La caravana electoral empezó con un paseo por el AVE a Galicia

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El ministro Ábalos, en un tren en pruebas con el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y la presidenta del ADIF, Isabel Pardo de Vera
El ministro Ábalos, en un tren en pruebas con el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y la presidenta del ADIF, Isabel Pardo de Vera Miguel Villar

19 sep 2019 . Actualizado a las 12:48 h.

No deja de ser curioso que el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, cabeza pensante y política del PSOE y poco dado a los paripés con las obras, eligiera el AVE a Galicia para darse un paseo en un tren Alvia justo el día en que comienza una frustrante precampaña, si es que alguna vez se ha dejado en estos últimos cuatro años este estado de crispación demoscópica y de fragor partidista. Al menos, Ábalos lo ha hecho invitando a los máximos representantes políticos de las dos comunidades afectadas, Galicia y Castilla y León, después de sonados desplantes de otros ministros y representantes gubernamentales, que olvidaron «la mínima cortesía institucional». Lo recordaba ayer el vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, que asistió al acto como máximo representante del Gobierno gallego al estar Feijoo de viaje oficial en Argentina. El propio Rueda agradeció el detalle del ministro y se propuso ser constructivo y leal en el asunto del AVE. Y la verdad es que, salvo las dudas legítimas de la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez -que ayer también recorrió los 110 kilómetros entre Zamora y Pedralba-, la Xunta se ha contenido en el uso del AVE como arma política. También, todo hay que decirlo, porque es un asunto que ya está agotado, en su fase final, y en última instancia será mérito compartido por los dos principales partidos. Aunque en campaña todo sea posible.

 El viaje del ministro se había planificado con días de antelación, quizás con la fecha de ayer en la cabeza como estación Termini de las aparentes negociaciones para la investidura imposible. Así que el paseo a lo largo de un tramo que ahorrará 50 minutos en el viaje a Madrid estaba necesariamente empañado por el fracaso y por las perspectivas electorales. Como era de esperar, el ministro no fue a Zamora y a las tierras sanabresas para anunciar la fecha de puesta en servicio de este tramo. Entre otras cosas porque desde Angrois han cambiado muchas cosas en este país y, por encima del criterio político, las líneas se abren cuando lo autoriza la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, un organismo independiente que entonces no existía. No pueden anunciar lo que no está en su mano, de ahí que se limitara a decir que será «en pocos meses».

 «El ADIF está poniendo toda la carne en el asador para completar el AVE a Galicia lo antes posible», dijo Ábalos. Y parece que el presidente de Renfe, Isaías Táboas, comentó que habrá trenes Avril para todos, en referencia a las comunidades que aún necesitan convoyes con ancho variable. Aunque esta versión salga de los talleres más tarde -durante el 2021- parece que los trenes hotel reconvertidos en AVE estarán listos antes. Será otro tren reformado, como el Alvia S-730, pero se combinará con trenes de última generación en las frecuencias punta. Ya se verá. Para empezar habrá que superar la parálisis para poder empezar a tomar decisiones. Al menos, reinó la corrección política frente a la crispación que se vivió horas antes en el Congreso.