Ábalos añade la sorpresiva rebaja a la mitad de los peajes entre Vigo y Tui
10 abr 2021 . Actualizado a las 15:55 h.Los usuarios frecuentes de la AP-9 pagarán a partir de este verano solo el 80 % de los peajes del trayecto de ida, mientras la vuelta les resultará gratis. Así lo aseguró ayer en Santiago el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, tras la segunda reunión mantenida en un mes con el presidente de la Xunta para concretar y concertar las acciones del Gobierno central en Galicia en materia de infraestructuras.
Asumida desde el primer encuentro la gratuidad que se aplicará en la AP-9 a los viajes de vuelta cuando se haga en un plazo máximo de 24 horas y cualquier día de la semana, el ministro especificó la ventaja que a mayores obtendrán los que se denominarán «usuarios superrecurrentes», condición que se alcanzará con un mínimo de 20 viajes al mes, o 10 de ida y otros tantos de vuelta. Los conductores de turismos que cumplan dicha premisa y paguen con telepeaje tendrán además de la vuelta gratis, una rebaja del 20 % en la ida. Dicho descuento se aplicará en la factura mensual desde el primer viaje de los 20 exigidos. No hace falta tampoco que esos viajes sean siempre en idénticos recorridos.
Según anunció Ábalos, la aplicación de las rebajas se llevará a cabo en julio, aunque Feijoo solicitó que se apure a finales de junio con la llegada del verano. Todo depende de que Audasa, concesionaria de la autopista, acepte el cambio de escenario, en el que buena parte de la factura pasará a cobrarla del Estado en lugar de sus usuarios.
El ministro cifró el gasto que asumirán las arcas públicas en 60 millones al año, y 1.500 hasta final de la concesión en agosto del 2048. El último valor declarado de la AP-9 es de 1.232,8 millones de euros, cantidad a la que en un hipotético rescate de la autopista habría que añadir el lucro cesante de la empresa, una indemnización por romper su contrato y la cancelación de su deuda, superior a los mil millones.
Audasa pone reparos para el acuerdo con el ministerio para las rebajas sobre todo en el porcentaje de minoración que a la cuenta final le quiere aplicar Transportes, al entender que las nuevas tarifas atraerán a más tráfico que el actual, lo que daría lugar a que se disparase la recaudación sin que la concesionaria haya hecho nada para propiciarlo. El Gobierno quiere por ello rebajar los ingresos a cuenta de ese tráfico inducido, pero el contrato de concesión establece que Audasa cobra por cada vehículo que pase por sus cabinas.
La empresa también ha manifestado sus reticencias por las consecuencias que en la circulación pueda tener un incremento del tráfico a causa de las rebajas. Quiere que los posibles atascos que este nuevo marco propicie no le sean achacados a su gestión y no tengan por ello consecuencias jurídicas o económicas.
Este sería el caso del tramo que antecede el puente de Rande entre Vigo y Redondela. Perderá su peaje este verano, como había prometido el anterior Gobierno en 2017, tras asumir que resultaba injusto que un recorrido mayor entre la ciudad olívica y O Morrazo sea gratis para el usuario, pero haya que pagar por un trazado intermedio menor.
Sorpresivo fue ayer el anuncio del ministro Ábalos de la decisión de su departamento de costear el 50 % de los peajes entre Vigo y Tui. Sus usuarios pasarán de pagar 2,80 euros a solo 1,60, en la ida o por viajes sueltos, pues la vuelta entra dentro de la gratuidad que se aplicará en todos los casos. La razón de tal decisión se fundamenta en la necesidad de aligerar de tráfico la peligrosa autovía A-55 (Vigo-Tui), saturada en horas punta y una de las de mayor accidentabilidad de España.
El acuerdo fue contestado ayer por el BNG, formación que condicionó su voto a favor de la investidura a Pedro Sánchez a las rebajas en la AP-9. Critica el retraso en su aplicación de las bonificaciones, además de abogar por el rescate de la concesión.
Los frutos del deshielo se recogen en primavera
pablo gonzález
En una sociedad fuertemente jerarquizada como aún es la actual, son las relaciones al más alto nivel las que desbloquean prejuicios en otros eslabones de la cadena de mando. Eso parece que ha pasado ya entre el Gobierno gallego y el Ministerio de Transportes gracias a la fluida química personal entre sus respectivos lugartenientes, Alberto Núñez Feijoo y José Luis Ábalos. Si la conselleira Ethel Vázquez percibía más receptividad en el ministro que en sus altos cargos, en esta segunda reunión la sensación fue muy diferente. Si esos mismos cargos de Transportes se quejaban de las críticas de la conselleira, parece que también eso se ha modulado. Y todo ello gracias a esa empatía entre sus jefes, que tuvieron un aparte de unos 40 minutos antes de la reunión con todos sus altos cargos. En ese encuentro extraoficial que retrasó todo lo demás se adelantó mucho más que en la reunión formal.
El deshielo en favor de políticas que beneficien a las mayorías parece que está dando sus frutos. Elegir el consenso frente a la confrontación hizo que el ministerio asumiera el tren al puerto exterior coruñés. La salida sur ferroviaria de Vigo es ahora un asunto de Estado. Ferrol tendrá un plan para que esta ciudad no sea la única descolgada de la alta velocidad. Las variantes del acceso ferroviario a Lugo no se descartarán a priori, sino que se dejarán para más adelante. Y las bonificaciones de la AP-9 se ejecutarán teniendo en cuenta los criterios de las dos partes.
Además, el ministerio ha reconocido al fin que, cuando se terminen las obras del AVE, Galicia también será sitio distinto. La única comunidad en la que habrá que hacer transbordos -en Ourense- para llegar al resto de las ciudades. La errática planificación del pasado ha dado lugar a este nuevo endemismo gallego. Pero ante el silencio de otras épocas se agradece la verdad desagradable. Feijoo emplazó a Ábalos a que venga en AVE a Galicia a la próxima reunión, prevista para dentro de cuatro meses. Nunca hay que renunciar a la retranca.