Tráfico reduce a 30 desde este martes el límite en las calles de un carril por sentido

GALICIA

Operarios cambiando la señalización en Santiago este lunes
Operarios cambiando la señalización en Santiago este lunes XOAN A. SOLER

La velocidad será de 20 en calzadas compartidas entre coches y peatones

11 may 2021 . Actualizado a las 22:19 h.

«A más de 30 kilómetros por hora es imposible garantizar la seguridad de los peatones». Este es el principal motivo de la Dirección General de Tráfico para intervenir de forma tan decidida en el ámbito urbano y limitar las velocidades máximas en ciudades y pueblos, una medida que entrarán en vigor este martes, día 11 de mayo. Será la mayor transformación en seguridad vial desde que en el 2006 se puso en marcha el carné por puntos, y la DGT la lleva adelante de la mano de los ayuntamientos, que son los que le han pedido un paraguas normativo para poder aplicar esas nuevas limitaciones de velocidad. De hecho, la DGT y la Federación de Municipios y Provincias (FEMP) han elaborado una guía en la que se da respuesta a las preguntas más frecuentes de los responsables municipales para la aplicación de las nuevas velocidades en sus calles.

A partir de este martes habrá tres límites máximos de velocidad en el ámbito urbano, que hasta ahora era de 50. Ese tope se mantiene para las avenidas de dos o más carriles por sentido de circulación, pero el resto de las calles, que son la mayoría, tendrán nueva limitación. En Galicia, ciudades y pueblos se han ido adelantando a los cambios y en muchos casos ya están aplicando las nuevas normas desde hace meses.

calles de un solo carril

30 kilómetros por hora. Es el límite reservado para las calles de un solo carril por sentido de circulación. Son la mayoría de las vías que hay en pueblos y ciudades, y en ellas la velocidad máxima de circulación será de 30 a partir de ahora. Los cálculos de la DGT aseguran que la aplicación de este nuevo límite permitirá reducir en un 80 % el riesgo de que un peatón muera atropellado. «En un atropello a 50 kilómetros por hora, el 50 % de los peatones mueren. A 30 por hora, el porcentaje baja al 10 %», argumentan desde Tráfico.

Conocen bien esos porcentajes en Pontevedra, ciudad pionera en España en la reducción de la velocidad en su casco urbano. Hace diez años que la limitó, y desde entonces no se ha producido un solo siniestro mortal en el espacio urbano de la capital pontevedresa.

En Galicia hay más de 30.000 calles, y la mayoría son de un carril por sentido. Para los efectos de la contabilización de carriles no se tendrán en cuenta los reservados a determinados usuarios o al transporte público. Eso quiere decir que, por ejemplo, si hay dos carriles y uno es un carril bus, la norma para el otro sería la de 30 por hora.

con plataforma única

20 kilómetros por hora. Es la velocidad máxima a la que se podrá circular por esas calles, denominadas de plataforma única porque coches y peatones comparten el espacio sin que existan aceras a distinto nivel. En algunas de esas calles hay separaciones físicas mediante pivotes o cualquier otro mobiliario urbano, pero la consideración de la plataforma es la misma y la limitación tendrá que ser de 20 por hora.

con dos o más carriles

50 kilómetros por hora. Es la velocidad genérica existente hasta ahora en los cascos urbanos. Con la nueva norma, la limitación de 50 por hora se aplicará en las vías de dos o más carriles por sentido de circulación.

autonomía municipal

Excepciones. La nueva normativa está amparada en el artículo 50 del Reglamento General de Circulación, que establece excepciones que pueden aplicar las autoridades municipales. Así, la norma contempla que los municipios puedan rebajar las velocidades genéricas previa señalización específica. También de manera excepcional, podrán aumentar hasta un máximo de 50 el límite de las vías de 30 con un solo carril.

travesías

50 kilómetros por hora. El límite en las travesías será de 50 kilómetros por hora para todo tipo de vehículos. Podrá rebajarse cuando se establezca un acuerdo de la autoridad municipal con el organismo titular de la carretera que atraviesa el municipal.

autovías en poblado

80 kilómetros por hora. Esta es la velocidad genérica que se fijará para los tramos de autovías y autopistas que discurren por zonas urbanas. El límite podrá ser ampliado, también con previo acuerdo con el titular de la vía y con una señalización específica.

Límite de 30 pintado en el asfalto en Lugo
Límite de 30 pintado en el asfalto en Lugo ALBERTO LÓPEZ

La nueva señalización no estará completada en todos los concellos

Los nuevos límites deberán cumplirse desde este mismo martes, aunque algunos concellos reconocen que todavía están trabajando en renovar la señalización para adaptarla a las nuevas cifras de velocidad.

En Lalín, por ejemplo, ya están cambiando las señales, cubriendo con vinilos las antiguas, para que reflejen los nuevos límites. Los concellos más poblados de A Mariña (Viveiro, Foz, Ribadeo y Burela), también apuran estos días para renovar la nueva señalización en las vías urbanas y travesías. En todos aseguran que lo irán haciendo de forma progresiva. En líneas generales, en estos cuatro ayuntamientos mariñanos ya avanzan que apostarán por fijar 30 kilómetros por hora en la gran mayoría de viales de sus centros urbanos. 

En la comarca de Barbanza, Boiro ya ha repintado las velocidades en varias calles del casco urbano. Sin embargo, en Noia no se ha procedido por ahora a la nueva señalización, mientras que en Ribeira, donde desde hace unos tres años está limitado a 30 el paseo de As Carolinas, aún no se han señalizado los cambios en las nuevas vías que se incorporan a esta reducción, pese a ser pocas.

Ferrol, pendiente aún de contratar el cambio de señales

«Prácticamente todo Ferrol será zona 30», resume el concejal de Tráfico de la ciudad departamental, Germán Costoya. La ciudad carece de vías de zona 20, calles de plataforma única compartidas entre tráfico rodado y peatones. Y son contadas las que serán zona 50, pues requieren dos carriles en cada sentido. Entre todo el conjunto, hay vías que carecen de señalización de velocidad, y así seguirán, aunque será obligatorio que, igualmente, se cumpla la nueva limitación a 30. También hay algunas que muestran actualmente señales de 50, que deberán ser sustituidas por las de 30. Y aunque este martes entre en vigor la nueva normativa, los cambios habrán de esperar. Se hará, señaló Costoya, «en los próximos días o semanas». El Concello prepara un contrato para acometer esos trabajos.

En O Grove, localidad que en los últimos años ha rebajado la velocidad máxima en buena parte de las calles del centro, pondrán a punto estos días todos los rótulos. «Aún nos quedan algunas por cambiar, y a eso dedicaremos los próximos días, a analizar cómo está la situación», señala el regidor socialista José Cacabelos. También Cambados va a repasar la situación con la policía local «para comprobar que están as sinais debidas nos sitios correspondentes», indicó el concejal de Seguridade, Tino Cordal, que ha recordado que todo el casco urbano de la villa, incluidas las travesías, son ya zona 30, «e nalgúns casos, zona 20».

Ourense, cambiada al 95%

Por su parte, el gobierno municipal del Concello de Ourense afirma llegar a la entrada en vigor de la nueva normativa con el 95 % de las calles de su casco urbano con la señalización adaptada. Faltan algunos viales de titularidad estatal, como los accesos a través de la N-120 o de la N-525, pero el Ayuntamiento ha enviado un requerimiento para que también se adapten a la norma. 

Sin sobresaltos viven el cambio en Vilagarcía de Arousa, donde hace ya un par de años que el centro es zona 30. El gobierno socialista que encabeza Alberto Varela tomó la decisión de rebajar la velocidad máxima permitida dentro de su plan de humanización de la ciudad que incluyó también la peatonalización de varias plazas y calles, así que el ejecutivo local afronta con tranquilidad el cambio que se avecina.

En A Coruña el año pasado ya se redujo la velocidad a un máximo de 30 kilómetros por hora en todas las calles con un solo carril por sentido de circulación, tal y como sucederá en el resto de España este martes. Para este año, el Concello ha anunciado que en las calles con más de un carril por sentido se limitará la velocidad a 30 por hora en uno de los carriles, el más próximo a la acera, para que puedan transitar con seguridad bicicletas y patinetes eléctricos, mientras que en el otro se mantendrá el máximo de 50. Esas limitaciones se han implantado en todas las vías situadas dentro del casco urbano, pero no en las travesías que dan acceso a la ciudad.

En Santiago aseguran que la adaptación al nuevo límite máximo de 30 no ha sido complicada, porque llevaba tiempo implementándose y ya era una realidad en todo el Ensanche y en buena parte de las vías de la ciudad gracias a los planes de mejora de la seguridad vial que se han ido llevando a cabo de forma progresiva en los últimos años. La limitación afectará ahora a todo el centro urbano. Solo podrá seguir circulándose a 50 en las entradas norte y oeste, mientras que en las entradas sur y este de la ciudad, en A Choupana y San Lázaro, las señales indicadoras han sido cambiadas en las últimas horas, justo antes de que entre en vigor la reforma del Reglamento General de Circulación.

En Vigo, aún hay calles sin adaptar a las nuevas limitaciones de velocidad. Si bien, en algunos viales humanizados ya se redujeron en su día, en otros de mucho tráfico, como Sanjurjo Badía, se mantienen las señales de 40 kilómetros por hora, pese a ser un vial de un sentido por carril al que le corresponden 10 kilómetros menos. El Concello tiene intención de informar este martes de los cambios, un anuncio que llega demasiado tarde, a juicio de la oposición. El grupo Marea de Vigo ya preguntó el pasado día 22 en la comisión de seguridad cómo se adaptarían a la ciudad las nuevas limitaciones de velocidad. En principio, hacen temer grandes atascos, más preocupantes en entornos de algún centro hospitalario.

Lugo ya lleva años adaptando la gran mayoría de sus calles a 30 por hora, algunas incluso muy céntricas y transitadas, como la Ronda da Muralla o la avenida de Ramón Ferreiro. Por este motivo, el cambio de este martes afectará a pocas calles. Lo que no se va a hacer es instalar señales nuevas. Allí donde no las había, porque se entendía que el límite era 50, deberá entenderse ahora que son 30.

Pontevedra, el ejemplo a seguir

El Concello de Pontevedra lleva diez años con la velocidad en todas sus vías urbanas limitada a 30 kilómetros por hora. Fue en el 2011 cuando se tomó la decisión que ahora se obliga a implantar en todas las ciudades. Aquel 2011 fue también el mismo año en el que registró la última víctima mortal en vías urbanas de la ciudad, un hombre de 81 años que falleció al ser atropellado por una furgoneta de reparto. Pontevedra cumplió el pasado 18 de febrero diez años sin muertos en sus vías urbanas

Aquella decisión municipal adelantada en diez años a lo que ahora obliga la DGT ha dejado por tanto un saldo que despierta admiración en todo el mundo: siniestralidad cero en cuanto a víctimas mortales, y una reducción drástica de accidentes con heridos graves, que pasó de una media de 140 anuales hace veinte años a apenas cuatro en el 2020.

Pero la ciudad 30 tiene otros efectos sobre el tráfico, ya que antes de su aplicación, cuando la velocidad máxima permitida era de 50 kilómetros por hora, la velocidad media de los automóviles que circulaban por la ciudad era de 11,49 kilómetros hora. Actualmente, es de 20,83 kilómetros hora, en lo que influyen también otras medidas como la reducción de la densidad del tráfico en el centro.

Pero Pontevedra aún fue más allá, y el año pasado aprobó una nueva ordenanza de «mobilidade amable» que reduce aún más ese límite de velocidad, dejando en 10 por hora el máximo para circular por las calles y zonas de plataforma única, que son espacios de convivencia entre peatones y vehículos. La idea es adecuar el tránsito de los vehículos —sean cuales sean, desde coches hasta bicicletas o patinetes eléctricos— al ritmo de un peatón.