Ordenación del territorio y pesca fluvial, las dos primeras leyes gallegas de la legislatura

GALICIA

Foto de archivo del Parlamento de Galicia
Foto de archivo del Parlamento de Galicia PACO RODRÍGUEZ

La primera permitirá agilizar trámites para que las empresas se instalen; la segunda facilitará que menores de 14 puedan pescar sin licencia. El Parlamento también acepta tramitar, con los únicos votos favorables del PP, el texto legislativo para impulsar la reactivación económica

22 dic 2020 . Actualizado a las 19:40 h.

La Lei de Ordenación do Territorio, que sustituirá a una norma que estaba vigente desde hacía 25 años, y la que regulará la pesca ejercida en ríos y pantanos, se convierten en los dos primeros textos legislativos que aprueba el Parlamento gallego en la actual legislatura, que arrancó el pasado mes de agosto.

Ambas leyes formaban parte de ese paquete de media docena de proyectos normativos que hubo que guardar en el cajón debido a la convocatoria anticipada de las elecciones autonómicas. Los dos normas obtuvieron este martes luz verde en O Hórreo, solo con los votos favorables del grupo del PP, y en las próximas semanas seguirán sus pasos la ley de residuos, la de impulso demográfico, la de acción exterior de la Xunta, la museos y la reforma de la Lei de Saúde de Galicia, aparte de la aprobación de los Orzamentos de la Xunta para el 2021.

La llamada Lei de Pesca Continental nace con vocación de garantizar el relevo generacional para los más de 40.000 pescadores federados que hay en Galicia, pues valora que esta actividad puede contribuir en mayor medida al desarrollo y al dinamismo del mundo rural. La media de edad de los pescadores federados se sitúa entre los 50 y los 70 años, así que para acercar esta actividad a los más jóvenes, la Consellería de Medio Ambiente autorizará esta actividad para los menores de 14 años si necesidad de sacar la licencia, mientras que en el tramo de 14 a 18 años deberán tenerlas, pero no pagarán tasas.

Una de las principales novedades que incorpora esta norma es la creación de las «escolas de río», que se pondrán en marcha a partir del 2021, siguiendo el modelo de Castilla y León, y que precisamente lo que buscan es difundir las artes de la pesca deportiva y otras actividades sustentables entre los más jóvenes.

En lo que respecta a la ley de ordenación del territorio, consiste en un nuevo instrumento de planificación y ordenación, que se superpone a otros como las Directrices de Ordenación do Territorio, planes territoriales, planes sectoriales y -esta es la principal novedad que incorpora- los proyectos de interés autonómico, que son los que debe autorizar directamente el Gobierno gallego por su especial relevancia o por trascender del ámbito municipal. Es una figura pensada para agilizar desde la Xunta la tramitación de proyectos con impacto territorial, como puede ser la ampliación de una gran empresa o de un complejo hospitalario.

Es este último aspecto, la creación del proyecto de interés autonómico, lo que ha centrado las críticas de la oposición, pues la diputada Alexandra Fernández (BNG) puso de relieve, como ya hiciera en el debate de totalidad, que el Consello de la Xunta se reserva para sí el poder de decidir discrecionalmente qué proyectos se pueden o no hacer, lo que interpretó como una «desregulación».

En cuando a la ley de pesca fluvial, la oposición denunció que va a suponer un «retroceso na defensa medioambiental», dijo el diputado socialista Pablo Arangüena, pues reduce a la mitad el régimen sancionador para las empresas contaminantes de los cauces fluviales, a la vez que rebaja las obligaciones para las centrales hidroeléctricas.

Al margen de las dos normas que culminaron su tramitación, el Parlamento gallego también tomó en consideración el proyecto de ley de reactivación económica, con los votos a favor del PP, la abstención del PSdeG y el rechazo del BNG. El texto recibirá la luz verde hacia finales de febrero.