Tal y como apunta Fernández, «es triste, pero a veces son los incidentes terribles los que ayudan a que la sociedad despierte poco a poco». Para evitarlo, solo queda detectar y prevenir. «La educación en igualdad y en respeto es fundamental para ayudar a que haya un desarrollo moral en los jóvenes y que, cuando sean adultos, estén sensibilizados respecto a la diversidad», argumenta.