La variante del AVE en Ourense, primer gran proyecto que optará al fondo de recuperación de la UE

Pablo González
pablo gonzález REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Cambiador de ancho en Taboadela, a 17 kilómetros de Ourense
Cambiador de ancho en Taboadela, a 17 kilómetros de Ourense vítor mejuto

Transportes quiere licitar ya este trazado para evitar el cuello de botella de la vía única y posibles atascos en caso de avería

28 dic 2020 . Actualizado a las 14:50 h.

El último ministro de Fomento del Gobierno de Rajoy, el cántabro Íñigo de la Serna, se afanó para desbloquear los 17 tramos del AVE gallego que estaban paralizados por el caos administrativo que reinó en el ADIF entre el 2012 y el 2015. Pero poco después de pactar el último calendario del AVE con la Xunta hizo unas declaraciones que no gustaron nada al Ejecutivo autónomo, precisamente en referencia a la variante de alta velocidad de Ourense, el último tramo pendiente del nuevo acceso ferroviario central a Galicia. En ellas cuestionó la construcción de este tramo al asegurar que había que gastar «600 millones para ahorrar 4 minutos».

Aunque después rectificó, el temor a que Transportes se contentara con la adaptación a la alta velocidad del tramo de vía única de 14 kilómetros entre Taboadela y Ourense siempre estuvo presente. Este temor lo disipó hace una semana el ministro José Luis Ábalos, al asegurar que uno de los proyectos de la variante ya está aprobado y, por tanto, puede salir a contratación. El segundo, hasta Seixalbo, también se aprobará en breve. De hecho, los Presupuestos recién aprobados tienen una partida de 29 millones de euros para iniciar las obras. El tramo convencional adaptado servirá por tanto para que los AVE lleguen a Ourense, pero solo mientras no esté en servicio la nueva variante, que tardará unos cuatro años en terminarse. El presupuesto final rondará los 475 millones.

Lo que sí ha podido saber La Voz es que el ADIF intentará que este tramo pueda optar a los fondos de recuperación de la UE, convirtiéndose en el primer gran proyecto gallego que se beneficie de estas ayudas. Fuentes del administrador creen que cumple los requisitos de Bruselas para que esta obra se sufrague en buena medida con el dinero movilizado por la Comisión Europea para estimular la economía ante la crisis del covid. El principal valor para optar a esta financiación es que se trata de un proyecto ferroviario en un entorno urbano, y por lo tanto orientado a la economía descarbonizada. El plan de recuperación movilizará unos 72.000 millones en los tres próximos años, procedentes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (59.000 millones) y del fondo React-EU (12.400).

Aunque la tentación de mantener el tramo provisional como solución definitiva siempre estuvo presente, finalmente los criterios de seguridad operacional se impusieron en el ADIF. Temen que el cuello de botella entre Taboadela y Ourense se convierta en una trampa en caso de que se averíe un tren en estos 14 kilómetros, además de que se trata de un trazado demasiado sinuoso y con múltiples limitaciones de velocidad.

Un tramo una decena de curvas que no cumple los estándares de la alta velocidad

El tramo ferroviario urbano que cruza Ourense no es precisamente apto para los trenes de alta velocidad, aunque en los últimos meses se ha estado trabajando para adaptarlo instalando un tercer carril para los convoyes de ancho internacional, las instalaciones de seguridad propias de las líneas AVE y, por supuesto, la electrificación, un proceso este último que aún no se ha finalizado. Las velocidades de paso en este tramo no cambiarán, pues no se ha corregido el trazado, que cuenta con una decena de curvas con radios iguales o superiores a los 400 metros. Esto condiciona la velocidad de los trenes, que en estos 14 kilómetros no podrán circular a más de 105 kilómetros por hora, aunque sean convoyes AVE, y en muchos puntos la marcha está limitada a 80.

Ethel Vázquez: «Temos toneladas de dúbidas de que o AVE chegue no 2021»

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, siguió ayer la estela del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, cuando cuestionó que el AVE llegue a Galicia en el 2021. «Temos toneladas de dúbidas de que o AVE chegue no 2021», dijo en una entrevista en RNE. Vázquez cuestionó incluso que las obras estén a punto de terminarse, «pois quedan remates importantes», y se basó en la duración del período de pruebas en el tramo recientemente inaugurado entre Zamora y Pedralba. «A propia presidenta do ADIF asegurou que era unha ousadía adiantar canto durarían as probas no tramo entre Pedralba e Ourense», recordó. «Estamos na recta final, pero aínda queda traballo por facer», añadió.

La conselleira está convencida de que en el 2021 los gallegos «non poderán coller un tren de alta velocidade» y alegó que la Xunta reclamó «veracidade» respecto a estas obras «a todos os gobernos», aunque recordó de forma especial la etapa de Íñigo de la Serna y pasó por alto la de Ana Pastor. En cualquier caso, recordó que el Ejecutivo gallego «tivo razón» cuando denunció los retrasos en las obras, pues estas no se terminaron en el 2019 como estaba previsto, sino con más de un año de retraso.