Los retrasos del AVE se pagan: el caso millonario del túnel de A Canda, que se demoró más de tres años

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZREDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El ministro Íñigo de la Serna supervisó las obras del túnel de A Canda en abril del 2017, cuando tenía que haberse terminado en el verano del 2015
El ministro Íñigo de la Serna supervisó las obras del túnel de A Canda en abril del 2017, cuando tenía que haberse terminado en el verano del 2015 MIGUEL VILLAR

Las adjudicatarias lograron una compensación de 4,5 millones en la Audiencia Nacional por el caos en la gestión pública de la obra

22 ene 2021 . Actualizado a las 14:15 h.

Los retrasos del AVE, bien por falta de disponibilidad presupuestaria, bien por razones técnicas o cambios en el proyecto, terminan pagándose, pese a que el ADIF está ganando el 85 % de los pleitos interpuestos por las constructoras por los retrasos. Es el caso de la vía derecha del túnel de A Canda (7,3 kilómetros de longitud), en el límite entre Zamora y Ourense, que acumuló tres años de retraso en la construcción de la plataforma y la perforación (después aún hubo que desplegar vías y el resto de elementos de la superestructura). La Audiencia Nacional obligó al ADIF a pagar 4,5 millones de euros a la unión temporal de empresas por las demoras, rebajando en 1,3 lo que se había concedido en primera instancia. Esta es la cronología de una demora que es en mayor o menor medida extrapolable a otros 17 contratos del AVE a Galicia.

2012 y 2013

Adjudicación y primeros problemas. El contrato se adjudica a una unión de cinco empresas en agosto de ese año por 93,6 millones (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 35 meses. En el acta de replanteo para iniciar las obras, dos meses después, el director de obra asegura en una adenda que aún no se disponen de la totalidad de los terrenos necesarios para empezar las obras. En diciembre, salen a información pública las expropiaciones para los ataques intermedios del túnel, con el objeto de perforarlo más rápidamente. El 10 de diciembre, el director de obra plantea una modificación del proyecto «al no ajustarse la realidad a las previsiones». Ya en julio del 2013 se abandona el plan de las expropiaciones intermedias y se produce el primer retraso. El modificado no se aprueba hasta agosto del 2015, después de autorizarse su redacción en marzo del 2014.

2014 y 2015

Plan frustrado para recuperar los retrasos. El ADIF demora el plazo 15 meses. Las obras se complican por las exigencias de la confederación hidrográfica sobre los vertidos en los ríos cercanos. A pesar de que el modificado aún está en tramitación, el ADIF da orden a la ute para «la recuperación del plazo perdido», según se refleja en la sentencia de la Audiencia Nacional. Las empresas presentan en junio del 2014 un plan de aceleración que supone, entre otras decisiones, el relevo de algunas subcontratas por firmas con mayor capacidad. Pero este plan enseguida se abandona y en mayo del 2015 -aún no estaba aprobado el cambio en el proyecto-, la dirección de obra del ADIF plantea ampliar el plazo de ejecución de la obra en 15 meses, al no ejecutarse una galería de ataque intermedio que acortaría los tiempos. El retraso también se justifica en la «climatología adversa en la zona», que habría impedido el desarrollo de los trabajos en determinados momentos. En julio de ese mismo año, las empresas presentan un escrito en el que denuncian que el proyecto modificado que se tramitó durante tanto tiempo era insuficiente, pues no recogía «multitud de incidencias». Finalmente el contrato se firma el 5 de octubre -hay que recordar que se aprobó su redacción en marzo del 2014-, pero con las reservas de las adjudicatarias.

2016 y 2017

Nuevos retrasos de 12 y 10 meses. El 8 de noviembre del 2016, el ADIF notifica a la ute otro retraso en el plazo de ejecución de 12 meses más, hasta diciembre del 2017, por complicaciones geológicas. En marzo del 2017 se propone una nueva modificación del proyecto y, en junio, se aprueba una tercera demora de 10 meses para tramitarla. Los trabajos se terminarían en octubre del 2018, según la nueva planificación.

2018

Siguen las reticencias de las empresas. En marzo se aprueba el modificado y en junio la ute lo suscribe con reticencias. Las obras se terminan a finales del 2018, el plazo previsto entonces por el Gobierno del PP para poner en servicio toda la línea. Aún había que instalar la vía, la electrificación y el resto de elementos en A Canda, un túnel que debía estar acabado en agosto del 2015.