El Gobierno sostiene «a día de hoy» que las rebajas en la AP-9 llegarán en julio

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Peajes en la AP-9 a su paso por Pontevedra
Peajes en la AP-9 a su paso por Pontevedra RAMON LEIRO

Los descuentos dependen de que valide un real decreto antes de seis semanas

21 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Faltan apenas seis semanas para julio, el mes en el que el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, marcó como inicio de unas «rebajas históricas» en los peajes de la autopista AP-9. Y los plazos están más que ajustados para poder cumplir con esa fecha. Falta acabar de negociar con la concesionaria términos del acuerdo como las bonificaciones a los transportes pesados o restar de los ingresos parte del tráfico inducido que ganará Audasa gracias a las bonificaciones y bajada de tarifas. Cuando se selle el pacto, el Ministerio de Hacienda tendrá que dar luz verde, lo mismo que el de Transportes. Y cuando pase por la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno, se convertirá en real decreto para que le dé el visto bueno el Consejo de Ministros y ordene su publicación en el Boletín Oficial del Estado.

Una carrera administrativa que hace temblar los plazos establecidos por el propio ministro en su última visita a Galicia el mes pasado, y que incluso el presidente de la Xunta pidió públicamente adelantar a finales de junio para que se puedan aprovechar desde el arranque del verano.

Pese al poco tiempo que resta para que se cumpla el horizonte establecido, fuentes del Ministerio de Transportes aseguraron ayer que trabajan con el referente de julio para implantar la medida que llevará las tarifas de la AP-9 a la mitad en los viajes de vuelta realizados en 24 horas, como medida estrella. «A día de hoy se mantienen los plazos estimados», señalan voces recabadas entre la cúpula ministerial, que mantiene reuniones semanales con la concesionaria para ultimar el acuerdo y no dejar vías que propicien un posible conflicto legal con Audasa. Hay precedentes: la concesionaria ya ha ganado el pleito que interpuso tras haber decidido unilateralmente el Gobierno de Mariano Rajoy reducir a la mitad lo que abonaba a la empresa a cambio de no cobrarle a los automovilistas en Rande y A Barcala.

El Ejecutivo central ha expresado su intención de que el acuerdo al que llegue con Audasa sea estable y dure hasta el final de la concesión en agosto del 2048.

Aunque las rebajas de la AP-9 han motivado dos reuniones este año entre el presidente de la Xunta y el ministro de Transportes, y ambos quedaron avanzar sobre la planificación de dichas bonificaciones, fuentes del Gobierno gallego aseguran que nada más han sabido sobre este asunto desde la visita de Ábalos a Santiago.

 Así serán los descuentos que se preparan en la AP-9

El gran cambio al que aguarda Galicia en la AP-9 es el de la eliminación de sus peajes para los conductores de vehículos ligeros que retornen por el mismo tramo en menos de 24 horas desde la realización del desplazamiento de ida. El único requisito es el de contar con un dispositivo de telepeaje para poder cargar los cobros.

Un conductor que vaya de Ferrol a Tui por la tarde y retorne a la mañana siguiente paga ahora nada menos que 44,60 euros. Cuando entren en vigor las bonificaciones, le costará 22,30. O incluso menos, porque los que acumulen al menos 20 viajes al mes, independientemente del tramo de la autopista, obtendrán un 20 % de descuento extra. Se les denominará usuarios «superrecurrentes». Y si continúa entre Vigo y Tui por la AP-9, aún contara con un 50 % adicional en ese tramo. Es decir, que el citado viaje entre Ferrol y Tui costaría al final 16,24 euros si se cumplen todos los requisitos, que en todo caso aún queda por concretar y anunciar de manera oficial. La Xunta solicitó rebajas a mayores para familias numerosas y tarifas más bajas de madrugada.

El debate sobre la transferencia no se inicia y suma doce aplazamientos

La transferencia de la AP-9 sigue sin avanzar en el Congreso. La Mesa de la Cámara baja ha acordado otra semana de aplazamiento y van doce desde que se acordó en febrero impulsar por vía urgente la tramitación de su traspaso a la Xunta. Esa urgencia no ha servido aún siquiera para que se constituya la ponencia encargada de plantear un texto legal al pleno del Congreso. Este aún tendrá que ser sometido a enmiendas, votarse, pasar por el Senado y llegar a la comisión de negociación entre Gobierno y Xunta. Más de un año pues.