Las academias, desbordadas ante la «histórica» cascada de oposiciones

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTTIAGO

GALICIA

Sandra Alonso

Los alumnos demandan formación en verano, incluso desde el extranjero

14 jun 2021 . Actualizado a las 17:10 h.

Trabajadores interinos de las Administraciones que pretenden consolidar sus anheladas plazas; recién graduados; sanitarios que ejercen en el extranjero y que quieren un puesto fijo en España; expatriados que se forman en idiomas en otros países para ser profesores en Galicia; parados; personas maduras con empleos precarios; y jóvenes desorientados en busca de un futuro estable, cualquiera que sea. Ese es el peculiar ecosistema que convive en las principales academias de formación de Galicia, ya sea de forma presencial o a distancia. El momento es «histórico», coinciden en los centros de referencia, y la respuesta será acorde, porque a diferencia de otros años nadie va a bajar la guardia este verano, como era tradicional.

Las vacantes en los empleos públicos se intuían ya desde hace un tiempo con una simple proyección de las jubilaciones, pero la pandemia ha contribuido a embalsar la oferta de un año que ya era muy nutrido. «Nunca coincidieron tantas plazas del Estado y de la Xunta», confirman desde la central ourensana de Academia Postal, «y lo bueno es que no va a decaer», advierten. «Desde o 2016 houbo un bum de prazas, pero o que vén é glorioso», describe Alfonso Villares, de Nós Oposicións, que considera la situación actual como un contrapunto al «momento crítico» vivido hace una década, cuando todo se paralizó.

Esta crisis sanitaria es muy distinta, porque trajo más empleo público e internamente obligó a todas las academias a dar un paso adelante en su forma de enseñar. De forma generalizada se ha implantado un sistema híbrido que combina las clases presenciales -con aforos al 50 % por normativa sanitaria- que a su vez se pueden seguir en línea. Este nuevo modelo también ha cambiado las costumbres de los opositores, que en verano se tomaban un respiro que en muchos casos era obligado por la falta de grupos de estudio para seguir avanzando. Al menos en julio y agosto del 2021 no será el problema. Muchos aspirantes han requerido continuar con la formación aunque vayan a estar lejos de las ciudades, donde se concentran las academias, porque también son conscientes de que cuanto mayor sea la oferta de plazas, más amplia será la competencia, y unos acaban tirando de los otros.

 Sin picos ni valles

En la mayoría de las disciplinas no hay picos ni valles de estudio, porque las administraciones van convocando según sus necesidades sin atender a calendarios. «En muchas disciplinas no hay fechas fijas», señala Roberto Rey, de Premir, academia especializada en oposiciones educativas y sanitarias. Con todo, es poco frecuente poner fechas muy pegadas a los meses de vacaciones por cuestiones organizativas.

Pero todo ha saltado por los aires, incluso en las oposiciones que convoca la Consellería de Educación, que son las más ordenadas porque siempre se convocan en la segunda mitad de junio para poder organizar el siguiente curso. Las aplazadas del 2020 se celebrarán el próximo fin de semana, y las del 2021 ya están fijadas para junio del 2022, por lo que la competencia por los 5.500 puestos que están en juego es excepcional, de ahí que los recién graduados estén buscando grupos para empezar en julio, para tratar de acortar distancias con los que suspendan en la convocatoria de este año, que llevarán meses de adelanto en la preparación. Los que no superen las pruebas del domingo -hay una veintena de candidatos por puesto ofertado- deberán decidir en cuestión de días si mantienen en verano el ritmo de estudio adquirido en los últimos meses o retoman en septiembre.

La oferta estatal es la que más tira hasta final de año: «Hay de todo, es una buena oportunidad para cualquiera»  

«Si controlas informática, los test psicotécnicos y te aprendes unos temas básicos puedes ser funcionario dentro de seis meses». Por simple que parezca convertirse en auxiliar de la Administración del Estado, la reflexión de Eugenia Cuíñas, directora de Adams en Ourense, tiene la consistencia que dan unas cuantas décadas en el sector de la formación. «Cuando digo que la oferta actual es comparable a la de la época de Felipe González algunos jóvenes que vienen por aquí no saben ni a quién me refiero». En la transición de los 80 a los 90 también fue «una locura», y de aquellas oposiciones masivas para integrarse en la estructura estatal vienen ahora varias oleadas de jubilaciones. Cuíñas confirma el «momento histórico» para conseguir un empleo público, porque después de muchos años de racanería administrativa la variedad es muy amplia, «para todas las categorías. Hay de todo, es una buena oportunidad para cualquiera», afirma tras enumerar pruebas que se van a celebrar en los próximos meses, como son las de Hacienda, Administración o Instituciones penitenciarias, que ofrecen miles de puestos.

El anuncio del plan de empleo público realizado por el ministro Miquel Iceta hace solo unos días es el que más está tirando de las matriculaciones estas semanas, pero de fondo también están las ofertas de la Xunta, las universidades y las entidades locales. 

El Sergas, para septiembre

El Sergas ha anunciado ya las fechas para 48 especialidades, que van a movilizar a cerca de 9.000 aspirantes entre el 18 de septiembre y el 24 de octubre, y Facenda mantiene su goteo de oposiciones con convocatorias agrandadas por el inesperado parón propiciado por la crisis sanitaria. «En julio y en agosto la actividad decaía y no nos planteábamos abrir grupos hasta septiembre, pero este año no está siendo así», comenta Cuíñas, que admite que al sector de las academias «se nos abrió un mundo con la pandemia», al verse obligados a acelerar la implantación de la formación híbrida, que ahora se convierte en una oportunidad para mantener la intensidad de estudio en verano.

«Igual en setembro non quedan prazas nos grupos de estudo», advierte Alfonso Villares, de Nós Oposicións, que el 1 de junio abrió el plazo de inscripción y por primera en mucho tiempo ha tenido que gestionar colas a las puertas de sus sedes.