El centro de salud de A Guarda se queda sin la mitad de la plantilla de médicos por cuatro bajas sin cubrir

Monica Torres
mónica torres A GUARDA / LA VOZ

GALICIA

Cuatro médicos de familia deben duplicarse a diario porque hay ocho cupos

13 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En A Guarda no hay suficientes médicos de familia para atender a la población y esta situación, que se prolonga desde hace más de un año sin visos de solución, provoca cuadros de ansiedad, de agotamiento físico y roces con los pacientes, que sufren los que trabajan a diario en el centro de salud. Cuatro médicos de familia han de duplicarse a diario porque hay ocho cupos. «Estamos saturados, abrumados e non vemos saída. Ás veces estivemos tres, cinco, agora catro, pero nunca os oito que debería haber», explica Álvaro Lamas.

No ven salida ni él ni sus compañeros ni los usuarios. Pero tampoco el Sergas. «Hay cuatro ausencias largas y para el Sergas es imposible cubrirlas porque no hay médicos en las listas de contratación», confirma la Consellería de Sanidade. Una fuente oficial apunta que «se ha hecho un esfuerzo organizativo para prestar la mejor atención posible con los recursos disponibles, con prolongación de jornadas, centralizando la atención por la mañana y reforzando el PAC por la tarde con un médico más». El Sergas muestra su «agradecimiento a los profesionales por su colaboración para que en estas circunstancias se dé la mejor atención posible a la ciudadanía».

Pero este reconocimiento no les llega a los profesionales, en primera línea de atención a los pacientes. Ellos urgen una solución y, al igual que los vecinos de A Guarda, ya hablan de un problema de salud pública derivado de la falta de profesionales. «Es la pescadilla que se muerde la cola», apunta Julio Portela, otro de los médicos de familia del centro. Y es que, no solo es que no haya médicos en las listas de contratación sino que A Guarda es el destino del que más se escapa, aseguran, «por las consecuencias en la calidad de la atención por la sobrecarga de trabajo y porque es el lugar peor comunicado con Vigo». Tanto es así que «dos médicos tuvieron que abandonar sus respectivas consultas por crisis de ansiedad y otros dos se prejubilaron un año antes de cuando les correspondía porque no podían aguantar más esta situación, lo estaban pasando mal». Tras meses estirando su vocación, profesionalidad y humanidad para capear la falta de medios y personal, hablan también de frustración, «porque nos impoñen barreiras na atención» y advierten de que «a situación só pode ir a peor porque no verán a poboación de A Guarda triplícase e xa non é só o número de tarxetas sanitarias senón que é unha poboación envellecida». Saben que, en breve, se irán dos y se incorporan otros tres, pero tampoco dan los números, pues habrá profesionales de vacaciones en verano.

«Hai gran tensión porque as persoas senten medo, e así agrávase calquera enfermidade»

«Hai que mellorar as condicións de contratación e incentivar o traballo na Guarda como puntuación para unha oposición. Non nos vale que nos digan que non hai médicos, porque están a deteriorar a calidade da atención e a saúde da xente e a nosa», apunta Lamas. Parece que el deterioro comenzó hace ya meses, porque las consecuencias del estrés que acusan profesionales y pacientes ha tensado en demasiadas ocasiones la convivencia. «Eu estou a recibir chamadas seguido e hai unha gran tensión porque as persoas senten medo, chaman e son vulnerables porque non saben o que lles pasa e se senten soas. Esta situación agrava calquera enfermidade e pagámola nós», explica la celadora Eva Deza.

En pediatría tampoco hay tregua. «Somos dos pero desde septiembre estuve sola y la otra plaza no se cubrió hasta abril», explica la pediatra Carmen Mosquera visiblemente molesta porque los pacientes los culpan a ellos. Ahora están las dos de A Guarda, pero ha entrado de baja la que en el centro atiende a todos los niños de O Rosal y Oia. En A Guarda hay una plataforma en defensa de la sanidad para intentar buscar soluciones.