El copiloto cadáver de la AP-7, ¿un último viaje de amor?

Mario Beramendi Álvarez
MARIO BERAMENDI REDACCIÓN

GALICIA

Imagen de archivo de los Mossos d'Esquadra
Imagen de archivo de los Mossos d'Esquadra MOSSOS D'ESQUADRA | Europa Press

Raúl Vázquez, emigrante gallego en Suiza de 66 años, fue interceptado el jueves en Gerona tras circular 30 kilómetros en dirección contraria con el cuerpo de su pareja, Rolf Taubenberger, de 88 años, que iba en el asiento del copiloto tapado con una manta

10 abr 2021 . Actualizado a las 14:04 h.

Quedan todavía muchas incógnitas por despejar sobre el macabro hallazgo con el que se toparon los Mossos d'Esquadra de Gerona el pasado jueves, a las doce del mediodía, cuando interceptaron a un conductor que había recorrido 30 kilómetros en dirección contraria por la AP-7. Al volante, completamente desorientado, iba Raúl Vázquez, emigrante gallego en Suiza, de 66 años, y en el asiento del copiloto, envuelto en una manta, el cadáver de Rolf Taubenger, de 88 años, su pareja sentimental. El hombre, que sufría una enfermedad terminal, llevaba dos semanas muerto, e incluso algunas partes de su cuerpo estaban momificadas. El hedor que salía del vehículo, según describieron los propios agentes, era insoportable. El conductor fue detenido por conducción temeraria, y al ho hallarse signos de violencia en el cuerpo y descartar inicialmente la hipótesis de un crimen, fue puesto en libertad, a la espera de lo que determine definitivamente la autopsia.

Tal y como informa El Caso, los investigadores del Área de Investigación Criminal (AIC) de los Mossos d'Esquadra de Gerona han empezado a reconstruir la piezas de este rocambolesco puzle. Y comienzan a dibujar el recorrido que habría hecho el conductor. Los tickets hallados en el interior del vehículo, que también llevaba algunas maletas, han confirmado que la pareja estuvo en Italia, en Francia y también en territorio español. Hizo ruta por el norte de la península y entraron en Catalunya por la AP-2, hasta Vilafranca del Penedès, donde se incorporaron a la AP-7, hasta el Voló, en el sur de Francia. Precisamente allí, el emigrante gallego se topó con un control de los gendarmes franceses, que han intensificado la vigilancia por la pandemia, y decidió entonces dar media vuelta. Circuló en dirección contraria por la autopista hasta regresar a territorio español. Por esa vía rápida recorrió unos treinta kilómetros sin hacer caso de las indicaciones de los Mossos d'Esquadra, a los que había avisado la policía francesa. El hombre abandonó la autopista AP-7 por la salida 5 y escogió la carretera GI-634, que circula por parajes del Ampurdán gerundense, hasta que se accidentó al llegar al municipio de Jafre y quedó herido leve. Los Mossos d'Esquadra que le seguían y los de la comisaría pudieron dirigirse entonces al conductor y, cuando le preguntaron por su huida, descubrieron bajo la manta que tapaba el asiento del acompañante el cadáver de una persona.

Por ahora, los investigadores tienen varias líneas abiertas para esclarecer este macabro hallazgo. La primera, y principal, las conclusiones de la autopsia, que permitirán saber con mayor exactitud cuándo y cómo murió el copiloto, aunque las primeras hipótesis apuntan a que el hombre padecía una enfermedad terminal y llevaría ya fallecido unas dos semanas. También está pendiente un examen sobre el estado de salud mental del conductor, que podría padecer algún tipo de trauma por la muerte de su pareja. Según informa El Caso,en la comisaría de la Bisbal del Empordà, en un primer momento, el emigrante gallego se mostró reacio a dar muchas explicaciones sobre los motivos que lo habían llevado a emprender ese viaje hasta Cataluña con su pareja muerta al lado. Pero finalmente, tras la insistencia de los investigadores, ofreció algunos detalles. La versión que tiene más fuerza ahora mismo es que la pareja quiso hacer un último viaje de amor después de saber que Taubenberger se estaba muriendo de Alzheimer.