Ethel Vázquez: «El Gobierno defiende con diligencia los intereses de Audasa»

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

La conselleira, en Arteixo el 11 de enero
La conselleira, en Arteixo el 11 de enero MARCOS MÍGUEZ

21 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Los peajes de Rande y A Barcala enquistan definitivamente la relación entre los departamentos de infraestructuras de los Gobiernos de España y Galicia. La Xunta acusa al Ministerio de Transportes de defender a la concesionaria de la AP-9 más que a los gallegos. Y el departamento de José Luis Ábalos interpreta tal reacción como una actuación de la Administración gallega para tratar de evitar volver a pagar la mitad de los peajes de ambos tramos, como hizo hasta el 2017.

Que la postura de la Xunta haya sido calificada como «incomprensible» por el ministerio, que alega que la Justicia ha tumbado la exclusión del pago que el Gobierno de Rajoy concedió al Ejecutivo gallego, hizo que de nuevo reaccionase ayer la conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, que entiende que el acuerdo con el anterior Ejecutivo central no está invalidado judicialmente. «Los acuerdos entre Administraciones serias no pueden vulnerarse ni romperse de forma unilateral», indicó la conselleira, que estima que la sentencia se refiere solo a la decisión de rebajar la cuantía de la factura por los dos tramos y que no entra a valorar quién debe de pagarla.

«Es evidente que la concesionaria de la AP-9, Audasa, y el titular de la vía, el Ministerio de Transportes, actúan unidos conforme a una estrategia común, algo que resulta escandaloso, más aún cuando está guiada por los intereses económicos de Audasa, y en contra de los de todos los gallegos», continúa Vázquez.

La conselleira recuerda el dictamen del Consejo de Estado que señalaba que las compensaciones a Audasa por la gratuidad del peaje en Rande y A Barcala «suponían un enriquecimiento injusto». Y más allá de la disputa por dichos peajes, la conselleira lamenta «la diligencia del Gobierno en defensa de los intereses de Audasa y la parsimonia a la hora de paliar el reconocido agravio que sufren los gallegos con los peajes de la AP-9».