El personal antiincendios de la Xunta, en alerta a partir del próximo miércoles

Mónica Pérez Vilar
mónica p. vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CESAR TOIMIL

Se han identificado 35 parroquias de alto riesgo, la mitad que hace dos años

12 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El Diario Oficial de Galicia (DOG) hizo pública ayer la orden de la Consellería de Medio Rural que declara que la época estival de alto riesgo de incendios forestales arrancará oficialmente en Galicia el próximo 1 de julio y terminará el 30 de septiembre. Sin embargo, el personal de los servicios antiincendios de la Xunta lleva días siendo avisado de que sus turnos de trabajo y guardias se adaptarán a la época de máxima alerta ya desde el 16 de junio.

Según los escritos que la consellería ha remitido a las jefaturas provinciales y territoriales, la decisión se ha tomado «vistas as condicións meteorolóxicas actuais e as predicións a curto e medio prazo». A raíz de esa información, se ha decidido que el personal laboral de los servicios de prevención de incendios forestales autonómicos pasará al horario de alto riesgo el próximo miércoles, mismo día en que el personal técnico de estos servicios, de los distritos forestales y de la Subdirección Xeral de Extinción iniciará sus guardias estivales, y en el que entrarán en período extraordinario los agentes medioambientales y forestales del servicio antiincendios, con guardias de doce horas presenciales, diez de ellas nocturnas, de modo que se cubran las 24 horas del día.

Desde Medio Rural explican que, aunque no todos los años se adelanta a mediados de junio el cambio de condiciones de trabajo de este personal, tampoco se trata de una decisión excepcional, y que siempre está vinculada a las condiciones meteorológicas previstas.

Menos de 17.000 hectáreas

A los efectivos antiincendios de la Xunta se añadirán esta campaña, como es habitual, personal y medios de otras administraciones, hasta sumar unas 7.000 personas. El objetivo de su trabajo, según establece el Pladiga, será que este año ardan menos de 17.000 hectáreas y no se produzcan más de 513 fuegos forestales.

Las tareas de protección y prevención se extremarán especialmente en 35 parroquias gallegas, aquellas que se consideran de alta actividad incendiaria (PAAI) por la gran virulencia o el número de fuegos forestales reiterados sufridos en los últimos años. Son la mitad que hace dos años (en el 2019 eran 71), pero la cifra es más alta que en el verano del 2020, cuando el Plan de prevención y defensa contra los incendios forestales de Galicia (Pladiga) contemplaba 28.

De esas parroquias identificadas el año pasado, nueve han logrado salir del listado de este 2021: Vales, en San Cristovo de Cea; Quins, en Melón; A Corna, en Piñor; San Miguel de Bidueira, en Manzaneda; A Granxa, en Oímbra; O Pereiro, en A Mezquita; A Gudiña, en A Gudiña; Valeixe, en A Cañiza; y Pontellas, en O Porriño. Sin embargo, otras 16 se han incorporado a la lista.

La mayoría de las parroquias de alta actividad incendiaria identificadas este año se ubican en la provincia de Ourense. Solo dos pertenecen a la de Pontevedra y seis a la de A Coruña, mientras que en la de Lugo no hay ninguna.

Entre las 35, destacan por el alto número de incendios sufrido en los últimos años la parroquia de Carballo (San Xoán), en Carballo, con 71 fuegos; la de Castro de Escuadro (Santa Baia), en Maceda, con 67; y la de Montes (Santa Baia), en Cualedro, con 62.

Tomando como referencia el otro criterio de priorización, el de la superficie total ardida en los últimos diez años, llaman la atención las más de 6.300 hectáreas calcinadas en San Paio de Araúxo (San Paio), en Lobios; o las más de 4.400 quemadas en Cernado (Santa María), en Manzaneda.