Las cifras son incontestables: a menor velocidad, menos gravedad
16 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.Conductores de todas las ciudades y villas gallegas, y del resto de España, se están acostumbrando estos días a circular a 30 kilómetros por hora por las vías urbanas. En Pontevedra no. En la ciudad del Lérez esa limitación lleva diez años vigente. Fue, como recuerda el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), «unha decisión política» tomada en el año 2011. Era la continuación natural de la peatonalización del centro urbano y de la reducción del tráfico en el corazón de la ciudad, medidas que comenzaron implantarse en 1999, que han transformado la ciudad y que han llevado a Pontevedra a obtener numerosos premios internacionales.
Pero el mejor premio, como subraya el regidor, es haber reducido a cero la siniestralidad mortal. La última víctima por accidente de tráfico o atropello en las vías urbanas de Pontevedra se produjo en el 2011. Curiosamente, el mismo día en que Lores recogía en Córdoba un premio de la DGT a la mejor iniciativa urbana en favor de la seguridad vial y pocas semanas antes de hacer efectiva la velocidad 30. Un hombre de 81 años fallecía al ser atropellado por una furgoneta de reparto en las inmediaciones del puente de Los Tirantes, en un paso de peatones.
«Xa hai moito tempo que se sabe que unha redución drástica da velocidade nos espazos urbanos reduce a mortalidade e a violencia viaria en xeral de forma espectacular —apunta Lores ahora que se ha implantado la velocidad 30 en todas las ciudades—. O Concello de Pontevedra tomou a decisión hai dez anos, e os resultados que obtivemos son absolutamente espectaculares».
Los datos así lo demuestran. No solo en el numero de fallecidos, sino también en el de siniestros en las calles del centro que precisan intervención policial (531 en el 2011, 351 el año pasado); en el de heridos leves (de 171 a 77); y en el de lesionados graves, es decir, que requirieron ingreso hospitalario: de una media de 140 hace veinte años se pasó a 21 en el 2011 y a apenas cuatro en el 2020.
Lores aplaude que la reducción de la velocidad se haya extendido a todas las ciudades, pero sigue reclamando, como lleva haciendo veinte años, «valentía aos responsables políticos» para seguir avanzando en este camino. Porque el alcalde de Pontevedra recuerda que no se trata solo de poner señales limitando la velocidad. «É necesario deseñar as cidades para obrigar a cumprir esa limitación —explica—: obstáculos en la vía pública como lombos salvavidas, pasos de peóns elevados, estreitamento de carrís... Medidas físicas que fan que esa velocidade sexa real na práctica sen ter a necesidade de implantar outras, como controis ou radares, que nós cremos que non son tan efectivas».
Esa velocidad 30 en Pontevedra se traduce en más de 230 pasos de peatones sobreelevados, mesetas en la calzada popularmente llamadas lombos, que permiten dar continuidad a las aceras «indicándolles aos condutores que son eles os que invaden o espazo peonil e non ao revés». También se han ido construyendo en toda la ciudad rotondas de distinto radio (ya hay en torno a 35), que se emplean como elementos organizadores del tráfico en los cruces y para moderar la velocidad en los tramos que lo precisaban. Y se han reformado la práctica totalidad de las vías urbanas reduciendo la anchura de los carriles de circulación al mínimo imprescindible para fomentar una conducción más prudente.
A 10 por hora en las zonas de coexistencia y posibilidad de bajar a 6
Si ya fue pionera con la zona 30, el año pasado Pontevedra avanzó otro paso y entró en vigor una nueva ordenanza de «mobilidade amable» que reduce aún más ese límite de velocidad, dejando en 10 por hora el máximo para circular por las calles y zonas de plataforma única, que son espacios de coexistencia entre peatones y vehículos. La idea es adecuar el tránsito de los vehículos —sean cuales sean, desde coches hasta bicicletas o patinetes eléctricos— al ritmo de un peatón. En los accesos a estas zonas ya hay señales advirtiendo de tal limitación. La ordenanza contempla también que en los espacios de preferencia peatonal la limitación sea 6 por hora, si bien esa medida no se ha aplicado por el momento.