¿Qué hacemos con el pazo de Meirás?

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Portalón de acceso al pazo de Meirás
Portalón de acceso al pazo de Meirás MARCOS MÍGUEZ

El Gobierno convoca por vía de urgencia la comisión que decidirá el futuro del inmueble. Mientras, la Xunta diseña su propio plan de usos, que Sada rechaza

12 dic 2020 . Actualizado a las 15:30 h.

El futuro del pazo de Meirás está empezando a diseñarse, y el Gobierno central quiere acelerar los plazos para avanzar en la gestión coordinada de este espacio histórico, que desde el jueves está bajo la posesión de Patrimonio del Estado. Este mismo viernes, el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, se dirigió por carta al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo; al de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, y a los alcaldes de Sada, Benito Portela, y A Coruña, Inés Rey, para que designen a las personas que los representarán en la comisión de seguimiento del pazo de Meirás que se constituirá el próximo martes en A Coruña y que fue anunciada esta misma semana por la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, «en busca de un acuerdo colaborativo de todas las partes para poder abrir las puertas del pazo lo antes posible».

Después de 82 años en manos de Franco y de su familia, son ahora las Administraciones públicas las que tienen que ponerse de acuerdo para definir qué se va a hacer en este gran complejo en el que el dictador pasaba sus veranos. Hay coincidencia en que debe ser un lugar visitable por la ciudadanía, pero los matices aparecen cuando el debate se centra en decidir otros enfoques, como por ejemplo cuál de los moradores del pazo (Emilia Pardo Bazán y Francisco Franco Bahamonde) tendrá mayor prevalencia en el discurso que se haga del inmueble. «Temos que dicir a verdade dende o principio ata o fin. E ter unha certa deferencia a favor de quen construíu o pazo [Emilia Pardo Bazán], e iso non quere dicir que se intente ocultar, tapar ou branquear nada sobre Franco, que quede moi claro. Cremos que hai que apostar por convertelo nun espazo de convivencia, cultura e democracia. E iso non significa esconder nin tapar nada, pero si poñer nun plano superior a democracia fronte á ditadura». El conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, explicaba así la idea de la Xunta sobre el futuro del pazo. A su juicio, no se trata de hablar más de un personaje que de otro: «Non é unha cuestión de porcentaxes. Ten que ser un espazo vivo e aberto, con dous eixos, un de Pardo Bazán, coa cultura e a igualdade, e outro con Franco, para demostrar a superioridade da democracia fronte á ditadura».

Ese planteamiento ya lo adelantó Feijoo tras la reunión con Carmen Calvo, cuando dijo que «sería un error limitar el uso de Meirás a una sola parte de su historia identificándolo como el lugar donde veraneaba unas semanas al año el general Franco». Esa limitación a la que se refiere el presidente gallego es la que expuso la vicepresidenta Calvo, que imagina el pazo como «un lugar de encuentro con la historia en el que se cuente la verdad de lo ocurrido con el dictador Franco, con una mirada propia de la memoria democrática. No puede ser un recordatorio nostálgico del franquismo ni servir para su blanqueamiento».

El plan de usos de la Xunta

La Xunta presentó ayer en la Real Academia Galega —cuya sede fue precisamente vivienda de Pardo Bazán en A Coruña—, una hoja de ruta que basa el futuro del pazo en tres principios generales: «Garantir a apertura das torres a toda a cidadanía, revitalizar un espazo de gran valor histórico e cultural, e recuperar o sentido orixinal do inmoble, deturpado polo franquismo». Ese plan de usos lo rechaza el Concello de Sada, donde está el pazo. Dice que «a Xunta vai na dirección errada» porque las figuras de Pardo Bazán y de Franco ya son «parte indisociable do pazo, da súa historia, dos seus antecedentes e dos futuros usos». El alcalde de Sada, de una marea local, cree que Feijoo «quere que só se fale de Pardo Bazán, xa que lle molesta a memoria, sobre todo a histórica e democrática, da ditadura, da represión, o que supón unha didáctica parcial e interesada. A memoria non é un xardín».

«Non queremos que sexa o pazo de Franco, senón o de Emilia Pardo Bazán»

En la presentación de las bases del plan de la Xunta, el conselleiro de Cultura dejó clara la idea central: «Non queremos que sexa o pazo de Franco, senón o de Emilia Pardo Bazán, da concordia, a cultura e a democracia. Os galegos non debemos vivir de costas ao pazo nin avergonzarnos do seu pasado, senón reivindicalo como un espazo de cultura, concordia e igualdade».

El plan de usos fija cuatro líneas. En primer lugar, un plan museológico con recorridos guiados para conocer la historia del pazo, así como con visitas escolares «e un espazo para reivindicar a figura de Pardo Bazán, a promoción dos valores democráticos ou accións en torno aos usos exercidos na ditadura».

También recoge la creación de un centro de creación artística, «un lugar de oportunidades e apoio ás mulleres artistas». El emprendimiento y la investigación serán el tercer eje, fomentando la igualdad de la mujer, con actividades de sensibilización.

«Xardín da liberdade»

Por último, la Xunta destinaría los espacios verdes del pazo a «un xardín da liberdade», un espacio «para a memoria e a reflexión sobre a ditadura, o papel das mulleres nese período e na actual democracia, que sirva de recordo e reparación das persoas represaliadas e perseguidas polo totalitarismo e a intolerancia».