María López Villarquide: «Construí una historia posible con los datos que hay de Balteira, la juglaresa gallega»

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

María López Villarquide (A Coruña, 1982)
María López Villarquide (A Coruña, 1982) BENITO ORDÓÑEZ

La escritora gallega dibuja una mujer libre, decidida y luchadora en su novela ambientada en el siglo XIII

22 ene 2022 . Actualizado a las 16:02 h.

La doctora en Documentación y Análisis Cinematográfico y escritora María López Villarquide (A Coruña, 1982) vuelve a las librería con La juglaresa (Espasa), una novela histórica sobre María Pérez Balteira, una gallega de la que se habla en 16 cantigas de la corte de Alfonso X el Sabio.

—Su primera novela fue «La catedrática» sobre la figura de Luisa de Medrano, en el siglo XVI. ¿Se propone rescatar la historia de mujeres destacables pero poco conocidas?

—Si lo he hecho, no ha sido intencionado. En cualquier caso es muy necesario que lo hagamos, no se puede hablar de sobredosis de historias de mujeres. Hasta que no se normalice su aportación, hay que seguir.

—Usted crea una vida a partir de los datos que se conocen de la Balteira. ¿Cuáles son?

—Hay un pergamino en el Archivo Histórico de Galicia con el contrato con los monjes de Sobrado cuando ella se quiere ir a Tierra Santa, y por supuesto muchas cantigas, en las que se burlan de ella de una forma grosera e insultante, la acusan andar con unos y con otros pero no quedarse con ninguno, por lo que tenemos que entender que era una mujer libre. Ya hablan de la Balteira en la corte de Fernando III, el padre de Alfonso X, y sabemos que tuvo un papel en la conspiración mudéjar en Andalucía. Está probado que tenía un hermano, Martín, y que su familia era rica, por lo que no se explica que se dedicase a ser juglaresa. Y hay datos de que tuvo una relación con el juglar Pedro de Ambroa y que era muy buena con los dados, seguramente porque practicaba mucho.

Con todo eso construí una historia posible, pero es ficción, no es historia.

—¿Puede haber confusión?

—Con la novela de La catedrática, que iba en el mismo sentido, una historia novelada a partir de ciertos datos (muy pocos) conocidos, hubo gente que daba por sentado que aquello que contaba era cierto.

—En este caso, ha puesto de enemiga de la Balteira nada menos que a la reina Violante, la esposa de Alfonso X.

—Tenía que haber una malvada y quería que fuese mujer. Con lo que sabemos de la reina me pareció un personaje muy interesante. No sabemos cuándo nació realmente la Balteira, pero yo le di la misma edad que Violante, para hacer un paralelismo entre ambas, y jugar con la idea de que la reina era la mujer más poderosa sobre el papel, pero ante la libertad de Balteira, se daba cuenta que era la gallega quien tenía verdadero poder.

—Mantiene una relación de amor-odio con Alegre, otra bailarina. No hay mucha sororidad ahí, ¿no?

—¿Eso parece? Pues no creo que la relación entre ambas fuera tan mala. No al menos a lo largo de toda su historia. Está claro que hay celos profesionales de Alegre, pero ellas dos tienen objetivos vitales diferentes.

—A Balteira la pone como una bailarina excepcional.

—Las juglaresas bailaban, tocaban y cantaban. La Balteira que imaginé yo era sobre todo bailarina porque yo bailé muchos años y podía transmitir qué sentía al bailar. Pero probablemente ella lo hiciese todo.

—Desaparecían todas sus inseguridades.

—Ella huía de su vida bailando. Tuvo que pasar algo importante para que una mujer acomodada se dedicase a la farándula en esa época.

—Y al final, es incluso hasta cruzada.

—Me interesó ese aspecto, porque uno piensa que se iba a las cruzadas solo para matar, y también iban familias enteras, había una campaña de propaganda muy elaborada, y mucha gente se marchaba con hijos, abuelos y todo.