Fernando Suanzes: «Galicia tendrá un fiscal especial contra la delincuencia económica»

«Un fiscal debe sentir, por encima de todo, la emoción y la pasión de pertenecer a una carrera maravillosa que ofrece la posibilidad de cambiar el mundo». Es lo que Fernando Suanzes Pérez (Ferrol, 1953) asegura que sigue sintiendo cada día que entra en su despacho de fiscal superior de Galicia, un cargo que ocupa desde el 2015 y que acaba de renovar por otros cinco años más. Agradece «el privilegio y el honor» que se le ha concedido al ser reelegido en la parte final de su carrera para «afrontar nuevos proyectos, como la modernización tecnológica, la ampliación de las plantillas y la potenciación de las especialidades». Está al frente de 147 fiscales y tiene por delante grandes retos. Junto a la diaria actividad judicial, los incendios forestales, la violencia machista, el medio ambiente o la protección de los más vulnerables están subrayados en su agenda, en la que también figura, destacada, la lucha contra la corrupción política.

-Hace seis años se marcó el reto de perseguir a los corruptos. ¿Ha cambiado algo desde entonces? ¿Hay menos corrupción?

-La última memoria de la Fiscalía gallega refleja un descenso progresivo de casos desde el 2015. Aquel año se incoaron 195 asuntos por corrupción, frente a los 140 del 2020. En los últimos años ha habido una catarsis social en torno a la corrupción, tanto en los ciudadanos como en los políticos, de manera que algunas prácticas que no eran de recibo y se toleraban, ahora ya no se admiten de ninguna forma.

-Pero sigue habiendo casos.

-La corrupción y la criminalidad organizada siguen afectando a la estructura del Estado. Es una gran preocupación de la sociedad, porque genera desconfianza y afecta a la convivencia democrática. Por eso hay que seguir combatiendo la corrupción con rigor. Es una de las prioridades de la Fiscalía autonómica.

-¿Habrá fiscal anticorrupción en Galicia?

-La Fiscalía General del Estado ha venido analizando la situación de Galicia en los últimos años, siempre con una sensibilidad especial hacia ese problema. Y la situación actual se centra en la creación de un fiscal autonómico delegado de delincuencia económica, que abarca más delitos que una fiscalía anticorrupción.

-¿Cómo afronta los próximos cinco años?

-El primer reto es recuperar el tiempo perdido por la pandemia, volver a la normalidad y agilizar los procedimientos. Y me preocupa especialmente la defensa de los colectivos vulnerables y la formación de los fiscales, pues va a ser fundamental en los próximos años, en los que habrá importantes cambios en las funciones de la Fiscalía. También considero relevante potenciar las fórmulas de resolución de conflictos, como la mediación, de forma que se pueda paliar la exagerada lentitud que a veces vemos en los procedimientos.

-¿Cómo se hace eso?

-Se trata de lograr una Fiscalía más moderna y cercana al ciudadano, comprometida con valores como la transparencia y la igualdad. Que sea útil y constructiva, que aporte soluciones y sepa adaptarse a las nuevas realidades.

-La modernización digital es clave en el ámbito judicial.

-La transformación digital tiene un gran valor estratégico y operativo. En las fases más intensas del estado de alarma en la Fiscalía de Galicia se pudo trabajar en teletrabajo por parte de fiscales y de muchos funcionarios.

-¿Qué planes tiene la Fiscalía para hacer frente a la lacra de la violencia machista?

-En Galicia, la estadística indica que en el año de la pandemia hubo un descenso del 40 % en los delitos incoados. Pero venimos de una semana en la que hubo tres muertas más en España, que ya tiene una cifra terrible, de 1.092 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde el año 2003. Es una lacra y el compromiso de la Fiscalía y de todo el entorno judicial en la lucha contra la violencia sobre la mujer es absoluto. Vamos a seguir trabajando con la Xunta y los decanatos de las siete ciudades para proporcionar una asistencia integral a las víctimas.

-¿Y contra los incendios forestales de cada verano?

-También ha habido un descenso de los casos, lejos de los devastadores incendios del 2006 y del 2017. Pero sigue siendo un tema muy preocupante para Galicia, en su vertiente imprudente o dolosa, y que ha causado graves daños ecológicos, económicos y sociales, incluso pérdidas humanas. Debemos seguir cooperando con los servicios de la Xunta, con la Policía Judicial y con los órganos judiciales. Es otro objetivo prioritario, y es necesario dotar de más medios a las secciones especializadas de las fiscalías provinciales.

-Se anuncian muchos cambios. ¿Cómo será el fiscal del futuro?

-Es una buena pregunta. El Ministerio Fiscal está en un proceso de transformación permanente. La evolución de la sociedad a la que sirve supone la aparición de nuevas formas de actuación procesal que, a corto plazo, se concretarán en la asunción de la instrucción de las investigaciones por parte de los fiscales. Los últimos Gobiernos apuestan por la figura del fiscal instructor, pero he de decir que los anteproyectos parten de una cierta desconfianza hacia el fiscal, lo que significa que lo van alejando de la toma de decisiones, del mando y de la dirección del procedimiento al estar siempre mediatizada su actuación por el juez de garantías.

Fernando Suanzes se consolida al frente de la Fiscalía Superior de Galicia

José Manuel Pan

«La gran mayoría de las personas nunca han tenido contacto con la Fiscalía»

Suanzes está empeñado en ofrecer una imagen de la Fiscalía más cercana al ciudadano, más transparente y con una estrategia de comunicación institucional que permita que se conozcan cuáles son sus funciones. Está convencido de que «es necesario hacer visible el trabajo y los valores del Ministerio Fiscal. Es también un deber y una responsabilidad», asegura.

-¿Cree que la sociedad conoce cuál es el trabajo que realizan los fiscales?

-La gran mayoría de las personas no tienen en su vida contacto con la Fiscalía. Y la única información que les llega sobre nuestro trabajo es a través de los medios de comunicación. De ahí la importancia de que exista una estructura que permita ofrecer una información veraz, objetiva y ágil de la labor que realizamos los fiscales.

-¿Cómo definiría la labor de un fiscal en la sociedad actual?

-Diría que el fiscal debe ser un trabajador motivado y que tenga capacidad para trabajar en equipo, y que siempre sea consciente de su responsabilidad como garante de la legalidad. Un fiscal es un servidor público que debe cumplir su función en la sociedad con exquisito rigor, con independencia y con imparcialidad. Pero, repito, por encima de todo debe sentir la emoción de sentirse fiscal. Solo así se puede garantizar su imparcialidad y la defensa de la legalidad y de los derechos de los ciudadanos.

-Quizás el ciudadano solo asocia al fiscal con su actividad en los juicios, con la persona que acusa en un proceso penal.

-Pero la Fiscalía tiene muchas más funciones que las del ejercicio exclusivo del derecho de castigar y de la defensa de la legalidad y el interés público. La labor del fiscal se ha ido ampliando en los últimos años hacia la defensa de los derechos institucionales y hacia una serie de funciones destinadas a la protección de las personas con discapacidad, de los mayores, de los consumidores...

-Habla usted de mejorar las condiciones de trabajo de los fiscales.

-Sería bueno ampliar las plantillas para tener ratios más acordes con las de países del entorno. Los fiscales afrontamos un volumen de trabajo muy importante y es una profesión en la que no existen los horarios. Los fiscales, y también los jueces, siempre nos llevamos trabajo para casa. ¿Si tienes un juicio un lunes, cuándo lo preparas? Pues el sábado o el domingo.

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