La alta velocidad conectará con Barajas desde la estación adonde llegarán los AVE gallegos

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Los viajeros del AVE tendrían acceso directo al área de facturación y embarque de la t4 de Barajas, sin necesidad de hacer transbordos ferroviarios de cercanías
Los viajeros del AVE tendrían acceso directo al área de facturación y embarque de la t4 de Barajas, sin necesidad de hacer transbordos ferroviarios de cercanías A. Pérez Meca

En una primera fase, trenes bitensión de larga distancia utilizarán la línea de cercanías que conecta Chamartín con el aeropuerto. El ADIF, mientras, prepara el proyecto para una conexión específica de alta velocidad

15 sep 2022 . Actualizado a las 21:45 h.

No es exactamente una rectificación, aunque lo parezca. Hace unos meses, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, fue interpelado por el viejo proyecto de conectar el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas con la red de alta velocidad. Vino a decir entonces que esa posibilidad no era una prioridad, sin saber que el ADIF trabajaba desde hace tiempo en un proyecto para que los trenes de alta velocidad llegaran a la estación ferroviaria del aeropuerto más importante del país, donde los convoyes de cercanías ya realizan paradas desde septiembre del 2011, precisamente desde la terminal de Chamartín, la estación madrileña adonde llegarán los AVE procedentes de Galicia. Los viajeros de esos trenes apenas tienen que subir por unas escaleras mecánicas o un ascensor para acceder a las áreas de facturación y embarque de la T4.

En una visita a la feria de turismo Fitur, Ábalos anunció justo lo contrario de lo que dijo hace unos seis meses. «La alta velocidad llegará a Barajas», proclamó, en línea con la apuesta de su departamento por la intermodalidad entre el avión y el ferrocarril de larga distancia. Se trata de la primera apuesta seria en la colaboración entre ambos modos de transporte, en un país que diseñó sus infraestructuras como compartimentos estancos. Y ello a pesar de que desde hace tiempo existen billetes combinados de tren y avión. La idea es reforzar al gran aeropuerto madrileño como un gran hub internacional, para que absorba también a los viajeros de tren con mayor comodidad que en la actualidad, sin necesidad de realizar transbordos, siendo la parada en Barajas una estación termini para algunas frecuencias.

 Este proyecto se acometerá en varias fases y la primera de ellas beneficiará directamente a los viajeros gallegos, pues a corto y medio plazo se plantea que algunos servicios de alta velocidad puedan continuar desde Chamartín al aeropuerto compartiendo la línea de Cercanías que ya lleva diez años en funcionamiento. Para ello se emplearán trenes bitensión, pues la electrificación de la alta velocidad y de las cercanías se desarrolla con tensiones diferentes. Este año también se pondrá en marcha el túnel que une las vías de alta velocidad de Chamartín con las de Atocha, por lo que los trenes procedentes del sur también podrían beneficiarse de esta iniciativa. Las obras necesarias para esta conexión preliminar con Barajas se licitarán el año que viene.

Entre la estación de Chamartín y Hortaleza, tramo que discurre en superficie, solo se dispone de vías de ancho ibérico. Sin embargo, desde Hortaleza hasta la T4, tramo que discurre en túnel, ya hay dos vías de ancho mixto que permitirían que se utilizara también por los servicios de ancho estándar de alta velocidad. Para ello se debe ejecutar una nueva infraestructura en este ancho desde Fuente la Mora hasta Hortaleza.

En paralelo, el ADIF ya está trabajando en los proyectos para construir a largo plazo una conexión de alta velocidad específica con el aeropuerto. Parece que los análisis preliminares de demanda y rentabilidad socioeconómica animan a afrontar la elaboración de un estudio informativo que sirva como base para el proyecto. Para esta futura conexión independiente de alta velocidad todavía no hay plazos. La medida es coherente también con la intención del Gobierno de limitar los vuelos nacionales, en línea con lo que ya está implementando Francia.

Si el AVE ya era una amenaza evidente para el tráfico de los aeropuertos gallegos, muy dependientes de los vuelos con Madrid, este proyecto puede aumentar aún más el efecto de la competencia del tren, pues ni siquiera sería necesario coger un vuelo en Galicia para enlazar con otro internacional en Madrid.