Las ventajas de los nuevos límites de velocidad: Menos ruido, menos contaminación y similares velocidades medias

Mónica Pérez Vilar
monica p. vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Límite pintado en la calle Pena Trevinca de Ourense
Límite pintado en la calle Pena Trevinca de Ourense Miguel Villar

Más allá de aumentar la seguridad vial, los expertos en movilidad destacan que el 30 por hora en las ciudades tendrá varias repercusiones positivas

11 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Son conscientes de que los nuevos límites serán recibidos con reticencias por muchos conductores, pero los expertos en movilidad tienen claro que las pros de la medida ganan a los contras. «Suporá vantaxes en termos de seguridade, de accesibilidade, de mobilidade e ata de saúde», resume Gael Sánchez, director técnico del gabinete de estudios territoriales avanzados Terravanza

La mejora de la convivencia con otros sistemas de movilidad, como ir a pie o en bicicleta es uno de los puntos fuertes. Circular será más seguro para peatones y ciclistas, pero además «menores velocidades implican menos espacios necesarios para el tráfico» destaca Javier Vázquez, responsable del departamento de movilidad y transformación urbana de la empresa de ingeniería Eptisa. Esto permitirá reorganizar el espacio público, mejorando las áreas destinadas a caminar o circular en bici, así como las zonas humanizadas para disfrute de la ciudadanía.

Al mismo tiempo, la limitación de velocidad puede favorecer un trasvase hacia otras formas de movilidad más sostenibles, al desincentivar el uso del vehículo particular. «Se o coche particular perde a vantaxe que tiña, a da inmediatez, e se equipara máis en tempos a camiñar ou ao transporte público, pode producirse un reequilibrio, e que máis xente opte por prescindir do coche» reflexiona Sánchez.

De todos modos, ambos expertos destacan que las velocidades medias no se verán demasiado afectadas. Apuntan que con el límite en 50 kilómetros por hora, la media en ciudad venía siendo de 18-22 kilómetros por hora, debido a que no se trata de un tráfico fluido, como en carretera, sino marcado por continuas paradas. Con la bajada del límite a 30, se estima que la velocidad media pasa a 16-20 kilómetros por hora. «O que se gana é que hai menos aceleróns e frenazos, circúlase en velocidades máis uniformes», indica Gael Sánchez. Esto redunda en menos ruido y menos contaminación, otra de las ventajas que tanto él como Vázquez atribuyen a las nuevas limitaciones.

Eso sí, Javier Vázquez advierte que para que se cumplan los nuevos límites no bastan las señales. La medida debe ir acompañada de una transformación acorde de los espacios urbanos «incluíndo elementos que calmen o tráfico e disuadan das altas velocidades».