¿Se está gestando una pinza PP-BNG en Galicia?

Domingos Sampedro
DOMINGOS SAMPEDRO SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A. SOLER

Populares y nacionalistas votan juntos varios acuerdos, al margen del PSdeG, y el resquemor de los de Ana Pontón hacia los socialistas por los Presupuestos avivan el debate

14 dic 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

A la diputada del PP Teresa Egerique todavía no se le ha pasado la impresión con el revuelo que armó. En un papel del Parlamento estampó tres veces la palabra «Galiza», en vez de la forma oficial Galicia, y en el BNG solo faltó que la invitaran al palco del Día da Patria. En circunstancias normales, este pasteleo toponímico entre PP y BNG debería quedarse en una anécdota. Pero salta con el Bloque y el PSOE embotados en una pelea de descalificaciones por el «agravio a Galicia» de los presupuestos del Estado, y justo cuando los de Feijoo y Pontón se lanzaron a impulsar varios acuerdos tête-a-tête, dejando al PSdeG aislado. ¿Existe una pinza BNG-PP? Los socialistas abonan esta tesis y creen que su objetivo es torpedear el Gobierno de Pedro Sánchez.

Esta alteración en las alianzas tradicionales no es nueva en la política gallega. Fue en el año 2002 cuando Beiras se soltó la melena para poner fin a doce años de hostilidad con Fraga, yéndose a comer con el fundador del PP al desaparecido restaurante Vilas. Touriño enfureció. Denunció entonces la existencia de una pinza PP-BNG con el único afán de minar al PSdeG. Quizás exageraba. O no. El caso es que, al año siguiente, PP y BNG se unían para derribar de la alcaldía de Vigo al socialista Ventura Pérez Mariño, reemplazado por Corina Porro, una operación que sigue siendo el mayor hit que dio de si esta pinza en la historia de la autonomía gallega.

No anda ahora el BNG en esas tribulaciones. Es más, si se pregunta en la cúpula nacionalista por el entendimiento con el PP, reaccionan con una mirada de desdén y farfullan cualquier cosa ininteligible. En cambio, si se le pregunta a Gonzalo Caballero, el líder del PSdeG, no duda en situar al Bloque junto al PP y Vox, o en acusarlo de «facerlle o caldo gordo» a la derecha.

Es innegable que el traspiés sufrido por el BNG con los Presupuestos del Estado, al ser la única fuerza de izquierdas que PSOE y Podemos excluyeron de la negociación, dejó mal poso en los de Ana Pontón, que giraron la vista hacia Galicia buscando puntos de acuerdo con el PP de Feijoo.

Frente común

La propia líder del Bloque tendió la mano este jueves al presidente de la Xunta para crear un frente común contra el intento del Gobierno de Sánchez de «centralizar» la gestión de los fondos de la UE para la reactivación. Feijoo vio el envite como un gesto de despecho del BNG hacia el PSOE y, antes de oficializar cualquier tipo de pinza, retó a Pontón a romper sus acuerdos de gobierno con los socialistas. «Fágao, pero non as pague comigo», le rogó con sorna.

Algo más de éxito tuvo la unidad que PP y BNG exhibieron votando juntos varias iniciativas para trasladarle al Gobierno central toda una agenda reivindicativa, que va desde la aprobación de permisos retribuidos para cuidar a hijos en cuarentena hasta la petición del traspaso del los centros del Instituto Español de Oceanografía (IEO), pasando por la reclamación de la transferencia de la gestión del ingreso mínimo vital, cuestión de la que se desenganchó el PSdeG.

Puede que lo de la pinza sea una fabulación, un fruto de la coyuntura. Pero lo cierto es que PP y BNG ponen mucho empeño en votar juntos, y en obligar al PSdeG a hacer esfuerzos denodados para no quedar aislados. Ocurrió con el pacto para crear el carné transfronterizo para Galicia y Portugal, que los socialistas aprobaron tras criticarlo. Y también con el enlace ferroviario con el puerto exterior de A Coruña. Alexandra Fernández (BNG) lo defendió en el último pleno, y el PP la apoyó. El PSOE se apresuró a hacer lo mismo, pese a que en los Presupuestos del Estado es un proyecto que se ignora.

A esta posible estrategia le puso ayer la guinda Miguel Tellado, secretario general de los populares gallegos, que reconoció en una entrevista radiofónica que es «máis fácil chegar a acordos» con el BNG que con el PSdeG: «Con Caballero non se poden porque no está defendendo Galicia, senón a Pedro Sánchez».