Los transportistas temen quedarse descolgados de los descuentos en la AP-9

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Un camión aproximándose a un peaje de la AP-9
Un camión aproximándose a un peaje de la AP-9 CESAR QUIAN

Advierten que la autopista les penaliza y exigen rebajas efectivas

22 may 2021 . Actualizado a las 10:48 h.

Restan menos de seis semanas para que se alcance el mes de julio, la fecha que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, marcó para que los peajes de la AP-9 pesen menos en los bolsillos de los conductores gallegos. Las rebajas y bonificaciones que se aplicarán a los vehículos ligeros están definidas y se conocen en su mayoría, pero las de los transportes pesados solo se ha indicado que tendrán un trato acorde con su presencia en el tráfico del vial de pago (supuso un 10 % el año pasado).

Esa falta de concreción está generando temor en el sector del transporte gallego, que teme quedar relegado en la aplicación de las rebajas a los peajes de la autopista, pese a que recorrer la AP-9 de norte a sur y volver les cueste ya 97,5 euros, sin posibilidad de aprovechar ninguno de los descuentos existentes hasta ahora.

«A autoestrada do Atlántico vén sendo un serio problema para as empresas galegas, posto que o seu custe impacta fortemente na competitividade dos nosos portos, das nosas empresas de transporte e das nosas industrias», indican en un manifiesto conjunto el Clúster da Función Loxística de Galicia, la Federación Galega de Transportes de Mercancías y la Asociación Empresarial de Transporte de Mercadorías por Estrada de Galicia. Las tres organizaciones le reclaman desde hace dos semanas al delegado del Gobierno en Galicia una reunión para expresarle su temor, la relevancia del sector del transporte en Galicia y que haga llegar sus demandas al Ministerio de Transportes.

Buena parte del PIB gallego

Tras advertir que representan a más de 5.000 empresas que suman una facturación anual conjunta de más de 8.000 millones de euros, dichas organizaciones subrayan que el coste de la AP-9 «é unha penalización que non están sufrindo outros territorios de España nos que se sitúan marcas competidoras». Añaden que Galicia soporta a mayores las concesiones de autopistas más largas de todo el país, 75 años en el caso de las dos de titularidad estatal, además de incrementos de precios acumulativos como los que se aplican a la AP-9 para compensar a su concesionaria los gastos asumidos por las obras de ampliación del puente de Rande y la circunvalación de Santiago. «Temos unha das peaxes máis caras de España e ademais no 2029 o 40 % dos quilómetros de autoestradas de peaxe de España estarán situados en Galicia», indican las tres organizaciones.

«No tenemos ninguna alternativa para mover mercancías, pues el tren, desgraciadamente no es una opción real en Galicia», señala Iago Domínguez, gerente del Clúster da Función Loxística. «Los peajes son un problema para las empresas gallegas ya que les cuesta más poner sus mercancías en el mercado», añade, argumentando la paradoja de que los costes de mover un transporte entre A Coruña y Vigo sean los mismos que hacerlo desde Benavente, lo que puede animar a cualquier firma a deslocalizarse para evitar los peajes de la AP-9. Los estudios que manejan dichas organizaciones identifican a la autopista gallega como la única de España de más de 100 kilómetros de extensión que no ofrece descuentos a los transportes pesados.

En el año 2015 el entonces Ministerio de Fomento implantó bonificaciones a los camiones a modo de experimento en siete autopistas, entre ellas el tramo Vigo-Tui de la AP-9. Las rebajas llegaron al 35 % del peaje, pero la existencia de una autovía paralela entre las dos localidades hizo que apenas hubiese trasvase de tráfico de uno a otro vial.

Cada euro de peaje que se aplique a las autovías alejará a Galicia dos kilómetros

A la preocupación por los peajes de la AP-9, los transportistas suman la generada por la propuesta de implantar el cobro también en las autovías. Estiman que cada euro que tuvieran que pagar de peaje sería como sumar un coste equivalente a recorrer dos kilómetros más. «El mayor coste del transporte se trasladaría de eslabón a eslabón de la cadena: de los cargadores a los productos y al final, al consumidor», indica la Asociación de Empresas del Gran Consumo, que agrupa a más de 30.000 compañías españolas. Aecoc calcula que de aplicarse dichos peajes los costes del transporte subirían entre un 9 y un 13 %. «Sería un nuevo impuesto a las mercancías», dicen.

Antonio Señarís, presidente de la Federación Empresarial de Transportes de Mercancías por Carretera de Galicia mantiene que el problema no sería repercutir en un camión que transporta 24.000 briks de leche los 70 euros que pueda llegar a pagar por cruzar España. «Sería un céntimo por cartón. Pero esa leche está sometida a varios transportes previos y posteriores hasta llegar al consumidor, lo que hará subir su precio, como le pasará al combustible, lo que llevará a un encarecimiento mayor en toda la cadena logística», a mayores indica. El secretario técnico de la Federación Nacional de Asociaciones de Transportes de España, Juan José Gil, pone el acento en las exportaciones. «España vende producción verde, con bajo valor en origen, por lo que los peajes tendrán mucha repercusión dado su escaso margen de maniobra», concluye.