«De La Orden pódese saír sen problema, non é unha seita»

o. p. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Sandra Alonso

Un antiguo integrante de la entidad niega que esta sea una secta, como apuntan algunos expertos

01 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Carlos Arias Iglesias (Lugo, 1959) fue, cuenta, integrante de La Orden, que se llamaba Organización Internacional para la Vía del Entendimiento cuando él entró, en junio del 2008. Se fue en diciembre del 2019 por discrepancias, y asegura que nadie le puso impedimentos. Esa libertad es una de las razones por las que niega que La Orden sea una secta, como apuntan algunos expertos, que creen que puede estar captando a gente a través de su vínculo con el Camino de Santiago. Otra razón, apunta, es que pudo plantear sus diferencias ante los dirigentes: «Se o fas nunha seita estás condenado», explica. ¿Cómo define La Orden? «Unha asociación para o desenvolvemento da conciencia, non unha seita».

Carlos entró a través de una persona que le trató una dolencia por métodos similares a la homeopatía, y le habló de la organización. Superó los cinco cursos de acceso -el coste de una actividad formativa de fin de semana rondaba los 100 euros- y accedió a un colectivo «que como máximo chegou ter 26 integrantes en Galicia». «Cando eu marchei fóronse outras tres persoas, e penso que quedaban 10». Hay unas 275 personas en España -«pero activas sobre 175»- y 2.000 a nivel mundial. Explica que su actividad fundamental eran reuniones semanales de meditación, y abonaba una cuota mensual de 45 euros. En algún momento alquilaron un local para meditar, que pagaban entre todos; si no, iban a pisos de integrantes. Había reuniones de tres días en primavera.

La meditación fue una de las cuestiones que lo alejó de La Orden. Para impartir esa formación, al amparo de Medita Today, asegura que pagó 200 euros. Pero la página se cerró, y el paso a Medita suponía pagar un canon anual entre 400 y 1.000 euros. Lo discutió y no siguió.

La actividad del Camino Universal a Santiago -ayer con la web activa- fue otro frente de debate. Lo recorrió tres veces y habla de «mala organización», hecha desde Lérida. ¿Se captaba a adeptos? Responde que se hablaba a los participantes de otras vías de desarrollo personal: «A xente escoitaba, pero que eu saiba nunca entrou ninguén por aí». Notaba en los superiores -Santiago dependía de Madrid, y luego de Santander- «urxencias grandes de que entrase xente, daban instrucións de convocar cursos», pero de escaso éxito. Funcionario de la Xunta, considera clave la capacidad de afrontar retos que le dio La Orden para superar aquellas oposiciones. Por eso cree que económicamente recibió más de lo que dio.