La ruta Camino de Torres, por Portugal, se prepara para ser oficial para el Xacobeo 21-22

begoña íñiguez CORRESPONSAL EN LISBOA

GALICIA

Una de las etapas atraviesa esta Ponte do Prado, sobre el río Cávado, entre Braga y Vila Verde
Una de las etapas atraviesa esta Ponte do Prado, sobre el río Cávado, entre Braga y Vila Verde António Sá

Parte de Salamanca, atraviesa el Douro vinatero y confluye con el Camino Central

01 jul 2021 . Actualizado a las 13:21 h.

Hasta hace unas semanas, pocas personas conocían la existencia de una cuarta ruta de peregrinación histórica a Compostela al sur del Miño, el Camino de Torres, que se suma al Camino Central portugués, al de la Costa y al del Alentejo-Ribatejo, escogidos por el 25 % de los peregrinos que llegan a Compostela.

Desde el año 2017, el prestigioso medievalista Paulo Almeida Fernandes y cinco mancomunidades del norte luso, que aglutinan a 15 municipios del Alto Miño, Ave, Cávado, Douro, y Támega y Sousa, han trabajado incansablemente para revalorizar cultural y turísticamente el Camino de Torres tras más de un siglo de abandono, adaptándolo al peregrino del siglo XXI, señalizándolo y preparándolo para que pueda ser certificado antes de acabar este año.

«Este no es un camino que hayamos decido montar ahora, es histórico, hay documentos que lo demuestran. Tiene una diversidad increíble, y es idóneo para estos tiempos de covid», explica Paulo Almeida Fernandes en la localidad de Amarante, una de las que atraviesa esta ruta y lugar que ha acogido recientemente el primer Congreso Internacional del Camino de Santiago-Camino de Torres. El encuentro ha contado con prestigiosos especialistas de diferentes países.

«Todo comenzó cuando el poeta y matemático salmantino Diego de Torres Villarroel decidió peregrinar a Compostela en 1737 durante cinco meses, huyendo de una condena en España, para cumplir una promesa al Apóstol», explica Almeida Fernandes sobre el origen de esta ruta. «Hasta finales del siglo XIX el Camino de Torres fue el elegido por muchos peregrinos de Castilla, de la Raia, de la región del Douro vinatero y del norte luso para llegar hasta la tumba del Apóstol, aunque como ocurrió con otras rutas jacobeas, a comienzos del XX, cayó en el abandono y ha estado olvidado hasta ahora», añade el historiador.

A finales de los años 80 del siglo pasado, el investigador de la Universidad de Salamanca Luis Antonio Miguel Quintales recorrió y renovó el itinerario que había seguido el poeta salmantino en el siglo XVIII. «Gracias a los textos de Diego de Torres, y al incansable trabajo de Quintales pudimos comenzar hace cuatro años a revitalizar este camino, modernizarlo y adaptarlo al peregrino del siglo XXI», afirma Paulo Almeida Fernandes.

600 kilómetros y 24 etapas

El Camino de Torres se extiende durante casi 600 kilómetros. Se divide en 24 etapas, «algunas de ellas muy duras, sobre todo en Castilla y en el Alto Douro vinatero, pero con una belleza, autenticidad y diversidad que no dejan a nadie indiferente», valora el historiador luso, que acaba de publicar en portugués un libro sobre dicha ruta jacobea, Historia de un Caminho. Um Caminho na História, cuya edición en castellano se presentará el 16 de julio en Compostela.

«He recorrido todo el camino para participar en este proyecto de las mancomunidades municipales del Alto Miño, Ave, Cávado, Douro y Támega y Sousa, que ha sido financiado mayoritariamente con fondos comunitarios. Abarca 235 kilómetros del Camino de Torres, entre el Ponte do Abade en Sernancelhe y la travesía del Miño, en Valença do Minho. Están totalmente señalizados, hay albergues y alojamientos y lugares de apoyo para los peregrinos, siguiendo las directrices del Xacobeo», explica el investigador luso.

Con todo, «la ruta se puede hacer desde Salamanca, ya que las etapas están delimitadas, definidas y se pueden consultar en su página web www.caminhodetorres.pt», añade.

Ciudades Patrimonio de la Humanidad

El Camino de Torres es también un exponente de la riqueza cultural y artística transfronteriza, con significativos ejemplos del culto a Santiago en iglesias, ermitas, cruceros y monasterios.

De los cuatro caminos jacobeos que están catalogados en Portugal, este es el más rico artísticamente, ya que empieza y acaba en dos ciudades Patrimonio de la Humanidad, Salamanca y Compostela. Además, atraviesa lugares emblemáticos también Patrimonio de la Unesco, como Foz Coa y la región del Douro vinatero, y alguna de las ciudades y localidades más bellas de Portugal como Amarante, Guimarães, Braga y Ponte de Lima.

Por todo ello, aspira a convertirse en otra de las rutas oficiales para peregrinar a Santiago. Paulo Almeida Fernandes ha confirmado que en las próximas semanas presentarán la documentación para la certificación del Camino de Torres. «Contamos que esté lista en septiembre», reveló.