Alfonso Tellado: «O sentido do humor é pola timidez»

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

GALICIA

Alfonso Tellado, en su casa de San Sadurniño, donde vive desde hace dos décadas
Alfonso Tellado, en su casa de San Sadurniño, donde vive desde hace dos décadas CESAR TOIMIL

Pertenece a una generación de sindicalistas ferrolanos curtidos al calor del acero en la antigua Bazán, aunque alcanzó fama nacional hace una década al asistir al programa de Buenafuente

15 abr 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Acude a la entrevista sin haber pegado ojo durante toda la noche, sin moverse de al lado del ordenador para solicitar uno de los bonos con los que la Xunta subvenciona parte de estancias turísticas en la comunidad. Después de mucho intentarlo, lo logró pasadas las seis de la mañana, pero la noche en vela no le resta ni un ápice de humor a Alfonso Tellado (Ferrol, 1949). Es su peculiar marca de la casa que, según afirma, heredó de su padre. «O sentido do humor é pola timidez, é un mecanismo de defensa», insiste, aunque a sus 71 años y curtido en mil batallas laborales, cuesta imaginar a este exsindicalista de la CIG en la antigua Bazán acobardado por algo.

Entró como aprendiz en el astillero en 1963 y convivió con históricos del Partido Comunista y el movimiento obrero que luchaba contra la dictadura. Aunque no tenía afiliación política, tras los acontecimientos de marzo del 72, fue detenido y enviado a prisión. «Estar dous meses no cárcere da Coruña foi o mellor que me puido pasar. Alí estaba a flor e nata da esquerda, xente cunha cultura social extraordinaria», rememora.

En el año 77 fue readmitido en Bazán —fue ajustador de la fábrica de turbinas—, en donde trabajó hasta que lo prejubiló una enfermedad en el año 2001. En sus primeros años como sindicalista en el comité de empresa representó a la INTG y después a la CIG. Recuerda aquellos años de diferencias de posturas y de debates encarnizados, pero de muchos acuerdos. «Nas asembleas, Toxo e mais eu poñíamonos a parir, pero saiamos de aí e levabámonos ben», afirma. Tampoco el abismo ideológico que le separaba con el también ferrolano Juan Fernández, conselleiro de Industria en el Gobierno de Fraga, impidió el entendimiento. «Iamos Pantín (Emilio, sindicalista de CC.OO.) e eu e tiña a súa mesa de despacho chea de carpetas e documentos, chea de proxectos. Firmamos un plan industrial para Ferrol. O seguinte conselleiro de Industria tiña a mesa limpa cun xarrón con flores», recuerda.

También fue candidato del BNG en Ferrol y San Sadurniño, aunque nunca fue concejal.

Hace diez años, en su primer viaje con el Imserso a Cataluña, solicitó ir de público al programa nocturno de Buenafuente. Su retranca gallega le convirtió en protagonista indiscutible y llevó a que el presentador no solo lo invitase a repetir, sino que se desplazase al lugar de Bouzamaior (San Sadurniño), en donde vive desde hace dos décadas, para grabar otro programa. Desde entonces, ha colaborado con distintos medios de comunicación, como la TVG y A Nosa Terra, y cuenta los días para que lo vacunen contra el covid.

Padre de dos hijas y abuelo de cuatro nietos, Alfonso Tellado tiene la vista puesta en las vacaciones: irá con su mujer al pazo de Sober.