Siete meses sin el emblemático cruceiro donado por Galicia a Madrid

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

La estructura base sin la parte superior del cruceiro, en la plaza de Jacinto Benavente
La estructura base sin la parte superior del cruceiro, en la plaza de Jacinto Benavente BENITO ORDOÑEZ

La Xunta asegura que está «en coordinación» con el Ayuntamiento de Madrid para rehabilitar el monumento

14 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Muchas cosas en Madrid parecen no cuadrar demasiado allí. Hay un templo que trajeron de Egipto hace 50 años con dos milenios de antigüedad, un frontón de pelota vasca en pleno Chamberí, y un hórreo que viajó desde Corcubión. Todos ilustran el encuentro de culturas y caminos que es Madrid. Y precisamente en uno de esos cruces, en la céntrica plaza de Jacinto Benavente, resistió durante años otro símbolo anómalo entre tanto casticismo: el cruceiro que la escuela de canteros de Pontevedra regaló al Centro Gallego, que tiene allí su sede. En noviembre, unos jóvenes se subieron a él para hacerse un selfi, agarrándose al fuste de granito y, sin pretenderlo, destruyendo el monumento.

En ese momento, partidos como Vox apuntaron al «odio religioso», en palabras del eurodiputado Jorge Buxadé, y hasta la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, argumentó que «se empieza por lugares de culto, por atacar valores y sensibilidades, y se sigue así», compartiendo una foto del cruceiro destruido. «No fue un acto vandálico ni antirreligioso», ataja Fernando Rey Paz, presidente del Centro Gallego, que apunta a que el problema se originó cuando se retiró la valla que rodeaba la estructura durante unas obras de peatonalización.

Rey asegura que «hubo mucho interés en reponerlo» y que «el propio presidente de la Xunta se interesó en persona» por su rehabilitación. Es más, Alberto Núñez Feijoo respondió a Ayuso a través de su cuenta de Twitter en noviembre: «Galicia volverá a regalar a Madrid un nuevo símbolo de nuestra cohesión, aún más resistente y duradero». Siete meses después, sin embargo, aún queda la base del cruceiro sin el resto de la estructura.

La Xunta responde que «está en coordinación co concello de Madrid para colaborar en recuperar este símbolo de unión entre Galicia e Madrid no momento no que os servizos municipais planifiquen a súa execución», ya que el Ayuntamiento es responsable de su rehabilitación y mantenimiento. Sin embargo, las obras podrían demorarse hasta que no finalice la reforma de la propia plaza donde se ubica, según apuntan desde el propio Centro Gallego. «No se dan mucha prisa», lamenta Rey.