El antidisturbios de Vigo herido con un adoquín en Barcelona se jubiló con 42 años por las secuelas

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

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El Gobierno le reconoció las lesiones en acto de servicio

01 jun 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Iván A. F., el policía antidisturbios de Vigo, que quedó en coma al ser golpeado con un adoquín en el casco durante los disturbios callejeros del procés en Barcelona el 18 de octubre del 2019, se jubiló hace seis meses a la edad de 42 años. Iván Raya 32, como era conocido por sus compañeros, tiene unas secuelas que le impiden el normal ejercicio profesional como policía, incluso en tareas de oficina. La Dirección General de Policía lo declaró a finales del 2020 como no apto para el servicio. Una de sus secuelas es que no puede centrar la vista delante de la pantalla del ordenador porque sufre mareos. El Gobierno le reconoció las lesiones en acto de servicio y el exagente solicitó una pensión extraordinaria, que está en trámite.

El expolicía ha evitado manifestarse públicamente y en la actual etapa aún está arreglando el papeleo de su jubilación y los complementos. Según desvelan fuentes de su entorno, tras resultar herido en los altercados no pudo volver a reincorporarse al servicio activo. Estuvo de baja catorce meses. En diciembre del 2020, los médicos lo declararon no apto para el servicio y la Dirección General de Policía lo jubiló. En el momento de sufrir el golpe tenía 41 años. Está casado y tiene hijos.

Otro policía herido, Ángel Hernández, de A Coruña, sufrió lesiones en el brazo que también le han obligado a jubilarse. Precisamente, fue despedido la semana pasada por sus compañeros en un emotivo acto en la comisaría coruñesa de Lonzas. En enero, ambos heridos recibieron la cruz al mérito policial de manos del jefe superior de Policía de Galicia.

La investigación, en base a los testimonios de los demás agentes y el visionado de los vídeos, buscó el objeto que impactó contra la parte trasera del casco del policía a gran velocidad. En principio, se cree que le golpeó un adoquín lanzado a gran velocidad.

Iván A. F. tenía una gran experiencia en la unidad antidisturbios (UIP), pues sirvió en Madrid y, desde el 2007, en Vigo. Su unidad era la Raya 32. Durante las revueltas callejeras de Barcelona, su equipo se vio rodeado por una turba que les arrojaba piedras y aguantaron tres horas de cerco. Sus compañeros aseguraron que el casco le salvó la vida. El vídeo del momento muestra como el agente, un hombre corpulento, se desploma y los demás policías lo evacúan corriendo a un furgón mientras un camión de agua a presión despeja la calzada y cubre la retirada.

El agente vigués pasó varios días sedado y en coma en la uci de Barcelona hasta que lo despertaron y un avión médico lo evacuó al hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo. Los primeros tacs revelaron que no tendría la movilidad afectada. Sin embargo, el golpe le dañó el área de la visión.