La Diputación de Lugo ofrece a la Xunta que copie su modelo de residencias, 100 % público

GALICIA

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José Tomé coincide con Formoso y se queja de que Feijoo no se coordinara con las diputaciones para hacer frente a la pandemia

24 abr 2021 . Actualizado a las 17:09 h.

El presidente de la Diputación de Lugo, José Tomé, regresó este jueves al Parlamento de Galicia, donde fue diputado varios años, para presentar los presupuestos del ente provincial para el 2021, que alcanzan un montante de 92,5 millones de euros, lo que supone un incremento del 1 % respecto al actual ejercicio. El también alcalde de Monforte aprovechó su intervención para invitar al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, a que copie el modelo de gestión de las residencias de mayores 100 % público que ha creado el ente provincial, «centrado nas persoas e non no negocio», en el que, al menos de momento, no ha entrado el covid. «Somos un bo espello no que mirarse», se jactó Tomé.

La crisis provocada por la pandemia de coronavirus trastocó las previsiones presupuestarias de todas las administraciones y la Diputación de Lugo y no fue una excepción. Su presidente dejó claro que la incidencia del virus obligó a reorientar varios planes y líneas de gasto para poner en el centro de todo las políticas sociales y la cooperación con los concellos, pero sin perder de vista el apoyo a los sectores productivos y la mejora de la movilidad.

El refuerzo de los servicios sociales, públicos y calidad, es para Tomé una obligación, sobre todo en momentos como el actual en que los ciudadanos giran la vista hacia el sector público para que salga al rescate. A este fin se destinarán 30 millones de euros, un tercio del presupuesto global, debido a que los concellos han asumido «competencias impropias» que la Xunta no financia debidamente.

Las cuentas reservan 8 millones de euros para las residencias de mayores, y otros 16 millones para centros en construcción o comprometidos, lo que, en el 2021, permitirá elevar de cuatro a ocho el número de centros residenciales abiertos, ofreciendo así un total de 400 plazas y creando 200 empleos directos. Tomé defendió que el modelo residencial de Lugo pone el acento en la atención a las personas, y no en el beneficio económico, aplica protocolos más estrictos de que los rigen en Galicia y tienen una ratio de 25 trabajadores por cada 30 residentes. «Case un traballador por usario», subrayó.

También puso de relieve que las residencias de la Diputación de Lugo estaban libre de covid, al menos de momento. «Quizáis exista un factor sorte, pode ser, pero sobre todo é debido ao bo traballo», dijo, por lo que ofreció al presidente de la Xunta que copie este modelo para implantarlo en toda Galicia, pues en su opinión si algo quedó de manifiesto es que el modelo residencial gallego hay que cambiarlo.

 Finalmente, el presidente lucense coincidió con el coruñés González Formoso, que lo precedió en el uso de la palabra, en censurar que el presidente de la Xunta no reuniera o llamara ni una sola vez a los presidentes de las diputaciones para compartir información y «traballar conxuntamente» frente a la crisis, como asegura que el propio Feijoo le pide al Gobierno central. Denunció, además, el recorte de más del 6 % en los fondos que aporta la Xunta a los concellos, algo para Tomé es inconcebible cuando a los concellos se los carga cada vez de más atribuciones.