El pazo de Meirás ya es de todos

José Manuel Pan
José Manuel Pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Entrega de las llaves del pazo de Meirás, que recibe la abogada general del Estado, Consuelo Castro Rey
Entrega de las llaves del pazo de Meirás, que recibe la abogada general del Estado, Consuelo Castro Rey Marcos Míguez

La jueza Marta Canales entregó las llaves del inmueble en un acto histórico y de gran simbología al que no asistió nadie en representación de la familia Franco

06 nov 2022 . Actualizado a las 14:42 h.

El pazo de Meirás ya es público, ya es de todos. El 10 de diciembre del 2020 fue un día de simbolismos que quedará marcado en la memoria de muchas familias gallegas y en la de todos aquellos que lucharon durante años por recuperar el pazo de Meirás. «Es un día que deja una sensación de justicia histórica», expresó ayer con evidente satisfacción la abogada general del Estado, la gallega Consuelo Castro Rey, poco después de recibir las llaves del pazo de Meirás. Se las entregó la jueza Marta Canales, titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de A Coruña, que es la magistrada que firmó la sentencia que deja a los nietos de Francisco Franco sin el pazo de Meirás, 82 años después de que su abuelo se hiciese con la extensa propiedad que se convirtió en residencia oficial de verano del entonces jefe del Estado. «Soy gallega y sé lo que este acto significa para mí, pero creo que es la devolución de un bien a las manos de las que nunca debía haber salido, que son las del Estado. Simbólicamente, podemos decir que el pazo ha vuelto a manos de los gallegos», añadió Consuelo Castro.

Ella fue quien recepcionó el pazo en representación del Estado. Lo hizo acompañada de la subsecretaria de Hacienda, Pilar Paneque, y de los abogados del Estado en Galicia, Javier Suárez y Adela Caramés, a los que agradeció públicamente «la extraordinaria ejecución de este pleito, que se llevó de manera excelente desde Galicia». Recordó que antes de plantear la demanda contra los Franco (en julio del 2019) hubo un trabajo exhaustivo de muchos meses en los que se analizaron los elementos probatorios de naturaleza histórica y se abrieron nuevas investigaciones hasta desembocar en el pleito que la abogada general del Estado calificó de «jurídicamente complejo». En Meirás no hubo ayer nadie en representación de la familia Franco. «No era necesario que estuvieran, fue suficiente con que entregaran las llaves», explicó la abogada general. Las depositaron en el juzgado el día anterior, quizás para no verse mezclados en las imágenes del trascendente episodio de ayer.

Revisión del inventario

La recepción oficial del pazo se hizo esperar. Los técnicos de Patrimonio de la Consellería de Cultura tuvieron que volver a revisar los casi 700 bienes que identificaron en el inventario que les encargó el juzgado. Había que asegurarse de que todo estaba tal y como lo habían visto el pasado 11 de noviembre, cuando la comisión judicial entró por primera vez en el pazo. Todo estaba en orden, como informaron desde el Tribunal Superior de Xustiza, aunque se hizo una aclaración, ya que se quedan fuera dos de los bienes incluidos en el inventario. Son la Casa das Conchas y el hórreo anexo. El motivo es que esas dos edificaciones no se encuentran dentro del recinto amurallado, por lo que no han sido objeto de la demanda de la Abogacía del Estado.

Desde el momento del acto judicial de la entrega de la propiedad, la Administración General del Estado es la poseedora del pazo de Meirás a todos los efectos. Eso significa que los Franco ya no pueden acceder al recinto, salvo por acuerdo con Patrimonio del Estado, el organismo del Ministerio de Hacienda que asume ahora la administración del pazo. Pero sí podrán llevarse los enseres personales. La jueza ha dado un plazo de veinte días hábiles para que la Abogacía del Estado determine qué bienes son los que pueden retirar. «En principio, el contenido del pazo va a quedar tal como está hasta que la sentencia sea firme», explicó Consuelo Castro. Si la Audiencia de A Coruña confirma el fallo del juzgado de primera instancia, la sentencia se ejecutará de forma definitiva y será entonces cuando se dilucidarán qué bienes se ven afectados por la sentencia.

Sin enaltecimiento de Franco

Ahora es el momento de analizar con más detalle cuál es el uso que se la va a dar al pazo de Meirás como un bien que está en manos del Estado de manera provisional. Ya no habrá visitas organizadas por la Fundación Francisco Franco, en las que se hacía enaltecimiento del franquismo, como advirtió el miércoles en A Coruña la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, tras reunirse con Feijoo, con el presidente de la Diputación y con los alcaldes de A Coruña y de Sada. Bajo la batuta del Estado, las Administraciones se han dado un plazo de unas seis semanas para estudiar qué se puede hacer en el pazo a partir de ahora. Mientras, permanecerá cerrado.

Aunque con matices, todos coinciden en dos posturas sobre el futuro del pazo: que se cuente toda la verdad sobre lo ocurrido durante la posesión de Franco y de su familia, y que se reivindique la figura de Emilia Pardo Bazán, la escritora que ideó el pazo. La propia abogada general del Estado entró ayer en ese asunto al decir que prefiere el legado de la escritora, pero explicó que hay que tener en cuenta que «es evidente la presencia de 40 años de régimen dictatorial que aquí están escenificados, y todo lo que en este pazo ha tenido lugar, que creo que está presente en la memoria de todos los gallegos». Esa memoria es la de muchos sadenses. Su alcalde, Benito Portela, apuesta por asumir desde el Concello la gestión de las visitas al pazo, y que estas sean diarias.

La Casa Cornide

Los Franco han perdido uno de sus símbolos, y tienen más frentes abiertos en Galicia, como el de la Casa Cornide, en A Coruña, aunque en ese caso la Abogacía del Estado no intervendrá. Consuelo Castro argumentó que «es un caso en el que el Estado no está legitimado para reclamar».