El abogado del Pequeño Nicolás ve «ánimo megalómano» en el joven, pero pide su absolución

La Voz AGENCIAS / LA VOZ

GALICIA

Francisco Nicolás Gómez Iglesias llegando este lunes a la última jornada del juicio
Francisco Nicolás Gómez Iglesias llegando este lunes a la última jornada del juicio Eduardo Parra || EP

El juicio a Francisco Nicolás Gómez Iglesias por su viaje a Ribadeo ha quedado este lunes visto para sentencia

31 may 2021 . Actualizado a las 13:12 h.

El juicio a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el Pequeño Nicolás, por presuntamente hacerse pasar por un enlace entre el Gobierno y Casa Real en un viaje a Ribadeo (Lugo) ha quedado visto para sentencia este lunes. El acusado no hizo uso de su derecho a la última palabra en esta jornada de cierre del proceso celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid. El joven está acusado de delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho pasivo por aquella visita a Ribadeo en agosto de 2014 por la que también están procesados dos policías municipales.

En la sesión de este lunes, el joven ha declinado hacer uso de su derecho a la última palabra, igual que hizo el martes pasado en otro juicio en el que se le acusa de haber falsificado su DNI para que un amigo le hiciera la Selectividad en el año 2012, que también quedó visto para sentencia. Y es que Francisco Nicolás Gómez Iglesias ha subido las escaleras de la Audiencia madrileña en siete ocasiones durante las últimas dos semanas de este mes de mayo, en el que se han celebrado dos de los cuatro juicios en los que está procesado por presuntas estafas, falsificaciones y suplantaciones que protagonizó entre los años 2012 y 2014.

En lo que toca a la causa por el viaje a la Mariña lucense, el abogado del Pequeño Nicolás ha solicitado este lunes su absolución, argumentando que el acusado fue «un imitador que se quería relacionar con el poderoso» para saciar su «ánimo megalómano». En ese sentido, ha considerado que los hechos juzgados son «poco morales», lo que no quiere decir que constituyan un delito. «No estamos aquí para describir el perfil del Pequeño Nicolás, sino para saber si hay responsabilidad penal», ha señalado.

Por su parte, el fiscal ha mantenido la petición de siete años de prisión para el Pequeño Nicolás por haberse hecho pasar presuntamente por un cargo relacionado con la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real con el fin de reunirse con el presidente de Alsa, Jorge Cosmen. También sostuvo su solicitud de pena de once años de cárcel el letrado de la acusación popular, ejercida por la Asociación de Policía Municipal Unificada de Madrid.

De «tirarse el pisto» a presentarse como cargo oficial

En su declaración, Gómez Iglesias relató al tribunal que solo quiso sentirse «poderoso» y «tirarse el pisto», pero aseguró que nunca tuvo la intención de hacerse pasar por una autoridad. Psiquiatras forenses de los juzgados de Madrid ratificaron el informe que elaboraron en el 2018 para otra causa, en la que el Pequeño Nicolás fue absuelto de un delito de injurias y calumnias contra el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). En él concluyeron que padece un trastorno de la personalidad con «rasgos narcisistas» e «inmadurez» desde su adolescencia que, a su criterio, es «compatible» con la búsqueda de ampliación de poder que reconoció Gómez Iglesias.

Sin embargo, uno de los principales testigos en el juicio, el empresario Jorge Cosmen, sí aseveró que el acusado se le presentó como enlace entre el Gobierno y la Casa Real, y narró cómo recibió una llamada durante la comida que compartieron en el restaurante del Club Náutico de Ribadeo a la que respondió diciendo: «¿Vicepresidenta?».

Junto al Pequeño Nicolás están procesados en esta causa el cabo de la Policía Municipal de Madrid Jorge G.H. y el policía municipal de Torrijos (Toledo) Carlos P.L.D., que acompañaron a Gómez Iglesias en su viaje a Ribadeo. El fiscal, que solicitaba cinco años y medio de prisión por sendos delitos de usurpación pública y cohecho pasivo para cada uno de ellos, rebajó su petición, proponiendo que solo se les impute uno de esos dos delitos, no ambos.