Hacienda justifica los 400.000 euros en Meirás por «el grave peligro» del pazo

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Una de las zonas del pazo de Meirás que se encontraban en peor estado cuando el Estado tomó posesión del inmueble
Una de las zonas del pazo de Meirás que se encontraban en peor estado cuando el Estado tomó posesión del inmueble J. M. PAN

Detecta riesgos para las personas y renueva cableados, muros, escaleras y tejados

27 mar 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El pazo de Meirás estaba «en situación de deterioro» cuando la Administración General del Estado se hizo cargo de él, debido a «la falta de inversiones y de un mantenimiento profesional en los últimos años», en los que el recinto era propiedad de los herederos de Francisco Franco. Por eso era necesario realizar obras «imprescindibles y urgentes» para evitar «la grave situación de peligro» para la seguridad y conservación de este patrimonio cultural, e incluso «para los trabajadores y personas que puedan acceder al inmueble». Esta es la argumentación que el delegado especial de Economía y Hacienda en Galicia expone ante la Consellería de Cultura para justificar la tramitación de emergencia de las obras y para aplicar a los trabajos un «régimen excepcional» en el que no se siguen los procedimientos determinados por la normativa.

Entre esas excepciones estaría la del proyecto técnico que la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta le requirió al Gobierno para poder autorizar las obras en el pazo de Meirás, por su categoría de bien de interés cultural (BIC). Las obras tampoco tienen licencia del Ayuntamiento de Sada, que también necesita ese informe previo de la Xunta, aunque sí recibió una comunicación previa del delegado de Hacienda, que representa a la Dirección General de Patrimonio del Estado en todo lo concerniente al pazo de Meirás.

¿Cuáles son esas obras de emergencia, que ya han supuesto al Estado un desembolso de casi 400.000 euros? Pues se dirigen, fundamentalmente, a atajar los problemas detectados en la evaluación arquitectónica hecha por los técnicos, que aconsejaron actuaciones inmediatas «para mantener la integridad del edificio principal», con la reparación de las cubiertas, también en el caso de la capilla, y con la eliminación de humedades en paredes y techos, así como la renovación de ventanales y contraventanas, con reposición de cristales rotos y de tejados.

Además, se descubrieron «importantes deficiencias» en la instalación eléctrica y en los suelos de madera y en las escaleras. Y se apreciaron grandes filtraciones y humedades «altamente perjudiciales para la conservación del inmueble y del patrimonio mobiliario allí existente».

Las primeras intervenciones se destinaron a reparar y reforzar la instalación eléctrica «para evitar graves riesgos», con sustitución de cableados, cuadros, tomas de corriente y luminarias. En el exterior se considera urgente reforzar y reparar muros y taludes, y realizar el aislamiento de los locales anexos que están en estado ruinoso y «suponen un peligro para las personas».

También se han hecho reformas en toda la fontanería, con sustitución de bajantes, de tuberías y de otras conducciones. En el plan de trabajo de emergencia sobre el pazo de Meirás se incluyen también trabajos en las estructuras de madera, como vigas, corredores y estanterías, con tratamientos especiales de protección. La memoria de actuaciones destaca, asimismo, los aspectos relacionados con la vigilancia y el control del pazo, que tenía unas instalaciones de seguridad «mínimas, obsoletas y que no estaban operativas».

Las amenazas: vandalismo y okupaciones

Una de las actuaciones más importantes tiene que ver con el ámbito de la seguridad. La Guardia Civil realizó un estudio que identificó las amenazas para el pazo, entre las que cita el robo, el hurto interno, la entrada de intrusos, el vandalismo o la okupación ilegal del inmueble para actos reivindicativos. El informe recomienda la instalación de sistemas de seguridad en todo el perímetro y una importante reforma con la instalación de sistemas electrónicos de protección, entre los que habrá detectores volumétricos, sirenas y un equipo completo de cámaras y sensores que controlarán el interior y el exterior del edificio principal.

La Guardia Civil se va

El proyecto de seguridad incluye el montaje y equipamiento, dentro del inmueble principal, de una sala de control y comunicaciones, así como la creación de un servicio que preste vigilancia 24 horas y todos los días. Ese cometido lo viene realizando la Guardia Civil desde que el Estado se hizo cargo del inmueble con patrullas específicas, aunque en breve será la empresa Prosegur la que se encargue de esa vigilancia permanente. También se instalará en todo el edificio un sistema avanzado contraincendios, con detectores de humo y señalizaciones para las zonas de evacuación.

Reanudar las visitas cuanto antes

En el oficio que dirige a la Consellería de Cultura y fechado el 5 de marzo, el delegado especial de Economía y Hacienda explica que las deficiencias deben repararse de modo inmediato «para evitar riesgos ciertos» y destaca también que en el entorno de la finca se han caído árboles y se han desprendido muros. Y lamenta que esas incidencias hayan impedido que, a pesar de que el pazo tenga ahora carácter público por decisión judicial, «la ciudadanía no haya podido beneficiarse de la nueva situación» al no haberse abierto aún a las visitas que corresponden como edificio BIC.

Sobre la inmediatez de las obras, el representante de Hacienda en Galicia argumenta que, aunque la sentencia se ejecutó el 10 de diciembre del 2020, no fue hasta el 15 de enero cuando se recuperó la plena posesión del pazo. Destaca en el oficio que las obras suponen un importante esfuerzo presupuestario y de gestión «de cara a conseguir una rápida reanudación de las visitas».