El control de los cierres, los peajes y el diálogo con la Xunta, los retos de Miñones

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

José Manuel Miñones, este martes en Santiago
José Manuel Miñones, este martes en Santiago XOAN A. SOLER

El dirigente socialista será el delegado del Gobierno que vea la llegada del AVE a Galicia

30 mar 2023 . Actualizado a las 13:28 h.

Tal y como se esperaba, el Consejo de Ministros dio luz verde este martes al nombramiento de José Manuel Miñones Conde como nuevo delegado del Gobierno en Galicia. Sucede en el cargo a Javier Losada, que desde el 2018 estuvo al frente de la dirección de todos los servicios de la Administración General del Estado en Galicia, lo que incluye la representación del Gobierno y de todos los ministerios en la comunidad.

Miñones es el undécimo delegado del Gobierno, y el segundo nombrado por Pedro Sánchez, que ayer también renovó las representaciones autonómicas en Madrid (Mercedes González) y Andalucía (Pedro Fernández). Se da la circunstancia de que los tres nuevos delegados del Gobierno provienen del municipalismo: Miñones era alcalde de Ames; Fernández, alcalde de Baza (Granada), y González, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid.

Si todo sale como está previsto, José Manuel Miñones será el delegado del Gobierno que verá llegar el AVE a Galicia. Eso será en otoño, pero entre sus retos más inmediatos, Miñones tendrá, como máximo responsable de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en Galicia, el control de los cierres y de la hostelería en plena pandemia, las bonificaciones de la AP-9 y mejorar el diálogo con la Xunta. 

Un político en alza

La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, negó que los nombramientos de los nuevos delegados responda a alguna clave interna, pero al menos en el caso de Miñones parece una apuesta decidida del Gobierno por la renovación con el nombramiento de un político en alza dentro del partido que se va a encargar de la ponencia sobre municipalismo en el próximo congreso del PSOE.

En todo caso, Miñones anuncia que apuesta por la continuidad en la Delegación del Gobierno y ayer desveló que por ahora tiene pensado mantener a los cuatro subdelegados del Gobierno que nombró Javier Losada, y que son Pilar López-Rioboo, en A Coruña; María Isabel Rodríguez López, en Lugo; Emilio González Afonso, en Ourense, y Maica Larriba, en Pontevedra.

De todas formas, Miñones asegura que quiere conocer el funcionamiento de la Delegación del Gobierno antes de tomar decisiones. Aunque oficialmente ya es el nuevo delegado en Galicia, hasta el momento no ha trascendido qué día se celebrará el acto institucional de relevo en el cargo.

Losada dice adiós tras una gestión marcada por el primer estado de alarma

«Ahora soy un ciudadano más». Fue lo único que dijo ayer Javier Losada horas después de que el Consejo de Ministros nombrase a su sucesor. Fue más expresivo por la mañana en su perfil de Twitter: «Ha sido un honor servir a mi país como delegado del Gobierno de España en Galicia». En el mismo medio, agradeció la labor de quienes trabajaron cada día con él en la Delegación, y mostró su «orgullo por formar parte del proyecto progresista y modernizador de Sánchez».

Después se entrevistó con Feijoo en Santiago, en una despedida institucional en la que le dio las gracias al presidente: «Por su colaboración con mi labor institucional y por el afecto personal que siempre me ha trasladado».

Javier Losada tomó posesión en junio del 2018 como «delegado del Gobierno de España en Galicia», siete palabras que siempre destacaba en sus intervenciones públicas para ensalzar la labor de la Delegación del Gobierno. Losada siempre dijo que trató de plasmar en Galicia la apuesta del Gobierno de Sánchez por el feminismo y los derechos sociales.

Pero su paso por la Delegación quedará marcado por la pandemia, en especial por el primer estado de alarma, en el que coordinó la labor policial en el confinamiento y la llegada de las mascarillas y de las primeras vacunas. En su etapa también se produjo la recuperación del pazo de Meirás para el patrimonio público.

Fue muy criticado desde el PP por quienes entendían que se excedía en su labor institucional y en su defensa de las políticas del PSOE. El vicepresidente Rueda fue uno de los críticos y lamentó que Losada no hubiese ejercido de «interlocutor directo» del Gobierno.