Decenas de políticos gallegos transitaron de un partido a otro ocupando cargos públicos
04 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La figura de Toni Cantó, para los más cinéfilos, es la del conmovedor personaje de Almodóvar que baja las escaleras del cementerio de Montjuich con bolso y peluca, después de que su identidad de género transitara de Esteban a Lola. Y en política también transitó lo suyo. Aquel diputado seducido por Rosa Díez, que en el 2011 irrumpió con UPyD en el Congreso, no tardó en reorientar su admiración hacia el proyecto de Albert Rivera, transmutación que reedita ahora pasando de Ciudadanos al PP. Esta semana se supo que iba a ser el director de la Oficina del Español con el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.
El de Cantó es un caso llamativo de evolución política —o de travestismo, según se mire—, pero que dista mucho de ser una rareza. En la escena gallega se cuentan ejemplos parecidos por decenas, sobre todo en la política local, en la que también se forjó algún que otro personaje que bien daría para alguna película por transitar de unas siglas a otras sin despeinarse ni moverse de la alcaldía.
La historia autonómica regala ejemplos memorables como el de Eladio Capón, que en 1992 recibió a Fidel Castro en Láncara cuando ya sumaba nueve años como alcalde del PSOE, pero que cuando en el 2006 le tocó repetir los honores con el siguiente líder cubano, Raúl Castro, ya llevaba una década como regidor del PP.
No es necesario ir tan atrás en el tiempo para hallar casos tan de llamativos, como el de Xosé Miguel Pérez Blecua, alcalde del municipio ourensano de San Xoán de Río. De joven militó en AMI (Assembleia da Mocidade Independentista), en Galiza Nova y en el BNG, con el que fue elegido concejal en el 2007, aunque tras la asamblea de Amio del 2012 dio la espantada junto a Beiras y otros muchos para militar en Anova. Su siguiente paso fue fundar una marea local, la agrupación de electores RIO, centrando su discurso en evitar que gobernara el PP. Obtuvo el bastón de mando en el 2019 y, en un año, fue presentado en sociedad como alcalde del PP.
En la provincia de Ourense saltaron a la luz numerosos casos de este tipo en los últimos años que tienen un apellido como común denominador: Baltar y la política de fichajes de verano e invierno que practica con quien se le ponga a tiro. En el pasado mandato, captó para las filas populares al alcalde de Trives, Domingo Diéguez (Agrupación Trivesa Independiente), como antes había pescado en el BNG a alcaldes como Rodríguez Ambrosio (Rairiz de Veiga) o Teresa Barge (A Bola), a la vez que atrajo hacia el PP al alcalde de Cortegada Avelino de Francisco, que hasta el 2015 fue del PSdeG.
Nuevas sopas de siglas
Este tipo de transmutaciones entre partidos cogen intensidad cuando un partido se desmorona o entra en horas bajas, mientras a su lado se cocina una nueva sopa de siglas de nuevo cuño. El paseo realizado por Toni Cantó entre UPyD, Ciudadanos y PP no es muy diferente del que hicieron muchos políticos gallegos en los ochenta entre la UCD, Coalición Galega y el PP, y ahí está Vázquez Portomeñe peinando canas para corroborarlo.
Las horas bajas vividas por el BNG tras ser desalojado en el 2009 del Gobierno de la Xunta es lo que abocó a algunos de sus referentes a buscar nuevos horizontes fuera. Es un movimiento que lideró Xosé Manuel Beiras al fundar Anova, la coalición AGE y después En Marea, regresando una vez jubilada al Parlamento.
Y similar camino emprendieron Antón Sánchez, portavoz nacional de Anova y diputado con AGE y con En Marea, que entre el 2007 y el 2012 había sido concejal del BNG. De esta formación frentista también procedía Xulio Ferreiro, exalcalde de A Coruña con Marea Atlántica, aunque el mayor recorrido fue el que hizo Martiño Noriega, que transitó del BNG a Galicia en Común, pasando por Anova, AGE, Compostela Aberta y En Marea, y que llegó a saltar de la alcaldía de Teo a la de Santiago sin perder el cargo público.
Aunque el BNG es una de las grandes canteras de políticos en Galicia, también hay nombres que saltaron del PSdeG por determinadas desavenencias para fundar otro proyecto. Ocurrió con todo un ex secretario xeral, Pachi Vázquez, que en el 2019 creó Espazo Común, o con el alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, que fundó Galicia Sempre tras ser expulsado del PSOE.
Algunos casos hay también en la primera línea política. El diputado popular José Manuel Balseiro fue vicesecretario xeral del PSOE de Cervo. El presidente y senador del PSdeG, Fernández Leiceaga, participó en 1982 en la fundación del BNG, de cuya ejecutiva nacional formó parte, y la diputada Alexandra Fernández echó anclas en el BNG el año pasado, tras quedar hastiada de la nueva política que le tocó vivir desde el Congreso en la coalición tutelada por Podemos.