Ropas con sangre delataron al supuesto homicida de Moaña

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

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La Guardia Civil halló en el registro de la casa del sospechoso unas prendas con restos biológicos compatibles con la fallecida

09 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los agentes de la Guardia Civil entraron en la vivienda de Balbino S., de 60 años, y se encontraron un reguero de pistas que lo sitúan en la casa de Moaña donde el sábado por la tarde apareció una vecina de 74 años maniatada y muerta. Los investigadores examinaron las zapatillas y otras prendas que había en la casa del sospechoso y descubrieron que tenían manchas de sangre sin limpiar solo 24 horas después del crimen. Más tarde, se comprobó que el tipo de sangre era compatible con el de la fallecida y lo sitúa en la escena del homicidio. Ambos vivían a cien metros de distancia, en el barrio de Vilela, en la parroquia de Tirán.

La reconstrucción de los movimientos de Balbino S. permitió vincularlo con la muerte a golpes y asfixia de Cándida Soaje, según un informe de la Guardia Civil. Dejó tras de sí un reguero de pistas en las principales escenas.

Los agentes señalan que hicieron un exhaustivo análisis de los indicios hallados en la casa del sospechoso, así como los encontrados en la vivienda de la víctima, y la reconstrucción de sus movimientos por el barrio. A raíz de ello, lo detuvieron como el presunto autor del crimen. Actualmente está en prisión provisional.

Intervino en la investigación el Grupo de Homicidios de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Pontevedra, con la colaboración del Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cangas. El instituto armado agradeció la colaboración ciudadana prestada para aclarar el crimen.

Las manchas de sangre de la difunta en las pertenencias del sospechoso lo sitúan directamente en la vivienda. La víctima, que residía sola, recibió varios golpes en la primera planta de su casa. Todo apunta a que volvió de la calle y pilló in fraganti al ladrón cuando revolvía en su cuarto en busca de joyas y dinero. No le dio tiempo a llamar por teléfono a la policía o a su hijo. Hubo una riña y el asaltante, que tiene una corpulencia media, la golpeó y la hizo sangrar hasta noquearla. Una vez a su merced, la ató con las manos en la espalda, rodeó su cuello con una cuerda y la ató al pasamanos de la escalera. La dejó en el vestíbulo y atrancó la puerta, que apareció forzada.

La hora del crimen no ha trascendido, pero tuvo que ser entre el viernes día 2, por la noche, y primera hora del sábado. La mujer fue vista por última vez el viernes en una parada de bus y en el jardín de su casa. Dado que apareció muerta con ropa de calle (falda y blusa) es probable que el asaltante creyese que la casa iba a estar vacía. Huyó de la vivienda ensangrentado y por una ventana. En el primer piso apareció sangre que concuerda con la descubierta en la ropa del implicado. Balbino S. tenía varios arrestos por robos y en marzo fue detenido porque la dueña de una finca de Tirán lo denunció cuando invadió sus terrenos.