contaba con un socio importante con capacidad para colocar una gran cantidad de estupefaciente en el mercado. Ese nuevo socio era un narcotraficante navarro que estaba siendo investigado por la Guardia Civil, por lo que se puso en marcha una investigación conjunta, centrándose la Policía Nacional sobre la rama burgalesa y la Guardia Civil sobre la rama de Navarra y el País Vasco. 

Además de la cocaína procedente de Galicia a través de los Charlines, la recién reconstruida organización comenzó a traficar con todo tipo de drogas, tanto marihuana y hachís como drogas de diseño. La Policía destaca que la amplia variedad de drogas que llegó a manejar la organización suponía «una capacidad operativa poco frecuente entre narcotraficantes», ya que cada tipo de droga se importa y distribuye de una manera diferente, lo que implica una gran capacidad logística y contactos con diversas organizaciones para adquirir cada tipo de sustancia estupefaciente. Así, en el marco de la operación, bautizada como Chaplin, fueron intervenidos 20 kilos de speed, 5 de MDMA, 300 de hachís, 57 kilos de cocaína, 50 de marihuana, 2 de anfetamina y medio kilo de ketamina.

La red distribuía sus drogas en Castilla y León, País Vasco, Navarra y Madrid, comunidad esta última donde montó un punto de abastecimiento central, transformándose en uno de los mayores puntos de distribución de cocaína a nivel nacional. Para su actividad delictiva contaba con una flota de veinte vehículos, mayoritariamente de alta gama, varios de ellos con compartimentos estancos para ocultar dinero o mercancía, y dotados de avanzados equipos de transmisiones e inhibidores de frecuencia. Los compartimentos instalados en los vehículos contaban con mecanismos electrónicos de apertura hidráulica que los hacía indetectables en los controles rutinarios de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Es el caso de los tres huecos estancos ocultos en uno de los vehículos, que podían transportar casi cien kilos de estupefacientes y cuya apertura electrónica se activaba mediante un lector de huellas.

El trabajo de los investigadores comenzó a dar fruto en forma de detenciones el mes pasado. Finalmente se ha apresado a ocho personas en Burgos, Navarra, Madrid y Valencia, comunidad esta última hacia donde trató de extender sus tentáculos la rama madrileña del caso tras la caída de las ramas burgalesa y navarra.