
La Guardia Civil advierte del aumento de delitos a través de Internet
30 may 2021 . Actualizado a las 14:04 h.Casi siete mil estafas en tres meses en Galicia. Los datos de criminalidad que maneja el Ministerio del Interior respecto a la comunidad revelan un cambio de tendencia en la delincuencia, marcada en muchos casos por las restricciones de movilidad durante el estado de alarma, pero también por el aumento de los delitos asociados a las nuevas tecnologías. Esto es lo que más preocupa. No es un fenómeno pasajero. «Los timos y las estafas que antes se cometían en la calle ahora se realizan desde otro mundo, el de Internet», señala Alberto, sargento del equipo de Estafas de la Guardia Civil de A Coruña. Cree que sigue habiendo los mismos delitos y los mismos delincuentes, pero se han trasladado a las nuevas tecnologías. «Tanto el que hurtaba en un comercio como el que secuestraba no han desaparecido, se han trasladado a Internet», explica el experto. Sin embargo, los datos de Interior revelan que en esos tres meses (enero, febrero y marzo) cayó de forma espectacular el número de robos en domicilios, uno de los tipos delictivos que más preocupa a la sociedad. Pero eso también tiene una explicación.
«Los que no podían salir a robar o a estafar durante la pandemia porque las calles estaban vacías, y era fácil que alguien alertase de su presencia, se dieron cuenta de que, sentados en un sofá y delante de un ordenador o con un móvil, eran capaces de hacer lo mismo que antes, pero sin tener que ir a casa de nadie a engañarlo con el arreglo del calentador», indica el sargento. «Han descubierto que pueden vender móviles que no tienen y perros que no existen. Son las mismas formas de engañar, pero a través del teléfono, de un wasap o de un correo electrónico», agrega. Y el riesgo no existe, porque si la estafa no se materializa nadie denunciará el intento.
Las estafas y los delitos económicos han aumentado un 87 % respecto a los tres primeros meses del 2020, señala el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, que apunta otro dato preocupante. El mayor incremento, de un 130 %, se ha registrado en las estafas bancarias. Ese tipo delictivo tiene mucho que ver con la actividad de organizaciones criminales que trafican con datos de cuentas bancarias, de tarjetas de crédito y de datos personales para cometer delitos económicos a gran escala. Todo se hace a través de las nuevas tecnologías. La estafa comienza cuando el timador solicita a la víctima, por correo, por teléfono o por mensaje de móvil, el envío de un número de cuenta, de una tarjeta o del DNI. Esos datos son fundamentales para esas organizaciones. El especialista de la Guardia Civil alerta de que a veces son supuestos empresarios que ofrecen un trabajo los que piden los datos del DNI con los que las mafias trafican para crear cuentas bancarias a nombre de las víctimas, que conocerán el engaño cuando la organización decida mover el dinero.
«Están creando cuentas a nombre de trabajadores que nunca llegan a trabajar porque no existe el empleo ni la empresa, pero que han dado sus datos. Con esas cuentas cometen estafas y mueven el dinero ganado en otras operaciones delictivas», explica el sargento. El delito es global. Hay organizaciones que actúan en Galicia pero están en Brasil, en África o en países del Este.
«No dar nunca el DNI a través de Internet o del móvil». Es el primer consejo de la Guardia Civil, porque «no se puede asegurar que la persona con la que se contacta es quien dice ser».
«El delincuente es el mismo de siempre, pero se ha pasado a las redes sociales»
Los investigadores policiales tienen muy claro que las nuevas tecnologías han modificado el perfil del delincuente. «Es el mismo que antes, pero se ha pasado a las redes sociales. Si puede cometer el delito desde casa, para qué va a salir si puede obtener un rendimiento igual o mayor», explica el sargento del equipo de lucha contra las estafas.
El especialista cita una serie de advertencias para evitar en lo posible caer en las redes de los estafadores a través de Internet. Repite que no hay que ceder nunca datos personales ni números de cuenta en páginas web. Lo primero que hay que hacer es desconfiar y hacer unas mínimas comprobaciones previas. Por ejemplo, si el banco nos envía un correo reclamando algún dato o código numérico, el primer consejo es llamar al banco antes de hacer nada. Y una máxima que aporta el investigador para tener en cuenta en las redes: «Todo lo urgente puede ser sinónimo de estafa. Ni la DGT, ni la policía, ni el banco te van a meter prisa mediante un correo electrónico».
Coinciden en la preocupación en la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI), y apuntan datos que no se deben compartir nunca por Internet. Por supuesto, nada de fotos de menores ni imágenes comprometedoras, pero tampoco el correo electrónico ni el teléfono, que suelen entregarse sin ninguna precaución para registros en sitios web aparentemente inofensivos. «Si los compartimos libremente por Internet nos exponemos a ser víctimas de todo tipo de ciberataques basados en la ingeniería social», alertan desde ese departamento del Instituto Nacional de Ciberseguridad.