El paro desbanca a la pandemia como el principal problema de los gallegos

La pandemia sigue ahí, pero los gallegos ya no la consideran su principal problema al ver al fin la luz gracias al programa de vacunación masivo y al control de la incidencia del virus. Lo que se supone que será la desescalada definitiva ha cambiado el esquema de preocupaciones de los encuestados. Si en la encuesta de Sondaxe realizada en enero el principal problema era la pandemia y el segundo el paro, ahora se han invertido las jerarquías. El paro es mencionado en primer lugar por un 36,9 %, y un 44,1 % lo considera su preocupación más relevante en la serie de respuestas múltiples, al ser interpelados por cuáles son los dos problemas de Galicia en este momento.

Las secuelas económicas de la pandemia, las incertidumbres sobre la reconstrucción económica y la inseguridad laboral se sitúan por tanto en la cúspide de las inquietudes, pues en segundo lugar se coloca la calidad del empleo (26,3 %), es decir, el temor a que los puestos de trabajo se precaricen. Los problemas económicos en sentido genérico están en la cuarta plaza (13,8 %). Esta tendencia en el cambio de prioridades con respecto a los asuntos que más preocupan a la ciudadanía ya se percibía en la encuesta de Sondaxe de hace un mes en las siete principales ciudades gallegas. En todas ellas el paro se perfila como el principal desvelo de sus habitantes, cuando antes de la pandemia solo era una preocupación mayoritaria en ciudades como Ferrol, castigada por el desmantelamiento industrial.

La pandemia como preocupación desciende al tercer puesto, pero la cuestión de la sanidad sigue como quinta preocupación para el 11,5 % de los que participaron en el sondeo. Es decir, se podría decir que la pandemia sigue impregnando las cinco principales preocupaciones de los gallegos, tanto en lo estrictamente sanitario como en sus secuelas económicas. En vías de superarse los problemas sanitarios, los gallegos miran ahora al futuro más inmediato, y son los que tienen entre 45 y 64 años los que afrontan el problema del paro con mayor inquietud (48,6 %), quizás por el temor a quedarse sin su puesto de trabajo a una edad donde encontrar otro empleo es muy complejo, y en unos años cruciales para el cálculo de la pensión de jubilación. En cambio, el sector poblacional entre 30 y 44 años son los más preocupados por la calidad del empleo, pues muchos de ellos se incorporaron recientemente al mercado laboral y son los que más sufrirían la precariedad, junto a la franja de edad entre 18 y 29 años. El sector con más inquietud por la calidad del empleo son precisamente los autónomos, tal vez porque hay trabajos precarizados en los que se obliga al empleado a hacerse autónomo.

Situación económica

En cualquier caso, la intranquilidad por la situación económica es palpable en muchas variables de la encuesta de Sondaxe para La Voz. La falta de tejido industrial en la comunidad se cuela en el puesto número 7. Le sigue las pensiones, que volvieron recientemente al debate público, que preocupan más a las generaciones que las están disfrutando (a partir de 65 años). En novena posición están los problemas sociales, una etiqueta que agrupa las consecuencias de una mala situación económica, que se refleja en una pérdida de niveles de bienestar. La vivienda, por ejemplo, es un asunto que preocupa más a los más jóvenes.

La política como problema, la corrupción y el fraude es ahora una preocupación relativa, en contraste con los años más duros de la crisis financiera, cuando era uno de los principales problemas.

En clave gallega: envejecimiento, abandono rural y despoblación

Las cinco principales preocupaciones que refleja el barómetro de Sondaxe podrían extrapolarse probablemente al resto del país, pero en la lista de los 15 principales problemas se encuentran asuntos más en clave gallega, una comunidad con una importante población en el mundo rural o en las villas intermedias que son cabeceras de comarcas rurales. Esto explica que el envejecimiento de la población esté en el puesto sexto (subiendo dos con respecto al sondeo de enero), o que el abandono del rural (puesto 11) y la despoblación (13) se mantengan entre los 15 primeros. Curiosamente es el sector más joven de los encuestados -entre 18 y 29 años- el que se muestra más preocupado por estos asuntos.

La inquietud por el coronavirus sigue alta, pero desciende con respecto a enero

La preocupación por la pandemia aumentó ligeramente en enero, cuando la tercera ola estaba en uno de sus picos. En una escala de 0 a 10, los encuestados se situaban en un 8,52, dos décimas por encima de lo que declaraban en octubre del año pasado. Pero en la actual encuesta, realizada entre el 16 y el 23 de este mes, el nivel de preocupación se queda en 7,13. Hasta un 22,9 % de las personas que participaron en el sondeo eligieron el 10, la máxima puntuación, para expresar su gran preocupación por la situación generada por el coronavirus, a pesar de que Galicia ha sido de las comunidades que mejor han podido controlar la pandemia. En el otro lado hay un 3,3 % a los que la situación sanitaria no les preocupa en absoluto (eligen el 0).

La inquietud por la epidemia es mucho más alta en comarcas como Barbanza-Noia (8,24), en Pontevedra sur (7,83) o en O Carballiño-O Ribeiro (7,73). Los votantes del PP en las autonómicas de julio del año pasado serían los que más preocupados estarían por la situación (7,66), seguidos por los socialistas (7,21) y los electores que apostaron por el BNG (6,83).

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