Dos años del crimen de la niña Desirée en Muimenta

La Voz REDACCIÓN

GALICIA

Flores en el cementerio donde fue enterrada Desirée
Flores en el cementerio donde fue enterrada Desirée L.V.

El 3 de mayo del 2019 Galicia se despertaba con un suceso horrendo

03 may 2021 . Actualizado a las 09:41 h.

El 3 de mayo del 2019 Galicia se despertaba con la noticia de un crimen horrendo. Desirée, una niña de solo 7 años, apareció muerta en su casa de Muimenta (Cospeito), en la que vivía con su madre y con su abuela. Desde el primer momento, los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil sospecharon de la madre, Ana Sandamil. La mujer fue detenida pocas semanas después y será juzgada el próximo mes de noviembre en Lugo. Precisamente, hace unas semanas se supo que la Audiencia Provincial de Lugo avalaba el cierre de la investigación judicial y la apertura de juicio oral que había decretado el pasado mes de marzo el Juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba.

El caso será enjuiciado por un jurado popular en la sede de la Audiencia Provincial de Lugo. La jueza instructora, que mantiene la prisión provisional, comunicada y sin fianza de la madre de la niña, entiende que de las diligencias practicadas se desprende «la existencia de indicios racionales de criminalidad» contra la mujer. La instructora considera que los hechos que se le atribuyen podrían ser tipificados como un delito de asesinato con alevosía, con las circunstancias agravantes de parentesco y con la atenuante de anomalía o alteración psíquica de la acusada.

Un plan para matar a la niña

En el auto de cierre de la instrucción, la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vilalba expone que de las pruebas realizadas tras la muerte de la pequeña aparecen indicios de que la sospechosa urdió un plan para acabar con la vida de su hija. Así, durante la madrugada del 3 de mayo del 2019, presuntamente, la mujer asfixió con sus manos a Desirée. Según el auto judicial derivado de las investigaciones policiales y forenses, la niña, que dormía en la misma cama que su madre, llegó a despertarse y a oponer resistencia al ataque.

La acusada, según consta en la resolución dictada por el juzgado de Vilalba, fue diagnosticada de un trastorno de personalidad de tipo mixto y de otro trastorno psicótico, los cuales pudieron afectar de manera parcial a sus capacidades intelectivas y volitivas.