Alcira era el buque insignia de Ribera hasta que la llegada del gobierno del PSOE y Compromís. La consejera de Sanidad de ese gobierno, Carmen Montón (después breve ministra socialista), hizo bandera de la reversión de la concesión para la sanidad pública. Pero nunca se produjo un rescate. En realidad, no se prorrogó un contrato y, por tanto, revirtió. Sin Alcira y con la declarada intención del gobierno de Ximo Puig de ir revirtiendo las concesiones cuando caduquen, el grupo sanitario ha buscado su supervivencia en otras latitudes. Así llegó a Galicia en el 2019 y compró Povisa, un hospital que había tanteado años antes, cuando Pilar Farjas era conselleira y el Gobierno de Feijoo se hartó de las peleas constantes con los propietarios de Povisa, la familia Silveira.
En este momento, Ribera mantiene en la comunidad valenciana la gestión de los departamentos de Torrevieja, Denia y Vinalopó. En Madrid gestiona el hospital público de Torrejón. En el último año adquirió también los hospitales de Santa Justa y Almendralejo, en Badajoz, ambos pequeños. Povisa, en Vigo, es su hospital más grande. A este primer hospital en Galicia añadió después Polusa, en Lugo, y está a punto de hacerse ahora con el Juan Cardona de Ferrol.