Lucas, Martín, Noa y Martina se mantienen también entre los nombres preferidos para bebés, en una comunidad donde dominan el registro Manuel, José, María del Carmen y María
20 may 2021 . Actualizado a las 19:49 h.Galicia sigue la moda antroponímica estatal. Los nombres preferidos para los nacidos durante el 2019 son prácticamente los mismos que dominan la suma de todos los registros civiles de España. Si la natalidad aumentase algo su signo descendente, cada día se llegarían a registrar un Mateo y una Sofia, los nombres más recurrentes en Galicia en el último año analizado por el Instituto Nacional de Estadística, que ha actualizado este jueves. El primer nombre se puso a 280 niños en toda la comunidad, y el segundo a 208 niñas en un año.
Mateo ya ocupó el primer puesto en el 2018 también, siendo el segundo en el 2016 y el tercero en el 2017. Sofía, por su parte, no tiene rival desde el 2016, acumulando el registro más de mil designadas con ese nombre en tan solo cuatro años. A ambos les siguieron en el último año desglosado estadísticamente Lucas y Martín en los niños, y Noa y Martina, entre las niñas. El ránking estatal está encabezado por Hugo, Martín, Lucas y Mateo, así como por Lucía, Sofía, Martina y María.
Entre los diez nombres de mayor preferencia para los últimos recién nacidos siguen sin aparecer los exclusivamente gallegos, designaciones no existentes en ningún otro idioma. Pero si se abre el abanico por décadas y a los veinte nombres más utilizados ya surgen con cierta presencia en la del 2010-2019 nombres como Iago y Brais, que llegan al 13 % de los nacidos en ese tiempo en la provincia de A Coruña; Anxo supone el 15 % de los de Lugo; Uxía, el 17 % en Ourense, o Iria supera el 12 % en Pontevedra, además de ser también destacable el número de niños a los que se les ha puestos entre otros nombres los de Xoel, Uxía, Antía y Sabela.
La apuesta autóctona sigue siendo sin embargo más decidida en Cataluña y el País Vasco. Los catalanes colocan hasta siete nombres exclusivos de su lengua entre los diez primeros de ambos sexos y los vascos suben la apuesta con ocho en el caso de los pequeños y seis en el de las recién nacidas.