Sandra Varela, opositora por el turno de discapacidad: «Sacar plaza será el mejor regalo para quienes confían en mí»

Mónica Pérez Vilar
mónica p. vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Sandra Varela, de pie, y la educadora social que la ayuda a preparar los exámenes, Laura Díaz
Sandra Varela, de pie, y la educadora social que la ayuda a preparar los exámenes, Laura Díaz EDUARDO PEREZ

Mañana se celebra el examen para nueve puestos de servicios generales del Sergas para aspirantes con discapacidad intelectual

23 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Sandra Varela tiene mañana una cita importantísima. A partir de las 10.00 peleará en Silleda por lograr una plaza de personal de servicios generales del Sergas, en una oposición en la que están inscritos 178 aspirantes a los nueve puestos reservados para personas con discapacidad intelectual.

Ella lleva tres años preparándose para lograr un empleo público con ayuda de la asociación Down Galicia. Estaba haciendo prácticas como auxiliar administrativa cuando tomó la decisión, al ver que otros amigos se preparaban para opositar. «Tenía ganas de trabajar como funcionaria, y aquí estoy, dándolo todo», dice. Ahora está centrada en las pruebas para el Sergas, pero también prepara otras convocatorias de la Xunta y de la Administración General del Estado.

Sandra estudia cuatro horas diarias, de lunes a domingo, sin fallar ni siquiera los festivos. «Además hago ejercicio físico para estar ágil de cara a mi futuro trabajo», añade. Seis horas a la semana prepara las pruebas con ayuda de Laura Díaz Dacoba, una de las educadoras sociales de Down Galicia. «Un día tenemos clases teóricas donde nos dan una técnica de estudios con palabras clave que nos ayuda a memorizar mejor el temario, y realizamos ejercicios. Otro hacemos un examen como el de la oposición, y también trabajamos el temario con juegos como un pasapalabra o un ahorcado», cuenta la joven opositora. «A veces algunos contenidos son demasiado teóricos, con términos muy específicos, pero a través de dinámicas se van empapando de los mismos», explica su preparadora. En el último año, las lecciones se han pasado a telemático, por la pandemia, aunque recientemente sí han hecho en la entidad un simulacro en contexto real de cómo se desarrollará la prueba bajo los protocolos de la Xunta.

El trabajo da sus frutos, pues Laura afirma que los estudiantes obtienen buenos resultados en los modelos de examen que realizan en las clases. «El grado de motivación y esfuerzo es constante en este grupo. Puede que en las pruebas reales el rendimiento baje un poco, por el estado de nervios que puedan tener, pero tratamos de que vayan lo mejor preparados posible», dice.

Unos nervios que, de momento, no siente Sandra. «Llevo tres años luchando por conseguir esta recompensa. Lo que estoy es ilusionada y ansiosa por dar lo mejor de mí y sacar la plaza para hacerle el mejor regalo a mi familia, mis amigos y mis tutores que han confiado en mí».

A sus 32 años, esta opositora destaca por tener las cosas muy claras. Tanto que ya ha pensado cómo afrontará su trabajo si obtiene uno de los puestos en juego. «Será un reto, sobre todo tratar con pacientes, pero es cuestión de realizar bien las tareas, tener paciencia, una relación cordial con compañeros y jefes, saber solucionar los conflictos.... Estaré encantada y demostraré a las personas que se encuentren en mi misma situación que con esfuerzo, ganas e insistencia se consigue lo que nos proponemos».